Capítulo 28: Abriéndote mi corazón - Acercándome más a ti

101 11 28
                                    

Una pelinegra bajaba la mirada, tras las palabras pronunciadas por un apuesto joven de cabello alborotado, quién la miraba con calidez, al tiempo que sostenía las manos de la joven.

No hagas esto, dijo Milk, soltándose de su agarre, con aquella dulce voz que estremeció el corazón del joven de cabello alborotado.

Si no puedes verme a la cara cuando hablemos, yo girare mi silla y te daré la espalda mientras tú hablas, añadió Gokú, con calidez.

¿Qué?, pronunció la pelinegra.

Será una charla sin que me veas el rostro, como cuando llamas a la radio y yo recibo tu llamada, acotó el apuesto joven, con dulzura.

No sé si pueda sostener una plática así contigo ahora, añadió Milk, con nostalgia.

Milk, déjame ayudarte, si mi parecido con tu pareja te incomoda, como te dije, no verás mi rostro, solo escucharas mi voz como en la radio, y yo escuchare la tuya...

Aunque son iguales físicamente, sus personalidades no son iguales, dijo Milk, en voz baja.

Me alegra que te des cuenta que yo no soy como tu pareja. Sabes cada ser humano es único, aunque algunos tengamos parecidos con otros sea este poco o mucho a tal punto de parecer su doble, incluso siendo gemelos, cada persona es única, y me da mucha alegría escuchar que tú has sido capaz de notar que yo soy yo, y él, es él, pronunció Gokú, haciendo una pausa para añadir con calidez: ¿Me dejas ayudarte?, yo sé que necesitas ser escuchada y tú también lo sabes.

Si necesito hablar con alguien, pronunció la pelinegra con voz temblorosa.

Toma asiento, lo que se diga aquí, se queda aquí, te lo digo como terapeuta, agrego Gokú, mientras miraba con dulzura a la pelinegra, quién se tornó pensativa.

Tras algunos minutos la pelinegra con voz temblorosa expreso: Necesito hablar con alguien.

Entonces, tomemos asiento, siéntete en confianza, como cuando hablaste conmigo a través del teléfono, contesto el joven de cabello alborotado con calidez, mientras le indicaba con la mirada a la pelinegra que tomara asiento.

En tanto:

Black detenía su auto frente a un edificio, al tiempo que miraba en su celular una anotación.

Este es el lugar que menciono Cirys, pensaba el joven de mirada fría, con molestia, al tiempo que sacaba la llave de su auto, subía las lunas de las ventanas, para segundos después bajar del mismo. Necesito ver más de cerca a esa imitación barata, pensaba Black, mientras cerraba la puerta de su auto, al tiempo que alguien se acercaba a él.

Gokú bello, ¿Qué haces acá a estas horas?, ¿acaso cambiaste de opinión y aceptaste mi invitación?, decía una sexy voz, que llamo la atención del joven de mirada fría, quién giro su rostro lentamente, encontrándose con una mujer de cabello negro largo ondeado, ojos verdosos y vestimenta sexy.

¡Hola! pronunció Black, de manera seductora, mientras pensaba: ¡Qué mujer tan sexy!

Pero no me has respondido, estás aquí por mi invitación, ¿verdad?, añadía la mujer.

Me encantaría decirle que sí, pero no puedo hacerlo, ni siquiera sé a qué invitación se refiere, aunque bien podría seguirle el juego, y de paso disfrutar de unas horas con esta hermosura de la que ni siquiera se su nombre.

Solo pasaba por aquí, dijo Black.

¿Qué le ha pasado a tú voz?, ¿acaso estás mal de las cuerdas vocales?, añadió intrigada la mujer.

A mi voz no le paso nada, contesto Black con firmeza.

Entonces...., ¡Ah! Ya entendí, es una voz impuesta para el programa, aunque conmigo has hablado muchas veces y tu voz no sonaba así, tan, tan..., tan seductora, respondió la mujer sonriendo.

ROMPIENDO CADENASWhere stories live. Discover now