capítulo 13

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Taehyung era un hombre inteligente, seguro de sí mismo, astuto y decidido. Cuando se le metía algo a la cabeza y se decidía definitivamente por ese algo, no había nada que lo detuviera o persuadiera de lo contrario.
Estaba casando y frustrado por no poder dejar de pensar en ese alfa bruto.
Después de casi una semana de analizarlo, llegó a la conclusión de que tenía que follar con él para poder sacarlo de sus sistemas. No era psicólogo ni nada por el estilo, pero después del evento tan vergonzoso que sufrió al ser drogado, creía que su deseo por ese alfa estaba ligado al hecho de no haber podido estar en control de sí mismo y su mente en ese momento.
Necesitaba el mando, necesitaba el control sobre la situación. Estaba cien por ciento seguro que toda la tensión entre ellos era a causa de eso. Taehyung estaba seguro de que si lo follaba en circunstancias normales donde él estuviera al mando, entonces dejaría de importarle tanto.
Siempre era de esa forma. Se imponía un reto y no descansaba hasta conseguirlo, en el sexo no era diferente, con el tiempo se volvía aburrido, así que una vez que follara definitivamente con el cuñado de su mejor amigo, estaba cien por ciento seguro que dejaría de impresionarlo tanto.
Durante esa semana pensó en cómo hacerlo. Por el momento la relación de ambos se basaba en miradas lejanas y gestos duros. Había intentado ir al local de Yoongi, pero en cuando Jungkook lo veía entrar, salía huyendo. Ni siquiera habían llegado a tener su guerra de palabras que eran demasiado entretenidas a consideración de Taehyung.
Así que por la tarde del viernes se encontró a sí mismo jugando a ser el asechador y acosador. Sabía gracias a su amigo Jimin, que Jungkook visitaba a Yoongi todos los días, sus planes después de eso variaban según el día que fuera. Pero al ser viernes, Jimin le dijo que por lo general Jungkook salía a beber con los amigos, a jugar a los bolos, o simplemente a buscar a alguien con quien pasar la noche. Esa última parte por un extraño motivo lo irritó.
Aunque era algo estúpido, porque era algo que él mismo practicaba con regularidad.
El bar donde Jungkook se había quedado de ver con algunos amigos no era tan impresionante, era de lo más común y concurrido. No era un local que él frecuentaría, pero ya estando ahí y teniendo su mirada ocupada en el
alfa que interactuaba con los amigos, dejo de importarle que el lugar oliera a cerveza rancia o que el humo de cigarro le irritara los ojos.
Durante varios minutos lo observó charlar, reír y jugar al billar con los amigos. A dos de ellos los ubicaba, eran betas que también trabajaban en el departamento de seguridad del edificio. El tercer acompañante era un alfa que no conocía y la cuarta rueda era una mujer. ¿Beta u omega? No podría estar seguro a esa distancia.
Minutos después, sentado en la barra, Taehyung no pudo hacer nada cuando observo que Jungkook se acercaba. No se escondería. No estaba ahí para eso. Jungkook al verlo se sorprendió un poco. O mejor dicho, se irritó.
La nariz y los labios fruncidos lo delataron. Jungkook se acercó a la barra, pero no fue cerca de Taehyung. Eso causo que Taehyung tuviera que moverse.
Vio los hombros del alfa tensarse cuando se acercó los metros que los separaban.
-Qué desagradable coincidencia.
Taehyung dijo con sarcasmo. Ciertamente, tenía un plan, pero no dejaría su orgullo de lado, además le encantaba desesperar al alfa.
-Hoy no tengo paciencia para aguantar tu encantadora personalidad.
Murmuró Jungkook sin mirarlo. Tamborileó los dedos en la barra en una clara muestra de desesperación. Su bebida estaba tardando demasiado a su parecer.
-Vaya, al parecer hoy Superman no está de buen humor.
Sin hacerle caso, Jungkook pidió al camarero lo que había ido a buscar y mientras este se lo servía, Taehyung se apoyó en la barra.
