capítulo 8

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Jungkook calmó sus caderas, su respiración era áspera.
—Estoy aquí. Todavía te tengo.
Taehyung, poco a poco, se dio cuenta de su entorno. El pene de Jungkook aún estaba duro y presionaba firmemente contra él, a través de las capas de ropa. Taehyung no se había corrido en su ropa interior desde que era un adolescente en su primer periodo de celo.
—Oh dios.
Susurró. Taehyung abrió los ojos y miró a su alrededor.
—¿Taehyung?
La vergüenza era una cosa horrible, pero tenía que mirarle a los ojos. La mirada de preocupación en su hermoso rostro solamente lo hizo peor.
—Bájame.
Ordenó. Lo dejó en el suelo. Sus rodillas temblaron, amenazando con ceder bajo su peso cuando se puso de pie. Jungkook lo soltó y él se retiró, dejándolo ir. Los temblores empeoraron y se apoyó contra el costado de su auto para mantenerse en pie por sí mismo.
—¿Todavía sientes dolor?
No podía hablar, pero negó con la cabeza. Había saltado sobre él en el estacionamiento. Jungkook no tenía la culpa. Taehyung prácticamente le había suplicado que lo ayudara y él lo había hecho.
—Esto no ha terminado. Tengo que ir a casa.
El orgasmo reciente, solo le daría unos minutos de lucidez. Tenía que pensar que hacer. ¡Maldito Jimin! ¿Por qué precisamente ese día pensó en tener una tarde romántica con su compañero embarazado? Con ahora un compañero, el celo de Taehyung no le afectaría tanto como a otros alfas. De hecho, en circunstancias similares, Jimin siempre lo ayudó a que llegara a salvo a casa. Su amigo era de los pocos alfas que no fácilmente se dejaban dominar por su genética. Le había enviado un mensaje cuando salió de la oficina, pero Jimin nunca contesto.
Los ojos de Taehyung se agrandaron cuando la humedad se filtró por sus muslos. Tenía que ser debido a que acababa de correrse, pero era mucho.
Sus tetillas se pusieron duras hasta que fue doloroso y una aguda sensación
punzante sacudió su vientre y se extendió hacia arriba a su caja torácica. Se quedó sin aliento y se dobló.
—¡Taehyung!
Jungkook estaba a su lado un instante después, una mano agarrando su hombro y la otra en su cadera. No podía respirar. Una terrible agonía rasgó a través de su centro y lo único que la impedía caer al suelo era Jungkook. El corazón le latía con tanta rapidez que se preguntó si tendría un ataque al corazón. El dolor le apuñaló el pecho. Levantó la cabeza y miró a Jungkook.
—Fóllame.
Fue una súplica y una orden. Taehyung no era estúpido. El dolor no desaparecería, así como así. Su vientre necesitaba el semen de un alfa.  ¡Maldita genética de mierda! Taehyung haría cualquier cosa, probaría lo que fuera, para hacer que el dolor se detuviera. Jungkook cambió su agarre y lo obligó a enderezarse. Ayudó para que Taehyung aspirara una bocanada de aire.
—Tranquilo, todo estará bien.
Le necesitaba para hacer que el dolor desapareciera. Sus besos y su toque convertían el dolor en placer. Fue casi instintivo que hiciera un puño con su camisa y lo obligara a acercarse. El sonido de la tela al rasgarse fue impactante.
Era más alto, pero Taehyung usó su otra mano para agarrar un puñado de su negro pelo, tirando de él para conseguir su boca sobre la suya. Sus labios se encontraron con los suyos cuando inclinó la cabeza y lo besó frenéticamente. La agonía se desvaneció en la necesidad sexual. No le importaba nada excepto trepar su alta figura. Lo ayudó, enganchando un brazo alrededor de su cintura y elevándolo. Gemidos fuertes salieron de su garganta cuando envolvió sus piernas alrededor de su cintura una vez más.
Empezó a moverse, moliendo su entrepierna contra la parte delantera de sus pantalones. Él apartó la boca y volvió la cabeza.
