Capítulo 48: Horas de angustia

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(Últimos capítulos)

A bordo de una ambulancia iba Gokú junto a su amada y personal médico, quienes controlaban los signos vitales de la joven, y la hemorragia.

Muñequita, ¿por qué lo hiciste?, él quería dispararme a mí no a ti, pensaba Gokú, mientras tomaba la mano de la joven, al tiempo que unas lágrimas salían de sus ojos, y resbalaban por sus mejillas.

Dame más compresas, decía el médico a una enfermera.

Sí, respondió la mujer, dándole las misma, para colocar sobre la zona donde había impactado la bala y hacer presión en ella para detener la hemorragia.

Milk, mi muñequita, lucha, lucha, decía Gokú con voz quebrada.

En tanto:

En otra ambulancia Black era llevado también al hospital, acompañado solo por el equipo médico.

Ya localizaste algún familiar, decía un hombre de mandil blanco.

Sí, ahora les marco, contesto una mujer de uniforme y lentes.

A los pocos segundos la llamada fue contestada: Hijo, al fin nos contactas.

Familiares del joven Black Saiya, dijo la mujer de lentes.

¿Quién habla?, escucho.

Soy enfermera, trabajo para el Hospital Dragón, ¿usted es?....

Su padre, escucho.

Su hijo sufrió un accidente automovilístico...

Fuera de la Estación Radial:

Cancela el programa de hoy por la noche, Gokú no está en condiciones de conducirlo,..., decía Cirys, mientras una pelinegra llegaba al lugar.

¿Qué ha pasado?, expreso Arimi.

Hubo una balacera aquí, el doctor Son....

¡Gokú fue herido! , expreso la pelinegra, echando a correr hacia su auto, sin esperar mayor explicación.

Señorita Hayaka, señorita Hayaka,..., ya se marchó, y ni siquiera me dejo explicarle que la persona herida no fue el doctor Son, si no su novia, pronunció la mujer.

En tanto:

Black, Black fue quien le disparo, pensaba la pelinegra mientras conducía a toda velocidad por la autopista, en un determinado momento aprovechando el cambio de luces, marco el número de celular del joven de mirada fría, pero no recibió respuesta alguna.

¿Por qué lo hiciste?, jamás pensé que podrías hacerle algo así a Gokú, pensaba Arimi, mientras encendía nuevamente su auto para continuar su camino.

Mientras tanto:

Un calvo le informaba a su novia lo que había sucedido.

No, ello no puede ser posible, escucho.

Mi rubiecita tranquila, sé que es tonto decir algo así, pero nada ganamos poniéndonos tristes o tensionándonos, tenemos que mantener la calma, dijo el calvo, haciendo una pausa para agregar: Gokú esta con ella, como te dije se la llevaron al Hospital Dragón, no sé cuál será su condición en sí, pues el médico no dijo nada, solo la subieron en la camilla y de allí a la ambulancia, pero se la veía muy mal, pásale la voz a tus amigos, yo voy a en camino al hospital, Gokú debe necesitar apoyo.

Le pasaré la voz a Bulma, y pediremos permiso en nuestros trabajos para ir también al hospital, escucho.

Bien, allí nos encontramos entonces cariño, dijo el calvo.

ROMPIENDO CADENASWhere stories live. Discover now