Capítulo 37: Ansiedad y temor que disminuye con calidez

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Una pelinegra se encontraba en una oficina ordenando unos archivos en un computador, cuando de repente sintió una extraña sensación en ella, que hizo que lleve sus manos a la altura de su corazón.

¿Qué es esta sensación extraña?, es una mezcla de temor, pero a la vez desesperación y tristeza, pensaba la pelinegra, al tiempo que un uniformado entraba al lugar.

Señorita Ox, la buscan en el recibidor, expreso el uniformado.

¿Quién?, respondió Milk, al tiempo que aquella sensación se incrementaba.

El joven Black Saiya, contesto el uniformado, haciendo que la pelinegra, sienta su cuerpo desfallecer.

¿Cómo es que supo dónde encontrarme?, pensó la pelinegra, mientras sentía su cuerpo más débil.

Señorita, ¿se siente bien?, dijo el uniformado, al ver a la pelinegra sujetarse del escritorio para no caer.

No, respondió la pelinegra, mientras su cuerpo empezaba a temblar.

Le serviré un vaso con agua, agrego el uniformado, al tiempo que una joven de cabello largo entraba al lugar.

¿Qué sucede?, dijo preocupada Vados al ver a la pelinegra, más blanca que un papel, y temblando. ¿Qué te pasa?, agrego, acercándose a ella.

La pelinegra no decía nada, solo lloraba con desesperación, mientras la joven de cabello largo la miraba intrigada.

¿Qué ha pasado?, expreso Vados.

Yo solo le dije que un joven la anda buscando, pronunció el uniformado.

Un joven. dijo Vados.

Sí, respondió el uniformado.

¿Cómo se llama ese joven?, dijo Vados, que ya intuía a quién se refería el uniformado, pues Gokú le había platicado algo de la vida de la pelinegra, para que esta le ayude a conseguirle empleo y la apoye si fuera necesario.

Black Saiya, respondió el uniformado.

Ve a decirle a ese joven, que es tu primer día en la constructora y te confundiste de nombre, que acá no trabaja ninguna señorita Milk Ox, sino Miku Ox, dijo la joven de cabello largo.

Bien, expreso un tanto nervioso el uniformado.

Espere, dijo Vados al notar el nerviosismo del uniformado.

Algo más señorita, pronunció el uniformado.

No le digas nada, yo iré contigo a decírselo, dijo Vados, mientras la pelinegra seguía sollozando, mientras temblaba.

Como ordene señorita, contesto el uniformado.

Tu tranquila Milk, no te preocupes por nada, yo solucionare esto, expreso Vados, luego de ello salió junto al vigilante.

Durante el trayecto Vados marco el celular de su ex y amigo Gokú.

Hola Vados, escucho.

Gokú, hay un problemita en la constructora, pronunció Vados, mientras caminaba delante del uniformado

¿Qué problema?, ¿le paso algo a Milk?, escucho.

Su ex pareja está aquí, dijo la joven.

Voy para allá, escucho.

Me parece bien, Milk está muy susceptible, la verdad no sé cómo hacer para tranquilizarla, lo único que se me ocurrió fue inventar que es una equivocación....

Minutos después:

Me parece una buena idea, escucho la joven de cabello largo.

Yo pienso igual, solo espero que me la crea, dijo Vados.

ROMPIENDO CADENASWhere stories live. Discover now