QUINCE: "Nadie me dirá que no puedo"

418 85 9
                                    

Ver como su vida había cambiado, le daba miedo, porque hacía un año era el mayor extrovertido del mundo, que soñaba con tener un taller como el de su padre o hacer estafas como abogado, todo eso, aunque ahora sus sueños habían cambiado, el centro de su vida ahora eran dos bebés que se jalaban el cabello entre sí hasta que gritaban muy muy agudo.

Quería hablar de lo mucho que DaBin se parecía a su padre y lo mucho que GyuRi se parecía a él, en especial cuando sonreían, porque comenzaron a sonreír a los pocos meses, empezaron también a reírse, en especial se decían cuando recibían de Chanyeol, una historia donde ponía un montón de caras tontas, eran dos bebés completamente felices.

Luego comenzaron a aprender a sentarse, YiFan con sus amigos, apostaban para ver quién aguantaba más tiempo sentado, casi siempre ganaba Gyuri, al parecer era tan competitivo como su padre, comenzaron a tener sus rasgos más definidos y cada uno empezó a balbucear cosas sin sentido, conversaban con su padre y Chanyeol les seguía la plática como si les entendiera, algunas veces, entre hermanos tenían más conversaciones.

Además, amaban dormir en medio de sus padres, Gyuri se apegaba a Baekhyun y DaBin a Chanyeol, dejándolos separados y sin poder tener momentos calientes, aunque los hacía muy felices verlos dormir, porque hacían pucheros entre sueños, al parecer hasta en esos lugares estaban peleando. Entonces Chanyeol llenaba sus cabecitas con besos, haciendo que quedaran todos despeinados y entonces se acercaba a Baekhyun para tener otro tipo de besos.

No era que hubieran definido la relación como

esperaban, porque aún no se tocaba ese delicado tema, al parecer, lo llevaban mejor sin tener que decir nada sobre lo que eran o lo que no eran, porque no eran amigos, pero tampoco eran una gran pareja.

Aunque, dejando de lado el romanticismo y lo lindo que podía parecer la paternidad, debía ver el otro lado, porque tener un bebé no era sencillo, tener dos, era una locura, en especial cuando su hija amaba comerse cosas que no debería, como jabón, juguetes, cosas que tenían bonito color, como esa vez que mordió la tapa del talco y se lo echo todo encima, o lo mucho que a Gyuri le gustaba rodarse de todos lados, no sabía cuántas veces ya había visto como había terminado debajo de la cama, tanto que ya ni lloraba, solo esperaba a ser rescatado mientras se comía su puño.

Chanyeol siempre que llegaba de sus clases, lo besaba, lo manoseaba un poco y luego lo retaba por culpa de los bebés, pero es que BaekHyun no tenía cuatro ojos.

O esa vez que pensó que sería buena idea colocarlos en esos columpios para bebés, mientras los empujaba uno a cada uno con una mano, pero terminaron gritando aterrados cuando apenas empezó el juego, así que estuvieron llorando todo el día y Chanyeol solo estaba tratando de consentirlos, después descubrió que al parecer sus hijos odiaban asolearse.

Vaya delicados, pensó.

Y Chanyeol le gritó, diciendo que debía experimentar poco a poco pero Baekhyun solo lo estaba arremedando con voz de tonto, porque le estaba diciendo que nada de eso era su culpa, ¿qué él como iba a saber algo como eso? Era muy fácil juzgar, pero antes de eso, lo único que había cuidado con tanto empeño, había sido su pedazo de postre, porque YiFan siempre se los comía.

Creía que Yeol era un histérico con sus hijos, debía controlarse o iba a sufrir un infarto antes de que los niños fueran a la escuela primaria, Baekhyun hubiera querido que todo vieran como se puso cuando a sus hijos algo les cayó mal y vomitaron, casi se mata porque había creído que era su culpa, pero resulto que a sus retoños se les había ocurrido comerse un pedazo de barra de fibra.

Baekhyun quería creer que con todo el paso del tiempo, eso terminaría siendo mejor, es decir, tenían casi seis meses, eso ayudaba un poco ¿no? Porque entonces ellos en realidad ya no eran tan frágiles, no eran, pero antes los comparaba con una colección de porcelana y ahora eran frágiles como...porcelana envuelta en papel burbuja.

Guerra de DormitorioWhere stories live. Discover now