Kintsugi || DanShik

13

Una casa silenciosa. Una habitación vacía. Un loft helado. Todo eso fue lo que recibió Dooshik al volver del hospital.

Un coma etílico. ¿No podía ser más patético? Se sorprendía a sí mismo de la peor forma posible.

Caminó hasta la habitación de Dan. No, la que solía ser su habitación, y abrió la puerta para encontrarla totalmente vacía. Los ornamentos y fotografías habían desaparecido sin dejar ningún rastro. La cama estaba perfectamente tendida y las cortinas abiertas de par en par. Se sentó en la cama y volvió a echar un vistazo a toda la habitación.

Ya no había nadie aquí.

¿Es porque era una habitación de invitados que no estaba destinada a mantener a una persona por mucho tiempo? La habitación volvió a ser lo que solía ser: una habitación vacía y nada más.

La casa entera estaba vacía; ya no oía las voces de los k-dramas ni el sonido de las ollas en la cocina. Silencio, solo había silencio y vacío.

Estaba solo de nuevo.

Rondó un rato buscando un rastro de Dan, aunque fuera la cosa más mínima, pero no halló nada. Se llevó todo, incluso la calidez que compartió con él. Todo.

Su pecho se comprimió. ¿Es este el sentimiento de ser abandonado? Era desolador y devastador como un huracán que arrasa con todo lo que encuentra a su paso únicamente dejando destrozos y vagos rastros de lo que solía haber. El arrepentimiento y los pensamientos brotaron como malas hierbas sobre las cosechas.

¿Qué debí haber hecho? ¿Si decía todo antes, se hubiera quedado? ¿Realmente había algo que podría haber hecho? ¿Por qué no soy capaz de mantener a las personas que amo a mi lado? ¿Es mucho pedir ser feliz y vivir normalmente?

Sólo quería ser feliz, ¿estaba pidiendo demasiado?

Se deslizó hasta el suelo y miró todo a su alrededor.

Eunwoo, Jooha y ahora Dan; a todos ellos los amó y a ninguno pudo mantener a su lado.

¿Hay algo malo con él? ¿Tal vez no estaba destinado a tener a alguien a su lado?

Apretó su pecho. Su corazón dolía, ardía y quemaba; la sensación de congestión abarcaba toda la zona y su cuerpo se sentía extrañamente ligero. Estaba agotado; mental, física y emocionalmente. Las emociones negativas que eran más constantes en su vida y los pensamientos de insuficiencia e impotencia lo desgastaron a un punto de no retorno.

Estaba cansado, deprimido y solo.

Se permitió llorar después de tanto tiempo. Necesitaba sacar todo lo que tenía en su interior y las lágrimas fluían como un río. Sollozó, gritó, golpeó y lloró sin nadie que lo consolara y le diera una mano.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿¡Por qué al final siempre terminaba solo!? ¿¡Estaba maldito o era algún tipo de karma!? No era capaz de mantener nada de lo que amaba consigo y la culpa se derramó como la lava de un volcán al erupcionar.

Lo pensó y repitió. Quería vivir honestamente y estar tranquilo. No pidió una vida amorosa ni lujos, pero la vida gozaba de darle malas pasadas y así como le dió un nuevo amor, se lo quitó sin previo aviso. Una y otra y otra vez, sacrificio tras sacrificio, no era más que tirar de un muñeco de tela hasta romper las costuras. Y por mucho que lo enmendara, no volvería a ser el mismo. No codició nada y cuando la sola idea apareció, el destino hizo de las suyas.

Tuvo que ser más honesto desde el inicio. Si le hubiera dicho a Dan sobre su pasado, sobre sus amores y su debate nada de esto estaría pasando. Él lo habría entendido y no lo miraría como lo hizo en el hospital. Una mirada que hizo trizas su ya destrozado corazón.

Se culpó y lloró hasta deshidratarse. Sus nudillos estaban destrozados después de golpear el suelo tantas veces. Se rió de sí mismo, "realmente soy así de patético".

Otra vez estaba donde empezó.

Estaba solo.

金継ぎ

Empezar de cero nunca fue algo fácil. Adaptarse a un lugar nuevo y a gente nueva no era una tarea particularmente simple, pero para Dan, que se vió obligado a adaptarse a cualquier situación desde joven, no era nada extraño.

Oh, no debería serlo, al menos.

Se acomodó en su nuevo-hogar-temporal (cortesía de Seunghyun) mientras divagaba en qué haría ahora. Ahora tenía dinero y tiempo pero no tenía idea de qué hacer. El señor Jaeil le dijo que consiguió un lugar en el que podía ejercer su profesión original tranquilamente y cuando fue a ver, se sorprendió cuando lo trataron con mucho respeto y educación.

El sueldo era bueno, las instalaciones eran buenas también y el ambiente se sentía ligero y amistoso. Era todo lo que soñó.

Solamente que ese ya no era su sueño.

Era todo lo que alguna vez había querido, pero ahora que estaba en sus manos ya no se sentía como algo suyo. Esto ya no era lo que quería.

Se pasó la mano por el rostro y permaneció en total quietud oyendo el silencio.

El departamento frío que no era suyo, un trabajo que consiguió por otra persona y un ambiente totalmente desconocido, ¿qué demonios estaba haciendo? Respiró profundamente y se recordó a sí mismo que esta había sido la mejor opción.

Él tomó esa decisión, no podía arrepentirse ni dar marcha atrás.

Sin embargo, ¿por qué su corazón dolía tanto?

Mordió su labio inferior con fuerza. No quería pensar en eso. No quería pensar en él. Alejarse no estaba en sus planes, mas fue necesario para reacomodar sus ideas, sentimientos y planes. El amor no lo sacaría adelante, eso lo sabía muy bien; aferrarse desesperadamente a alguien que no le correspondía no le haría ningún favor.

Pero el corazón quiere lo que quiere y Dan quería a Dooshik. Separarse no era lo que quería, pero no deseaba ser el reemplazo de alguien más. Lastimarse a él mismo de esa manera lo estaba cansando; si Dooshik no lo amaba a él, a Kim Dan, entonces no podía hacer nada.

Estaba agotado.

Desempacó la última caja y se lanzó a la cama. El techo desconocido le dió la bienvenida e hizo más vívida la situación.

Así que realmente pasó, huh.

Estaba tomando un camino separado.

Hizo una mueca. Los sentimientos ya conocidos amenazaban con volver, entonces simplemente optó por dormir para no dejarlos avanzar. No era solo su mente sino que también su cuerpo el que estaba cansado.

Cerró los ojos con fuerza y se repitió que esto era lo mejor.

Mañana será un nuevo día.