-¿Por qué están tan irritados? ¿Problemas en el trabajo? ¿Problemas con la familia? ¿Problemas en el amor...? Es viernes amigo, deberías relajarte un poco.
Taehyung levantó las cejas, divertido.
-Eso estaba haciendo hasta que llegaste.
Jungkook lo miró.
-No creo que el billar sea el mejor deporte para deshacerte de la tensión.
Comentó Taehyung sugerentemente. Era bueno seduciendo. Una mirada, una palabra susurrada... Era el mejor en ello.
-¿Acaso estás jugando?
Jungkook clavó su mirada en los labios de Taehyung cuando este, deliberadamente, pasó su lengua sobre su labio inferior. Taehyung sonrió. Este era su juego, por ello, acercó su botella de cerveza a la boca y seductoramente dio un tragó a su cerveza. Dejo que su lengua rozara el cristal de la botella. Todo eso sin apartar la mirada del rostro de Jungkook.
-Te gustaría que mis labios te rozaran así, ¿verdad?
Murmuró acercándose.
-¿Cómo?
La voz de Jungkook se escuchó ronca. Taehyung dio otro trago a su cerveza y, una vez acabó, paseó sus labios por el extremo húmedo de la botella con sensualidad y, tras chuparlo con descaro, sonrió. Jungkook parpadeó acalorado.
-¿Te gusta provocar?
Taehyung soltó una carcajada y, dejando la botella sobre la barra, respondió:
-Esa es mi segunda naturaleza.
Dispuesto a todo. Taehyung dio otro paso hacia él. Sujetó su mano y deliberadamente la coloco sobre su pecho. Incluso a través de su camisa, Taehyung estaba seguro de que Jungkook sentiría sus tetillas duras como piedras.
-¿Lo sientes?
Jungkook quiso apartar la mano, pero Taehyung no lo permitió. El morbo que su cuerpo sintió al notar cómo los dedos de él aprisionaban su tetilla, lo hizo jadear. En ese momento, la mujer que había estado en el grupo de Jungkook se acercó.
-¿Interrumpo?
Eso causo que Jungkook retirara la mano. Taehyung dio un paso atrás.
-Los chicos están sedientos y ya sabes cómo son cuando tienen sed.
La mujer deliberadamente se colocó en medio de ambos. << Maldita zorra>> Ahora que estaba cerca, Taehyung supo que la chica era una beta.
Lo mismo hubiera sido que fuera alfa u omega, eso nunca lo detendría o persuadiría de retroceder a sus planes. Rodeándola, se acercó a Jungkook por el otro lado. Él giró su rostro inmediatamente hacia Taehyung.
-Tengo una habitación reservada en el hotel que está a dos calles más abajo, habitación 3C.
Murmuró Taehyung y antes de que él dijera nada, lo agarró del cuello y acercó su rostro al de él.
-Ya estoy harto de este juego. Quiero que sepas que me encantaría chuparte y devorarte. Me deseas tanto como yo te deseo a ti. Lo sé cuándo discutimos, cuando me miras o cuando te miro.
Taehyung chocó con delicadeza su nariz contra la de Jungkook.
-Terminemos ya con esto y hagámoslo de una vez.
La tentación estaba servida.
Su voz... Su mirada... Su propuesta... Todo era tentador... La temperatura alrededor de ellos subió en décimas de segundo. Jungkook lo deseaba.
-¿Qué te hace pensar que iré? La mayor parte del tiempo eres un idiota y no me agradas.
El comentario de Jungkook, en lugar de molestarlo, lo hizo reír.
-Es solo sexo, Superman. Ni siquiera tenemos que hablar si no queremos.
Taehyung apartó su mano y retrocedió un paso.
-La puerta no tendrá seguro, entra sin llamar. Pero te advierto que si no eres tú... Alguien más será.
Dicho esto, se marchó, dejando a Jungkook bloqueado y altamente excitado por lo que había ocurrido entre los dos. Cuando Jungkook se repuso se volvió hacia Jennie, la cual seguramente había escuchado su conversación.
-¿Quién era ese tipo?
Pregunto ella. Pero Jungkook, sin querer dar muchas explicaciones, cogió su cerveza y decidió regresar con el resto del grupo. Segundos, minutos, o tal vez horas pasaron y Jungkook no podía de dejar de pensar o mejor dicho, dejar de calcular cuánto tiempo Taehyung lo esperaría antes de llamar a alguien más. ¿Por qué mierda siquiera estaba pensando en aceptar follar con él de buenas a primeras? Era ridículo. ¿Quién se creía ese omega para tratarlo de ese modo? ¿Se había vuelto loco? Kim Taehyung era un idiota si pensaba que Jungkook iría tras él como perrito faldero a la primera provocación.
Intentó convencerse de que era mala idea cuando una hora después ingresó en el dichoso hotel.
Se llamó a sí mismo idiota mientras subía al elevador.
Se dijo a sí mismo que simplemente está tomando lo que se le había sido ofrecido, que tenía muy claro lo que quería y lo que había ido a buscar allí.
Como Taehyung lo había advertido. La puerta de la habitación no estaba asegurada. <<Era una habitación muy elegante para un encuentro sexual furtivo de una noche>> La música alegraba el ambiente y la tenue luz iluminaba el cuarto, su vista viajo hacia la terraza de la habitación, la cual estaba mayormente iluminada y a través de la ventana de cristal podía ver un hermoso y elegante jacuzzi. Y relajándose entre las burbujas con una copa de vino, estaba el omega despreocupado que tanto lo atormentaba.
Sus miradas se encontraron y él sonrió. Jungkook dudó, solo un segundo. No obstante, ya estaba ahí y solamente había ido con una cosa en mente, así que avanzo hacia su objetivo.
Taehyung estaba realmente satisfecho. Por un instante creyó que el alfa no se presentaría. Que Jungkook hubiera ido allí esa noche significaba que quería algo y su orgullo masculino lo hizo sonreír, hasta el momento no existía alfa que se resistiera a sus encantos.
Jungkook caminó directamente a la terraza, con una mirada desafiante, se acercó al jacuzzi, sin decir una palabra y sin apartar la mirada, Jungkook comenzó a desnudarse. Taehyung, sin moverse, paseó la vista por el cuerpo de él y la boca se le resecó. Hombros amplios, cintura estrecha, músculos en todo el cuerpo, ese alfa era toda una tentación. Paseó la mirada por su cuerpo y finalmente clavó la vista en su larga y gruesa polla. Deseó tocarlo, lamerlo, chuparlo. Jungkook carraspeó y eso lo obligó a regresar la mirada a su rostro.
Él desafió en sus miradas, continuaba. Eso era lo que sentían los dos. Se deseaban pero eran rivales. Ambos querían quedar por encima de lo que el otro pensara, pero Taehyung no era de los hombres que se sometían ante nadie. Dejó la copa de vino sobre la mesilla y tomó un preservativo del tazón. Con lujuria, Taehyung sonrió y lanzó el preservativo hacia dirección de Jungkook, pero este cayó todavía dentro del agua cerca del borde.
-Póntelo. No digas nada y hagámoslo.
Jungkook dejó que el preservativo cayera en el jacuzzi y flotara despreocupadamente
-Te recuerdo que no soy un perro al cual puedas ordenar.
Jungkook enarcó una ceja.
-¡Ponte el jodido preservativo ya!
Ordenó Taehyung con irritación.
-No, a mí las órdenes no me van, amigo.
Taehyung rodó los ojos.
-Ya basta, por favor. Dejemos de montar un maldito drama esta noche y hagámoslo de una buena vez.
Jungkook colocó una mano en su cintura y entrecerró los ojos.
-¿Acaso acabas de pedir las cosas por favor? Debería de haberlo gravado, nadie me lo va a creer.
Taehyung chasqueó la lengua.
-Esto solo es una tregua.
Señaló el preservativo con la cabeza.
-Póntelo, ahora y deja de ser tan presumido.