—Reduce la velocidad.
Jadeó.
—No.
Se centró en la garganta expuesta, lamiendo y mordiendo.
—Joder.
Su voz se hizo más profunda. Lo deseaba, demasiado. Eso significaba que tenía que liberar su camisa. Soltó su camisa y se agachó, intentando pasar sus dedos entre sus cuerpos para buscar la hebilla de sus pantalones vaqueros. Él inclinó la espalda lo suficiente para darle espacio y Taehyung arañó la delantera de sus pantalones. De repente se dio la vuelta y quedó atrapado entre su cuerpo y su auto, otra vez. El alfa lo inmovilizó allí y con su mano libre la apartó de su pelo.
—Más despacio.
Exigió. Se apartó de su garganta y se rindió en sus manos. Lo soltó y se apoderó de su mandíbula, volviendo la cara lo suficiente para besarlo de nuevo. Su lengua se adentró en su boca y Taehyung gimió.
De repente, el alfa se apartó. Taehyung protestó e intentó girarse y saltarle encima. Jungkook lo debutó.
—Alguien viene.
Le advirtió. Pero para Taehyung ese no era un problema. Si tenía que follar delante de una multitud, lo haría. Así de grande era su necesidad.
Taehyung se retorció contra el bulto en sus pantalones, moviéndose arriba y abajo en su contra. Se sentía muy bien, pero quería más.
—Es un auto. Debemos irnos.
Jungkook lo apartó del auto, sosteniéndolo con fuerza contra su cuerpo con los brazos y las piernas envueltos a su alrededor. No supo cómo lo logró, pero Jungkook, con él en brazos, logró meterlos en la parte trasera del auto de Taehyung.
Taehyung terminó a horcajadas sobre su regazo, con su culo encaramado en el borde del asiento, dándole espacio a sus piernas para que no se aplastaran entre ellos. Jungkook cerró la puerta con un fuerte portazo. Eso a Taehyung no le importo, no al menos en ese momento y Taehyung amaba a su auto, pero en su estado, sus prioridades eran otras.
Taehyung fue a por la boca de Jungkook. Estaban en el asiento trasero y estaban solos. Las ventanas estaban polarizadas y Taehyung esperaba que nadie pudiera verlos. Él lo besó con pasión suficiente para robarle el aliento. Se movió en su regazo, frenético por venirse otra vez. Jungkook apartó la boca de la suya, dejando a ambos jadeando.
—Voy a girarte. Extiende las piernas.
No quería dejarle ir, pero él forzó la situación cuando lo agarró por las caderas y lo levantó, girando al mismo tiempo. Taehyung cayó de plano sobre el asiento de cuero y él les estiró hasta la puerta, todavía con él. Una de sus piernas estaba atrapada entre su cadera y la parte posterior del asiento. Con gran esfuerzo bajo sus pantalones y ropa interior. Él lo atrajo más cerca, hasta que su culo estaba en contra de su lado.
—Abre para mí.
Fue una lucha hacer lo que le pedía cuando lo único que quería era lanzarse y subir de nuevo en su regazo. Soltó sus caderas alzándolo, empujando hacia arriba su estómago, y usó su otra mano para acariciar la cara interna de su muslo y alcanzar su polla. Taehyung gritó. Su pene estaba sensible.
Gritó aún más cuando sintió el bulto en los pantalones de Jungkook contra su culo. Frotándose ahí contra su entrada mojada. Taehyung echó hacia atrás la cabeza con el provocador toque y arqueó sus caderas.
—Sí.
—Estoy aquí. Confía en mí para cuidar de ti.
Se sentía demasiado bien y se retorció en el asiento, arañando el cuero por encima de su cabeza. Estaba tan dolorido. Jungkook encontró el ritmo correcto. Movió las caderas contra la entrada de su culo y su otra mano no dejó de masturbarlo, sin dejar de empujarlo hacia abajo para mantenerlo en el asiento. Taehyung cerró los ojos. Cada músculo de su cuerpo se tensó y entonces se corrió con fuerza. Tomó aire y habría gritado, si Jungkook no hubiera soltado su cadera e inclinado hacia delante para tapar su boca.
Por entre la neblina de su lujuria, Taehyung alcanzó a escuchar voces, y vio las luces que iluminaron el auto. Un ruido de motor paso a un costado de ellos. Un segundo después, volvieron a quedarse a oscuras. Giró la cabeza. El rostro del alfa era poco más que una sombra.
Yacía agotado, tratando de recuperar el aliento. Tenía el pantalón a mitad de los muslos. Jungkook estaba medio encima de él, mientras que el resto de su cuerpo ocupaba la mayor parte del asiento. Esperaba que el alfa no pudiera ver su cara mejor de lo que Taehyung podía verle a él. ¡Maldita sea! Taehyung no recordaba estar en medio de una situación tan vergonzosa.
¡Jamás perdía el control! ¡Jamás! Y lo peor era que aún estaba excitado.
—Siento haber sido agresivo.
Taehyung hizo una mueca al escuchar la disculpa del alfa. Miró a Jungkook cuando se movió sobre él. Taehyung sentía estúpido. Él siempre controlaba la situación. Él no era una princesa delicada, no necesitaba que fuera tierno y delicado. Estaba a punto de poner a este tonto alfa en su lugar, cuando Jungkook se incorporó y se desabrochó los pantalones. Se levantó del asiento para empujar sus pantalones lo suficiente para sacarlos del camino. Se volvió un poco y se aclaró la garganta.
—No te voy a follar, sé que en realidad que no lo deseas…Pero necesito liberar algo de presión.
Dijo Jungkook mirándolo a la cara. Taehyung entrecerró los ojos. ¿Quién era él para decidir lo que Taehyung deseaba o no? Eso lo molestó. No tenía por qué ser tan condescendiente con Taehyung. Odiaba que le tuvieran lástima.
Apenas y eran conocidos, pero no extraño para Taehyung tener sexo con un desconocido. Tal vez ese era el problema, Taehyung lo aceptaría si no conociera a este alfa o por lo menos tuviera la certeza de no verlo al día siguiente.
Su respiración se incrementó, los músculos de su estómago se estremecieron y un dolor sordo comenzó a construirse en su vientre. Su celo estaba lejos de acabar. Podrían ser horas. El dolor volvería como una venganza. Pero antes de que eso sucediera, Taehyung decidió recuperar algo de su autoestima y orgullo. Moviéndose ágilmente, se giró y se deshizo de los pantalones. Sintió la mirada de Jungkook sobre él. Pero eso no lo detuvo.
Con una mano, el alfa estaba masturbándose, así que Taehyung tomó su otra mano, la guio sin ningún pudor hacia la entrada de su culo. Penetró su culo con su dedo anular. Se arqueó contra él, con ganas de más. Fue increíble y gimió.
—¿Qué…?
La voz de Jungkook se hizo más profunda. Parecía asombrado por la audacia de Taehyung. Volvió la cabeza, incapaz de luchar más contra la tentación. Necesitó un poco de torsión en el asiento, pero robó una mirada a su regazo. Estaba en la sombra, pero pudo ver su polla. Era grande y su otra mano estaba envuelta alrededor de la base. Tal vez era un alfa tonto que le caía muy mal, pero estaba bien dotado. El dedo del alfa se deslizó con facilidad en su canal gracias a su lubricación natural. Una de las ventajas de ser omega. Él insertó un segundo dedo dentro de Taehyung y gritó. Increíble.
Comenzó frotar arriba y abajo fallándolo con su grueso dígito. Taehyung rodó sus caderas, tratando de reunirse con su ritmo lento. La visión de él, empuñando su polla y acariciándosela al mismo ritmo que su dedo, lo encendió más.
—Más rápido.
Le instó, con ganas de llegar rápido y duro.
—No quiero ser demasiado rudo.
