capítulo 1

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En esta sociedad clasista, por norma general, los omegas que entraban solos a un bar, club nocturno o discoteca, no tenían derecho a elegir. Si un alfa ponía sus ojos sobre ellos, prácticamente el omega estaba perdido. El instinto del cuerpo, más en un omega, era una condenación. El criterio social, cultural y político, dictaba que el omega siempre era la presa. Sin embargo, Taehyung no funcionaba así.
Él escogía.
Él decidía.
Él seleccionaba.
Podría ser un omega, pero él jamás era quien estaba de rodillas delante de nadie. En esta época donde la población era clasificada entre, alfas, betas y omegas. Los omegas siempre estaban al final de la cadena alimenticia, en todos los aspectos. Socialmente, los omegas no eran considerados buenos para nada, excepto para abrir las piernas, ser follados y parir muchos bebés.
En cuestión laboral, una empresa no se arriesgaba a contratar un omega a razón de que podría traer problemas si no lograba controlar sus feromonas. En ciertos lugares con poca ventilación, tampoco eran aceptados. Eso sin mencionar que cualquier otro género pensaba que tenía derecho a obligar y someter a un omega simplemente porque eran eso, omegas. Esta era la sociedad en la cual vivían actualmente, pero Taehyung se había negado a bajar la cabeza. Era un omega. Pero no por esa razón permitiría ser tratado poco menos que una persona con derechos. Él nunca tuvo miedo de luchar por lo que deseaba y necesitaba. Con apelaciones y amparos ante la corte de justicia de la nación, había logrado terminar la universidad. Su coeficiente intelectual le había ayudado para demostrarle a todos que tenía un cerebro y no solo era un culo que follar. Además de que, gracias a un feliz accidente, Taehyung había descubierto que gracias a sus feromonas podría lograr someter a los alfas, más fuertes y poderosos para conseguir sus interese. Tal vez era algo bajo y malvado, pero si un alfa podría imponerse a voluntad simplemente por ser un alfa. ¿Por qué él no podía utilizar el poder de su género para conseguir sus objetivos? A sus veinticinco años, Kim Taehyung era un inversor reconocido. Que, aunque no era millonario, tenía lo suficiente para vivir holgadamente y con algunos lujos. Trabajaba en lo que deseaba, vivía como quería y hacía lo que mejor convenía a sus intereses laborales y también a su vida personal. Actualmente, Taehyung no deseaba una relación con nadie. En sus planes no estaba enlazarse a ningún alfa. ¡Jamás! Él se había jurado jamás someterse a la voluntad de alguien. No obstante, aunque se negaba al amor, disfrutar de una noche de sexo caliente para un omega como él era lo más fácil y divertido del mundo. Sin compromiso y sin complicaciones. Él siempre escogía a su ligue de una noche. Taehyung era caliente… muy caliente. Una noche de sexo caliente, solo podía ser superada por una noche caliente de sexo entre un omega y un alfa. Ciertamente, el sexo era la mejor parte de ser un adulto y aunque la mayoría del tiempo Taehyung odiaba el género con el cual había nacido, aun así, amaba el sexo. No había nada mejor para aligerar una semana de estrés y mucho trabajo, que una buena noche de sexo. En ocasiones recurría a llamar algunos de sus compañeros sexuales frecuentas, pero esa noche deseaba algo diferente. Solamente quería sexo, sin cenas ni charlas de por medio.
Cuando le menciono a Jimin sus planes, su amigo, aunque verbalmente no había dicho una palabra, en su mirada puedo ver que la idea no le pareció en lo absoluto. Su amigo Jimin había cambiado mucho desde que se había enamorado. ¿Quién hubiera pensado que alguien tan duro y frío como Park Jimin hubiera encontrado el amor en un pequeño y agradable omega? Jimin era, y es, el único alfa con el que Taehyung siempre había podido trabajar sin que entre ellos existiera una constante lucha de poder. Desde la universidad, Jimin siempre fue el único que lo apoyó y creyó en sus habilidades. Ahora tenían un despacho contable juntos y les iba realmente bien. Pero por muy buenos amigos que fueran, Jimin no era su padre para andarlo reprendiendo por querer divertirse. Él no tenía un compañero, ni una relación estable con nadie, así que podría divertirse con quien siquiera de vez en cuando. Después de todo, era solamente sexo. Al llegar al club nocturno, Taehyung metió el coche en un parking cercano y entró en el local sin tener que hacer fila. Tenía varios conocidos ahí y dejaba muy buenas propias a los betas que trabajaban en el local que le aseguraban un buen trato por parte de ellos. Al llegar a la barra se encontró con varios conocidos. En su mayoría eran betas, al ellos no poder percibir feromonas, ni alfas, ni omegas, era fácil poder tratar con ellos. Incluso en ocasiones le agradaba tener sexo con los betas, aunque no resultaba igual de intenso que con un alfa. Sexo normal siempre era suficiente, pero esa noche en particular, deseaba algo espectacular. No paso mucho tiempo para que encontrara lo que estaba buscando. Al final del bar localizó a un alfa bastante atractivo a pesar de la edad que andaba rondando los veintesiete o poco más. No era que la edad importara mucho, pero por lo general prefería a hombres de