Jungkook, aun sin prisas, avanzó hacia el jacuzzi y sujetó el preservativo que flotaba en el agua. Jungkook no apartó la mirada del alfa. El fibroso y musculoso cuerpo de Jungkook era impresionante. Se notaba que se cuidaba e iba al gimnasio, y cuando clavó la mirada en su vientre plano y después en su duro y tentador pene erecto, creyó morir de placer. Lo deseaba, pero no pensaba alimentar más su ego.
Jungkook negó con la cabeza, Taehyung era duro de roer y eso le gustaba.
Lo excitaba su exigencia. Y sin querer tentar a la suerte, hizo lo que el omega insoportable pedía. Tenerlo desnudo ante él era un lujo que no pensaba desaprovechar por nada del mundo. Sin quitarle la mirada de encima, se puso el preservativo y, una vez lo tuvo puesto, él comenzó a dar órdenes.
-Siéntate en el jacuzzi.
-Te he dicho que no me gusta que me den órdenes.
Protestó él.
-Pero me voy a sentar porque me gusta el agua caliente y las burbujas.
Taehyung contuvo las ganas de reír, en el fondo, su sentido del humor le gustaba, aunque no lo quisiera reconocer. Cuando Jungkook se sentó en el jacuzzi y Taehyung se movió hacia él. Estaba a punto de colocarse a ahorcajadas sobre el alfa cuando Jungkook lo detuvo.
-Antes de... Quiero saborearte.
-No hay tiempo Protestó
-Tengo trabajo en casa y debo irme pronto, hagámoslo y ya.
-He dicho que quiero saborearte.
Cortó Jungkook.
-Sube un pie al borde del jacuzzi y muéstrate.
Taehyung deseaba protestar, pero la mirada del alfa no flaqueaba, no era que no deseaba tener al alfa dándole una felación. Era simplemente que deseaba terminar con todo aquello pronto. Resignado y excitado, Taehyung se acercó más y subió un pie al borde del jacuzzi. Rápidamente, él lo sujetó para que no se escurriera y lo acercó más hacia su rostro. El alfa sin dudarlo se tragó toda su erección hasta la raíz.
Taehyung sintió una sacudida eléctrica recorrer su columna vertebral mientras Jungkook lamía y succionaba su polla, haciendo sus rodillas temblar.
Su cabeza cayó hacia atrás y sus ojos rodaron cuando el alfa lamió la cabeza, presionando su lengua en la punta de su pene. Un largo gemido profundo vibró en el pecho de Taehyung cuando el alfa deslizó dos dedos en su culo. Sus dedos agarraron el pelo de Jungkook y extendió más amplias sus piernas.
Su polla pulsó al ritmo de su corazón. Tiró del pelo de Jungkook, comenzando a embestir sus caderas hacia delante, conduciendo su pene en la deliciosa boca del alfa. El placer tenía a su piel hormigueando, y su corazón corría con tanta fuerza que podía sentir el sudor formarse en sus sienes.
-Para, para... voy a... La petición de Taehyung no fue escuchada. Jungkook no lo dejo apartarse, así que Taehyung gritó y echó su cabeza hacia atrás, su semilla estalló en una ola que lo dejó sin aliento. Su orgasmo no parecía tener fin, su polla pulsó casi hasta el punto que pensó se desmayaría. Mientras intentaba recuperar el aliento y la cordura, sintió a Jungkook atraerlo hacia sus brazos y colocarlo a ahorcadas sobre él, con sus cuerpos pegados, sintió el roce de su pene contra el suyo, sus labios se cerraron contra su cuello y continuó avanzando hacia arriba. Taehyung adivinó con antelación que el alfa tenía la intención de besarlo, así que logró apartarse a tiempo. Jungkook resopló y le dio un azote en el trasero. Eso a Taehyung no le gustó.
-Como vuelvas a azotarme, te rompo la nariz.
El alfa soltó una carcajada y sínicamente volvió a azotarlo. Taehyung entrecerró los ojos y resistió el impulso de cumplir su promesa.
-Vamos, hazlo ahora.
-¿Te refieres a que te folle?
