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¿Cómo determinas el valor de una persona? Dan se preguntaba lo mismo hace días.

Él mismo no sentía que valiera algo. No tenía grandes riquezas o talentos que presumir; no era particularmente hermoso y su personalidad era terriblemente tranquila y aburrida. No resaltaba en absolutamente nada y lo sabía desde hace tiempo, así que no le importaba.

No hasta ahora, al menos.

Fue como un golpe de realidad. Él no era especial y no tenía ningún tipo de atributo que atrayera a la gente. Comparándose con los exes de Dooshik, era como una margarita a lado de dos bellísimas peonias.

No podía hacerles competencia ni aunque quisiera porque no estaba a la altura.

Al darse cuenta de eso, lo entendió. No existía una razón por la que Dooshik fuera a elegirlo. Se preguntó miles de veces a quién iban realmente dirigidas las palabras dulces y los apodos cariñosos, y ahora que lo sabía, ya estaba totalmente seguro de que nunca se vió como una opción después de todo.

Y a pesar de todo, todavía quería que Dooshik lo eligiera. Si se convirtiera en alguien digno de él, ¿lo elegiría?

Pero, ¿cómo te conviertes en merecedor de una persona? Gimió en exasperación y se frotó la cara. Su corazón le pertenecía al hombre de ojos dorados y sonrisa encantadora. Le dolía saber que no estaba en sus ojos, pero todavía lo quería y deseaba ser la opción principal.

Pero aquí estaba, se alejó para aclarar su mente y, honestamente, no se sentía del todo correcto.

"Fuí muy impulsivo". Suspiró y bajó del ascensor del complejo departamental mientras trataba de entenderse a sí mismo: quería alejarse de él por el sentimiento de traición, pero también quería volverse merecedor del amor de Dooshik y ser elegido.

- ¡Agh! -. Se quejó en voz alta sin mirar a su alrededor. Mentiría si dijera que se estaba acostumbrando rápidamente porque, por primera vez, le estaba costando demasiado adaptarse.

Y sabía demasiado bien el porqué.

Extrañaba la sonrisa de recibimiento. Extrañaba los abrazos. Extrañaba las palabras cálidas. Extrañaba la calidez. Carajo, extrañaba a Kang Dooshik tanto que estaba conteniéndose muchísimo de correr hacia él nuevamente.

Habían tantas razones para quedarse y para volver, y ambas entraban en conflicto constantemente causando un dolor de cabeza increíble al pobre Dan. Se bajó del ascensor y caminó a la salida mientras suspiraba; estaba infinitamente cansado de esos pensamientos y de su corazón retumbante.

Levantó la mirada y vió su reflejo en los enormes ventanales de las tiendas. Piel pálida, cabello castaño caramelo y ojos miel; eso fue lo que vió en su reflejo. No resaltaba en nada y la delgadez que empezaba a mostrarse nuevamente no ayudaba.

Desvió la mirada y despejó su mente. No, este no era el momento ni el lugar para hundirse en sus pensamientos, debía irse a trabajar.

Y con un fuerte respiro, salió del lugar.

金継ぎ

– ¡Woah, buen trabajo a todos! –. Exclamó una de sus colegas.

Oyó a todos dándose ánimos y felicitándose. Dan agradeció y se retiró del gran establecimiento mirando en su teléfono el local de ropa más cercano.

El lugar al que Jaeil lo envió era excelente en todos los aspectos y estaba increíblemente satisfecho con eso, por lo que no había queja alguna. Claro, eso si exceptuaba el hecho de que no hacía amigos y permanecía lo más reservado posible.

Kintsugi || DanShikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora