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¡! TW: mención de intento de SA; violencia; sangre.
Lean bajo su propio riesgo.

金継ぎ

Su cuerpo fue levantado y arrojado al piso de la sala. El choque contra el frío suelo fue brutal y lo descolocó por completo. Un pitido empezó a sonar en sus oídos sin darle tiempo alguno de reincorporarse antes de sentir una patada en el vientre.

Gritó mudo del dolor, encogiéndose y mirando hacia arriba.

Deseó no haberlo hecho.

Los ojos cegados por la ira lo escrutaban con suma atención y la expresión casi diabólica le hizo entender que no tenía oportunidad alguna de detenerlo.

Tenía que huir.

Apenas hizo el amago cuando Jaekyung lo tomó del cabello y acercó su rostro. La vena resaltaba en su frente y la sonrisa retorcida del pelinegro empezaron a hacerse notar a medida que le recorría con la mirada.

Se estremeció.

No, no, no, no, ¡No había manera!

– Se-señor Jaekyung, es-escúcheme...

– Ah, al parecer te gusta hablar, Kim Dan –. Dijo en un tono aterrador –. Realmente le dijiste mucho a los medios. ¿A quién le chupaste el pene para tener este departamento? Debiste menearle la cola a varios para esconderte después de abrir esa estúpida boca. Sorpresa, Dan, igual te encontré, y me las vas a pagar.

Su rostro impactó de bruses contra el suelo. Jadeó en busca de aire antes de volver a estrellarse contra la fría madera.

Jaekyung pareció soltarlo un segundo antes de voltearlo y otorgarle un puñetazo en las costillas. Gritó de dolor y sintió más golpes venir.

Trató de zafarse pateando el abdomen del hombre fornido sin éxito alguno. Se encogió y cubrió con sus débiles brazos tanto como pudo.

Los puñetazos se detuvieron para dar paso a las patadas.

Miró con desesperación hacia la puerta ahora abierta levemente. Muchos de sus vecinos no estaban y las paredes eran insonorizadas; a menos que alguien pasara por el pasillo, nadie lo oiría.

Tal vez si lograba correr hasta la puerta...

– ¡Ugh! –. La patada alcanzó su espalda baja, obligándolo a abrir su postura. Jaekyung aprovechó esa oportunidad y lo levantó para estampar su cara contra la mesa del comedor.

– Parece que las zorras como tú necesitan ser castigadas –. El aliento caliente chocó contra su nuca y se estremeció –. Tendré que enseñarte lo que realmente es un abuso, aunque para una puta como tú lo más probable es que lo disfrutes, ¿no es así?

Joo se rió. La risa estridente penetró en los oídos de Dan, quien trataba de escaparse a toda costa y evitaba mirar a Jaekyung como si fuera la peste.

"No. No me toques, no me toques, no me toques, no me toques.".

– Oh, ¿ahora no me miras? –. Su rostro fue girado hacia el pelinegro –. Mírame bien, doctor Dan. Mira el rostro de la persona que va a destrozar tu agujero al punto en que ni siquiera podrá cerrarse de nuevo.

Plaf.

Su reacción fue inconsciente. Su mano abierta se estrelló contra el rostro blanco del boxeador dejando una marca roja. La expresión burlona cambió y él tomó la mano con la que golpeó su cara con una fuerza brutal.

– Hijo de puta.

Crack.

Dan lanzó un grito que podía oírse a kilómetros. Lloró abiertamente al sentir el dolor apoderarse de toda su mano derecha y la miró.

Kintsugi || DanShikWhere stories live. Discover now