Gruñó él. Taehyung se irritó. Él no estaba hecho de cristal, ni necesitaba que este alfa lo tratara con delicadeza. Así que se agachó y agarró su muñeca. Corcoveó sus caderas salvajemente, montando sus dedos. La sensación de su dígito tocando ese punto en su interior, lo hizo estremecer.
Taehyung estaba perdido en el fervor.
Él respondió gimiendo profundamente y verlo bombear su polla más rápido con su mano aumentó su excitación. Era más caliente que el infierno para Taehyung y deseaba que hubiera una mejor iluminación. Su polla parecía más gruesa y más grande que la de cualquier alfa con quien hubiera follado.
Se imaginó lo que se sentiría teniéndolo estirando su canal y llegó a su clímax, gritando.
Su canal se apretó alrededor de sus dedos, retorciéndose lo suficientemente firme para que Taehyung fuese consciente de cada detalle.
Jungkook apartó su muñeca lejos, retirando sus dedos abruptamente. Agarró su polla con ambas manos. Taehyung lo vio envolver los dedos alrededor del eje. Echó la cabeza hacia atrás, los ojos cerrados, la boca abierta. Él no hizo ni un sonido, pero todo su cuerpo se sacudió y miró hacia abajo, observándole disparar su liberación entre su mano. Arroyos gruesos de esperma chorrearon fuera. Se corrió bastante, los alfas siempre lo hacían. Y era fascinante de ver.
Jungkook se recuperó lo suficiente como enderezarse y arrancarse la camisa, la cual utilizó para limpiarse. Finalmente lo miró.
—¿Estás bien?
Taehyung arrugó la nariz.
—¿Por qué siempre tienes que preguntar? No necesito tu lástima
—No es eso… yo.
—Ya cállate. No digas nada.
Taehyung, malhumorado, se movió. La luz era escasa, pero cuando se acercó lo suficiente pudo distinguir su ceño fruncido y su cara de confusión.
El dolor de Taehyung no había regresado todavía, por lo tanto, quería recuperar algo del control que siempre tenía durante el sexo. Un alfa no lo dominaba. Taehyung trepó al regazo del alfa. Rodó sus caderas, para que sus penes se rozaran. Taehyung gimió y él se quedó paralizado.
—No hagas eso.
Dijo con voz áspera.
—No tienes idea de cuánto te deseo. Moriría por poseerte sólo una vez. Estoy en mi limite.
Taehyung siempre había ha escuchado a muchos otros alfas decir cuanto lo deseaban. Era solo una frase dicha en el calor del momento. La genética alfa estaba programada para desear a un omega, pero la mirada sincera en sus ojos la hizo creerle. No tenía intención de tocarle el rostro, pero ocurrió de todos modos. Simplemente, no pudo resistir ahuecar sus mejillas.
—Supongo que hoy es tu día de suerte, Superman.
Sus manos temblaron mientras intentó quitarse en chaleco y la camisa.
El sudor corría sobre él.
—Joder.
Jungkook no trató de ocultar su examen a fondo de su cuerpo desnudo.
—Eres perfecto.
Taehyung cuidaba de sí mismo, era su cuerpo después de todo. Era bueno sentirse sexy y se esforzaba por ello. Se acercó hacia él.
—Bésame.
Ordenó. El alfa dudó. Pero ese suave gemido gruñón que pronunció fue sexy e hizo que le doliera.
—No quiero que me odies mañana. Te arrepentirás.
—Tal vez.
Taehyung no pensaría en las consecuencias de esto. Al menos no en ese momento.
—Pero mañana no es ahora. Voy a golpearme a mí mismo, si tengo que culpar a alguien.
—¿Estás seguro?
—Sí.
Esa palabra fue lo único que el alfa necesito. Se inclinó más cerca, se apoderó de sus muslos. Apretando fuertemente sus caderas, lo alzo un poco.
—Voy a ser suave.
Declaró. Taehyung quería golpearlo. En ningún momento le estaba pidiendo ser delicado. ¿Acaso era tonto o qué? Estaba a punto de reñirlo, pero tuvo que gemir cuando el pene duro del alfa se apretó contra su entrada.