Jungkook lo apretó más contra él.
-Sí.
-Pues pídemelo más cortésmente.
-Te lo acabo de ordenar.
Jungkook acercó sus labios hacia él, pero no lo besó, su boca se deslizó por su mejilla hacia su oído.
-Pídemelo con deseo y amablemente.
Taehyung estaba a punto de mandar a la mierda al alfa. Pero por esta ocasión claudicó. Apartándose, clavo su mejor mirada seductora en Jungkook, al tiempo que con una mano recorría sus enormes pectorales.
-Aquí me tienes, Superman. Fóllame y déjame disfrutar de tu cuerpo.
Complacido, Jungkook lo sujetó por las mejillas de su trasero y lo acercó de nuevo. Taehyung, al ver sus intenciones, lo paró.
-No me beses.
-¿Por qué?
Preguntó sin comprender.
-No tengo que dar más explicaciones. No lo hagas y punto.
Jungkook, con malicia y sin retroceder, deslizó sus tentadores labios sobre los de él. Los tocó ligeramente al tiempo que guiaba su pene hasta el centro de su deseo, y mientras lo penetraba poco a poco.
-No creo que pueda resistir mis ganas de besarte.
-Tendrás que hacerlo Murmuró Taehyung, extasiado, encajándose totalmente en él. Ambos cerraron los ojos de placer cuando sus cuerpos se ensamblaron. Ambos encajaban perfectamente. Aquello era magnífico, colosal, Taehyung jadeó.
Jungkook, agarrándolo por la cintura, lo apretó contra su pene, deseoso de más profundidad. Taehyung gritó extasiado. Aquello era pura lucha de titanes.
Ambos lo sabían y eso los excitaba cada segundo más. Taehyung lo sujetó por el cuello.
-Voy a tomar lo que deseo. Soy egoísta y busco mi placer.
Advirtió.
-Entonces ya somos dos.
Estimulado por la fuerza y la fiereza que veía en aquel omega, Jungkook clavó los dedos en su cintura y lo movió a su antojo mientras el omega cerraba los ojos y echaba la cabeza hacia atrás, extasiado. Era precioso, diferente, tentador y le gustaba mucho... Cada día más y ahora, tras aquel encuentro, estaba seguro de que todo cambiaría. Pasados unos minutos en que el control fue de Jungkook, cuando soltó una de sus manos para sujetarlo por cuello y besarlo, Taehyung lo rechazó con maestría.
-No quiero que me beses...
-Sí...
-No... Ahora era Taehyung quien controlaba lo que hacían, mientras Jungkook, maravillado, lo dejaba hacer. Taehyung subía y bajaba sobre su pene con un ritmo estimulante que no quiso ni pudo parar y cuando vio que él jadeaba y volvía a echar la cabeza hacia atrás, lo agarró de la nuca y acercó sus ardientes labios a los del omega.
Lo necesitaba... Lo anhelaba... La posesión de él hizo que el omega no se retirara. Al contrario, abrió la boca y respondió con un asolador beso que a ambos los enloqueció, mientras Jungkook tomaba de nuevo las riendas de la posesión y Taehyung era ahora quien no quería que parara.
Durante varios minutos continuó ese ataque. Dos rivales en busca de su propio placer. Dos contrincantes disfrutando del asalto del otro. Dos amantes dispuestos a arder de pasión.
El potente pene del alfa lo penetró al máximo mientras el omega se abría gustoso para recibirlo y jadeaba de placer. Por primera vez en mucho tiempo Taehyung no se preocupó por mantenerse en control, dejo el mando al alfa. El olor de este alfa, su fiereza en el acto y su posesión lo enloquecían y gritó cuando él lo, sorprendió, incrementó el ritmo.
-Sí, así. Más duro.
Acalorado y enloquecido, Taehyung buscó su boca mientras sentía cómo su canal vibraba y lo succionaba. Perturbado por las sensaciones que lo abrumaban, acercó sus ardientes labios a los suyos y lo besó. Lo disfrutó.
Lo volvió loco. Aquellos besos de lenguas enredadas, enloquecidas, lo hicieron subir al séptimo cielo y no quería bajar.
Sin descanso, le ofreció su húmeda lengua y Jungkook lo saboreó con ansia justo en el instante en que el omega volvía a tomar las riendas de la situación. El combate continuaba y los dos querían dejar muy claro quién mandaba allí. Moviendo las caderas a un ritmo frenético de adelante hacia atrás, Taehyung se empaló de nuevo en él, que soltó un gemido gutural mientras, enloquecido, lo apretaba y lo besaba.
Maravillado, Taehyung lo dejó hacer. No lograba entender qué le ocurría.
Quería llevar él las riendas del encuentro, como siempre, pero Jungkook lo anulaba para tomarlas él. Así estuvieron durante varios minutos hasta que Taehyung. Soltó un jadeo y se dejó ir en el mismo momento en que Jungkook gritaba y se abrazaron mientras sus cuerpos temblaban ante lo ocurrido.
Con la respiración agitada, continuaron abrazados uno encima del otro, sin mirarse. Cada uno a su manera pensaba en lo ocurrido y no lo entendía.
Jungkook no recordaba el momento en que follar con otro omega se había sentido así de bien, y Taehyung no había pensado solamente sí mismo, como solía hacer. Con Jungkook aun pegado a él, sin pensarlo dos veces lo besó con delicadeza el cuello. Le encantaba su olor.
-No ha estado mal.
Declaró Jungkook. Taehyung quería contradecirlo, quería molestarlo, pero estaba tan satisfactoriamente relajado.
-Verdaderamente, lo que acabamos de hacer no ha estado nada mal, pero creo que lo podemos superar, ¿No crees?
Durante unos segundos, ambos se miraron a los ojos. Los dos intuían que el sexo entre ellos podía ser fuera de este mundo.
-No dudo que lo podemos superar.
Ahora el que sonrió fue Jungkook. Estaba claro que los dos estaban muy a gusto y no querían que el momento se acabara. Jungkook fue a morderle el lóbulo de la oreja y se dio cuenta de que Taehyung tenía cosquillas en ese punto. Eso lo hizo reír. Taehyung intento apartarse, pero Jungkook no lo permitió. Comenzó a hacerle cosquillas y a provocarlo. Taehyung comenzó a reír y a devolverle el ataque.
Durante un rato, jugaron en el jacuzzi como dos tontos adolescentes y Jungkook disfrutó de una faceta de Kim Taehyung que no conocía. Se divirtieron hasta que fueron interrumpidos por el sonido de un teléfono móvil. El móvil de Taehyung estaba a un costado del jacuzzi. Estirando la mano, lo sujetó y miró la pantalla, el gesto de Taehyung cambió al mirar quien llamaba y se apartó, pero Jungkook lo sujetaba por la cintura.
-Suéltame.
-¿Por qué?
Jungkook le dedicó una mirada fría e impersonal
-Porque lo digo yo. El juego terminó.
Aquel tono de voz... aquella mirada dura... eso fue lo que hizo que lo soltara. Sin moverse, Jungkook lo observó salir del jacuzzi. ¿Qué había ocurrido? ¿Por qué tan pronto pasaba de ser un dulce maravilloso omega a ser una rosa con espinas? Sin mirarlo, Taehyung cogió el albornoz que estaba en una silla, se lo puso y se marchó mientras sin decir otra palabra. Jungkook solo pudo observarlo marcharse.
-Hijo de puta... Murmuró al verlo a través de la ventana entrar en cuarto de baño.
Minutos pasaron y él no aparecía. ¿Qué debía hacer? Sintiéndose el hombre más idiota del mundo, se levantó del jacuzzi. Con toda prisa sé medio seco el cuerpo y se vistió, para cuando llegó a la puerta principal, Taehyung aún no salía del cuarto de baño, se escuchaba el sonido de la regadera. Confundido y furioso, Jungkook abrió la puerta y se marchó.

un omega sin rival KooV Parte #1Where stories live. Discover now