Capítulo 10: Los primeros problemas

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Un par de chicas eran recibidas por un joven cabello de flama en una estación de buses.

Mi Vegui, decía una peliazul, abrazando a su novio, mientras la amiga de esta sonreía.

¡Bienvenida amor! respondió el joven abrazándola, al tiempo que su mirada se posaba en la rubia. ¡Hola Dieciocho! ¡Bienvenida! agrego el joven.

¡Gracias Vegueta! contesto la joven.

¿Qué tal el viaje?, agrego el joven, rompiendo el abrazo con su novia, para tomar la maleta de esta y de su amiga.

Un poco cansado la verdad....., decía la peliazul, mientras caminaba junto a su amiga y a su novio hacia la salida de la estación.

En tanto:

¡Qué casualidad! decía con cierto molestia Black al tiempo que llevaba una rebanada de pan a sus labios, mientras la pelinegra lo miraba.

¿Casualidad?, pronunció Milk intrigada.

Sí, dijo con ironía el joven de mirada profunda, haciendo una pausa para añadir: Que justo hayan decidido hacer sus prácticas finales en la Capital Central.

Ellas dicen que aquí hay mayores oportunidades que en la Capital Oeste, por ello solicitaron hacer sus prácticas acá, contesto la pelinegra.

Claro, como no, agrego con sarcasmo Black.

Las chicas me dijeron que ellas me ayudarían a ver mis documentos para seguir mis estudios.....

La pelinegra ni pudo concluir lo que dijo, porque el joven de mirada profunda la interrumpió para decir con firmeza: Milk ya hablamos de ese tema, ¿no?, pensé que estabas de acuerdo en lo que te dije, yo veré lo de la continuación de tus estudios cuando termine mis prácticas...

Es que las chicas dicen que podría estudiar y no descuidar la casa si me lo propongo,...., contestaba la pelinegra.

Las chicas, las chicas, Milk, aquí yo soy tu marido, y como pareja llegamos a un acuerdo, por lo tanto, lo que opinen tus amiguitas no cuenta, expreso con firmeza Black, mientras se ponía de pie, al tiempo que agregaba: No vendré a almorzar, ni a cenar, por lo mismo no me esperes despierta, pues no sé a exactitud a qué hora llegare.

Luego de ello el joven se dirigió hacia la puerta de salida del departamento.

Black, dijo Milk, mientras se ponía de pie, pero no pudo detener la salida del lugar de su pareja.

Sal de mi camino perro mugroso, se escuchó, seguido de un pequeño quejido.

Toby, pronunció la pelinegra, echando a correr hacia la salida del departamento. ¿Qué te paso?, agrego la joven, tomando con sus manos al pequeño perrito, para llevarlo dentro del departamento.

Minutos después: "Auto"

Lo que me faltaba que la psicoloca y cienfastidiosa, se les ocurra venir hacer sus prácticas a la Capital Central, solo falta que alguna de ellas, este en el mismo lugar donde yo hago mis prácticas, pensaba con molestia el apuesto joven que llevaba puesto lentes oscuros, mientras conducía a toda velocidad por la autopista, al tiempo que, en sentido contrario a su auto, otro auto paso llevando a un par de jóvenes que estaban inmersos en su plática.

Entonces, al fin te la sacaste de encima, decía un calvo sonriendo, al tiempo que su rostro cambio de expresión, al ver pasar junto al auto donde iba, a otro auto que era conducido por una persona idéntica a su amigo.

Sí, respondía Gokú.

No debo haber dormido bien, pronunció el calvo, mientras se frotaba sus ojos.

ROMPIENDO CADENASWhere stories live. Discover now