Mientras continuaba entrando en él, Jungkook lo besó. Envolvió un brazo alrededor de su cintura y el otro sobre su hombro, con las manos explorando la extensión de su espalda.
—Sólo permíteme dirigir esto, Taehyung. Voy a hacer que te sientas muy bien.
Y era aquí donde Taehyung debería dejarle claro que el único que siempre dirigía el vals era él. Pero estaba tan excitado que por el momento lo dejaría pasar. Era tan suave y, sin embargo, brusco, envió escalofríos de un buen tipo por su espina dorsal.
—Relájate.
Instó. Pero Taehyung estaba a nada de perder la paciencia, se meneó, queriendo tenerle dentro de él demasiado como para preocuparse por su tamaño.
—Hazlo rápido.
Taehyung se lanzó hacia delante. Se quedó sin aliento, la polla del alfa estiró su canal mientras empujaba dentro de él. Estaba extremadamente lubricado y listo para tomarlo, pero el idiota iba demasiado lento y cuidadoso.
—¡Maldita sea! He dicho que lo hagas. No soy de cristal.
—No quiero hacerte daño Taehyung corcoveó sus caderas. Se empujó hacia abajo luchando contra el agarre de su cintura. Él era realmente grande. Su cuerpo parecía extenderse más allá de su capacidad. Él fue más profundo y Taehyung arañó su espalda, queriendo desesperadamente que se moviera más rápido. Había estado muy seguro de que le haría daño, pero se sentía increíble.
—Demasiado lento.
Se quedó sin aliento.
—Estoy tratando de ser amable, cariño.
Murmuró, su voz ronca. ¿Cariño? Taehyung quiso golpearlo, él no era cariño de nadie. Cuando estuvo completamente en su interior se retiró un poco y ajustó sus caderas para conducirse en él de nuevo con un empuje constante. El placer anuló cualquier molestia. Él encontró ese punto dulce, sus ojos se abrieron con sorpresa y gritó su nombre.
Sus tórax se rozaban, su pene quedo atrapado en medio de sus vientres y cada movimiento rozaba su polla caliente contra. El alfa lo montó más rápido, golpeando ese mágico lugar que envió chispas de éxtasis directamente a su cerebro. Taehyung gimió, perdido en la sensación de sus cuerpos unidos. Era un ajuste perfecto y podía sentir cada centímetro del espesor de él. Jungkook los giró y Taehyung quedó recostado contra él, estrechó asiento trasero de su auto. El peso del alfa descendió sobre él, sin dejar de follarlo, rápido y duro.
Taehyung gritó cuando alcanzó el clímax. Fue diez veces más fuerte que los anteriores. Su canal apretó el pene del alfa con fuerza.
—¡Oh, demonios!— Gimió él. Se obligó a abrir los ojos a pesar de su dificultad para concentrarse en otra cosa que las oleadas de placer aun surgiendo a través de Taehyung. Jungkook levantó su cuerpo lejos de Taehyung. Una expresión de dolor contorsionó su rostro en algo casi aterrador. Apretó los dientes, mostrando los colmillos, mientras sus labios se retiraron en un casi gruñido.
Se había congelado sobre Taehyung, cuando él se había corrido, pero comenzó a follarlo de nuevo en cortas y violentas sacudidas.
Los ojos de Taehyung se abrieron y luchó por respirar. No podía introducir aire en sus pulmones. El extremo placer corriendo a través suyo fue demasiado. Jungkook gimió mientras conducía su polla más profundamente, luego permaneció allí y comenzó a correrse. El calor latía dentro de Taehyung mientras su semen lo llenaba. Otro clímax azotó a Taehyung. Era demasiado fuerte.
<<Me estoy muriendo>> pensó. El terror casi anuló el placer, pero se estrelló a través de él de nuevo. Sus ojos se cerraron y la oscuridad llegó, arrastrándolo lejos.

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Lamento la demora aquí esta el capítulo 8 Lamento si no hay detalles no soy buena en ello

un omega sin rival KooV Parte #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora