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Las fiestas estaban a la vuelta de la esquina y en Sashimi Premium el ambiente se sentía.

Con la temporada alta en pleno auge, todos estaban moviéndose de un lado a otro sin ningún descanso. Incluso para Dan, que apenas se había reincorporado, no había respiro alguno.

Cortar, cocinar, servir o empaquetar; atender llamadas, recepcionar pedidos, ir a las mesas. ¿Desde cuándo el restaurante se hizo tan popular como para tener una cantidad masiva de clientes y de manera constante? Nadie tenía idea ni tiempo para pensar.

Qué agotador.

– ¡Pedido 57, jjampong!

– ¡A la orden! –. Respondió Dan inmediatamente y empezó a trabajar lo más rápido que podía.

"Realmente descansé mucho, huh", pensó mientras sacaba los mariscos del congelador. Tuvo muchos trabajos, pero sorpresivamente ninguno lo tenía tan cansado como el de ser un chef de cocina.

Tronó su cuello y puso manos a la obra. Detrás de él, Dooshik se encontraba cocinando panqueques de mariscos y tteobokki con toda la tranquilidad del mundo. Bufó al verlo tan pacífico mientras que él sentía que sus brazos se caían.

¿Le hacía falta mejorar su fuerza física? Tendría que ponerse a hacer algo de ejercicio cuando tuviera tiempo.

En un momento fugaz, sintió unas manos posarse en su cintura y luego un beso le fue plantado en la mejilla.

– Cariño, ya falta poco para cerrar. Tú puedes~ –. Canturreó Kang antes de colocar los platos en la bandeja de servicio y entregarla a Juyeon, quien salió disparada por la puerta.

El rubio abultó los labios mientras sentía su rostro enrojecer. Ojalá fuera tan fácil como su novio lo hacía parecer.

金継ぎ

– ¡Ugh! ¡Estoy cansada!

– No siento mis piernas...

– ¡Oh, Seungho-ya!

Estaba derrotado. Las chicas y Dan estaban tirados sobre la mesa sin siquiera poder mover un dedo mientras oían a Nakyum correr hacia su novio y a Dooshik hablar con ambos.

El cuerpo pesaba muchísimo y los tres lo sentían más que nunca. Realmente era difícil ganarse la vida...

– Ugh, mira a Nakyum –. Dijo Leah apuntando hacia el pelinegro que era abrazado por un hombre más alto –. Su cargador parece haber llegado, ¿es por eso que no está cansado?

– El amor es una batería~ –. Cantó Juyeon con una voz cansada.

Dan se burló de ambas en su mente y miró hacía las tres personas paradas en la puerta. Dooshik, Nakyum y su novio estaban hablando (realmente solo Kang y el hombre pelinegro estaban haciéndolo) de una que otra cosa. No tenía idea de que esos dos se conocían, ¿de qué podría ser...?

Nakyum miró en su dirección y caminó hacia ellos con una sonrisa colgando de sus labios.

– Ugh~, ya basta. Kyum, estás derramando miel. Me enfermas –. Clamó Leah con el rostro asqueado.

– Extraño a mi novia –. Todos voltearon hacia Juyeon con los ojos sorprendidos.

– Yeon-ah, ¿tienes novia? –. Preguntó el rubio con sorpresa.

– No, espera, ¿Hay alguien ahí afuera que soporta tu intensidad? ¿¡Realmente!?

– ¡Leah! –. Regañó inmediatamente el mayor –. No digas ese tipo de cosas.

– Ah~, Dan-nim, no le hagas caso. Está amargada porque todavía no encuentra el amor –. Contestó Juyeon mientras manoteaba el aire y sonreía tontamente.

Kintsugi || DanShikWhere stories live. Discover now