Capítulo 32: Ángel - ¿Alianza?

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Una pelinegra miraba unas bolsas de papel que un apuesto joven de cabello alborotado había puesto sobre una mesa, al tiempo que añadía: Mañana si gustas te acompaño a comprarte ropa más a tu gusto, pero al menos para algo te servirán estás prendas. Por el dinero no te preocupes yo te prestaré y cuando puedas me lo devuelves, además tenemos que ir a ver tu otro empleo.

¡Gracias por todo lo que estás haciendo por mí! pronunció una nostálgica pelinegra.

No hay nada que agradecer, contesto Gokú.

¿Ya te vas?, dijo Milk con temor.

Sí, debo ir a casa, para recoger unos archivos que necesito para el programa de hoy, pero cualquier cosa llámame, sé que apagaste tu celular, pues no quieres que él te localice, y me parece bien, pero este departamento tiene un fijo, de este llámame, ya mañana te comprare un nuevo celular, añadió con calidez.

Tras algunos minutos el joven de cabello alborotado abandono el lugar, dejando a la pelinegra y su mascota.

Nos quedamos solitos Toby, debemos ser fuertes, muy fuertes, decía Milk, mientras abrazaba a su mascota, quién le lamía el rostro.

En tanto:

Trae el celular apagado el celular, decía Bulma.

Es lógico, no debe querer que Black la localice, respondió Dieciocho, haciendo una pausa para acotar: Krilín.

¿Qué?, expreso la peliazul.

Krilín puede contactarnos con Gokú, para que nos diga, donde esta Milk, dijo la rubia.

Cierto, respondió Bulma.

Estación radial:

Black se encontraba dentro de su auto mirando hacia la puerta de entrada de la emisora.

Maldito gusano, ¿a qué hora piensas venir?, pensaba el joven de mirada fría.

Tras algunos minutos, la persona que esperaba bajo de un auto.

Allí estás maldito insecto, pronunció Black, mientras abría la puerta de su auto para bajar con la mirada altiva y caminar a paso firme a darle el encuentro.

Dentro de la estación radial:

Rubiecita bella, ahora no puedo contactarte con él, pero no te preocupes, en cuanto acabe el programa le pediré la dirección del lugar donde se está quedando tu amiga, decía el calvo.

Bien cariño, gracias, escucho.

Fuera de la estación radial:

¿Qué se te ofrece?, decía Gokú con calma, tras ver a su doble frente a él.

¿Dónde está mi mujer?, pronunció con firmeza Black.

No te lo diré, contesto el joven de cabello alborotado con calma.

No me provoques gusano, dime ¿Dónde está mi mujer?, volvió a decir el joven de mirada fría.

Ella está tranquila, y ello es lo que importa, si en tu corazón existe algo de amor por ella, te pido la dejes respirar, déjala ser libre, agrego Gokú.

¿Tú quién te crees para venir a darme consejos?, pronunció Black con firmeza, al tiempo que una pelinegra miraba sorprendida al par de jóvenes.

No me creo menos ni más que tú, pero si me atreví a darte un consejo es como terapeuta, le has hecho mucho daño y lo sabes, déjala vivir, y vive tú también de la manera como quieras hacerlo, pero sin lastimar a otros, dijo el apuesto joven de mirada cálida.

ROMPIENDO CADENASWhere stories live. Discover now