su edad, pero este hombre en particular lo atrajo, tenía que admitir ese cabello rojizo le otorgaban un aire sensual y sexi. No le costó mucho trabajo seducir al alfa. Taehyung no necesitaba mostrar mucha piel, o dejar salir sus feromonas, o tratar de insinuarse para obtener lo que deseaba. No hizo falta hablar. Con una mirada bastó para saber lo que querían y lo que buscaban. Quince minutos después, ambos estaban yéndose a un motel cercano al club. El alfa le había dicho su nombre, junto con la invitación para ir a su departamento. A Taehyung no le interesaba el nombre y tampoco era un idiota como ir al territorio de un alfa. Hacerlo en un hotel o motel era la opción más segura. Taehyung no necesitó tomar una ducha, siempre optaba por prepararse previamente para no perder tiempo en tonterías. Mientras él se quitaba los zapatos, su cuerpo se tensó al percibir las feromonas del alfa invadiendo la estancia, sonrió secretamente. Le gustaban las feromonas alfas. Lo excitaba un alfa dominante. Pero Taehyung era aún más dominante. Girándose, clavó la mirada en el alfa, al tiempo que desabrochaba sus pantalones, dejo salir sus feromonas. Le gustaba ese juego de dominación. Alfa vs. Omega. Y aunque los científicos más importantes afirmaran que los alfas eran el género más fuerte en la faz de la tierra. Pocas posibilidades tenían los alfas de resistirse a la seducción de un omega. Los alfas no podían controlar sus instintos cuando un omega excitado estaba delante de ellos. Estaba científicamente comprobado que los alfas harían lo que fuera por follar un omega, eso dejaba la pregunta ¿Entonces eran el género más fuerte? Este era su juego, con sus normas, a Taehyung le encantaba disfrutar del morbo y del placer. Al alfa delante de él se le dilataron las pupilas y su mirada lujuriosa habló por sí sola. Lo deseaba. Deseaba tocarlo y follarlo. Taehyung sonrió. Se sentó en la cama y le hizo una señal con el dedo para que se acercara, el alfa obedeció. Cuando estuvo frente a él, el alfa estuvo a nada de saltar encima de él, pero Taehyung lo detuvo con la mano alzada. El alfa enarcó una ceja. Taehyung intensificó el flujo de sus feromonas antes de ordenar.
—De rodillas.
Jamás apartó la mirada, dejándole claro al alfa quien era quien ordenaba en esa situación. Los segundos pasaron y observó la resistencia por parte del alfa. Taehyung no desesperó. Con una mano, logró desabotonar su camisa.
El alfa se lamió los labios al observar cómo Taehyung delineaba con su dedo índice, su pezón derecho. La intensidad del momento subía. El alfa había encontrado lo que habían ido a buscar en ese local, cayó de rodillas delante de él. Taehyung sonrió. Taehyung era consciente de su atractivo y siempre lo utilizaba a su favor. El alfa comenzó haciéndole una felación que no fue tan satisfactoria como otras, pero Taehyung lo dejo pasar. También permitió que el alfa lo lamiera y tocara todo lo que quiso. No permitió besarlo, y cuando fue el momento de la penetración, previamente ordenarle al alfa que se pusiera un preservativo, Taehyung los hizo girar y quien estuvo en la parte superior y controló en todo momento la penetración, fue Taehyung. Nunca permitía a un alfa estar encima de él. Por un momento la naturaleza alfa del hombre se resistió, pero sucumbió ante la seducción de Taehyung. El sexo fue duro, caliente, desinhibido y el alfa no tuvo de qué quejarse. Taehyung no era tan egoísta, nunca actuaba solamente por su placer, ambos se corrieron muchas veces.
Cuando el sexo terminó, Taehyung se levantó y fue directo a la ducha, mientras el agua corría por su cuerpo, Taehyung cerró los ojos. El sexo lo relajaba, lo cautivaba, pero una parte de su vida estaba incompleta. No lo quería reconocer, pero algo en él quería tener lo que Jimin y otros conocidos tenían. Una vida sexual plena con una pareja. El problema era que él era muy exigente y no estaba dispuesto a bajar la cabeza ante cualquier alfa. Era parte de la naturaleza alfa controlar y la naturaleza poco peculiar de Taehyung no le permitiría estar debajo de nadie. Una vez cerró el agua de la ducha, observó al alfa recostado en la cama. El alfa, aún estaba excitado y aunque estaba tratando de disimular estar entretenido con su teléfono móvil, estaba más que claro que deseaba continuar con otra ronda. Los alfas eran muy sexuales, su libido en ocasiones no tenía límite. Pero Taehyung ya había tenido demasiado por una noche. Taehyung buscó su ropa, antes de colocarse el pantalón, busco en su bolsillo la pequeña caja metálica que siempre llevaba consigo, eran sus inhibidores y algunas pastillas anticonceptivas de emergencia. Si Taehyung no podía imaginarse teniendo una pareja alfa, mucho menos estaba en su cabeza quedar embarazado por accidente. En sus encuentros sexuales siempre obligaba a que los alfas utilizaran preservativos, pero ese método anticonceptivo no era cien por ciento fiable. Tomó una píldora y terminó de vestirse. Sin mucha ceremonia y cortesía, se despidió del hombre y salió solo del motel. Era hora de ir a casa y concentrarse de nuevo en el trabajo, que era lo único que importaba en ese momento para Taehyung.

un omega sin rival KooV Parte #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora