capítulo 24

64 14 0
                                    

Taehyung pensó que la mejor estrategia a seguir, sería abordar a Jungkook en un lugar seguro y la oficina fue su mejor opción. Con muchas personas alrededor creyó que tal vez Jungkook estaría más dispuesto a escucharlo sin montar un drama donde muchas personas fueran testigos. El problema fue que ese día Jungkook no se presentó a trabajar, ni al día siguiente, ni después de eso. Después de una semana de ausencia fue que se animó a preguntar por él a un guardia del edificio, el cual le había informado que Jungkook había renunciado. Incluso Jimin se mostró sorprendido por ello, después de todo él le había conseguido el trabajo.
Toda esa semana el humor de Taehyung día a día se tornó oscuro y devastador. De por sí muchos le tenían miedo, ahora que paseaba por los pasillos, todos se apartaban como si él tuviera la peste. Él siempre había sido un ogro encantador, pero ahora era un monstruo. Su humor era intolerable y gracias a esa ansiedad e irritación, su estómago también había estado sensible esos días, luchaba constantemente con las ogruras gracias al coraje, se encontraba fatal. ¿Qué le ocurría? ¿Por qué era incapaz de olvidarlo? Era solo un alfa más, debería simplemente continuar con su vida.
Asumiría las consecuencias y tomaría las precauciones necesarias cuando visitara a Jimin y a Yoongi. Nunca había dependido de la presencia de un alfa y no entendía por qué ahora, precisamente a él no podía quitárselo de la cabeza ¿Por qué siquiera le importaba que estuviera molesto? Taehyung no había hecho nada malo ¿O sí? Fue simplemente sexo. Dejaron claro esa parte desde el comienzo.
Y cuando tomaba la decisión de dejar todo por la paz, se acordaba de la promesa hecha a Jimin. Tenían que hablar. Tenían que solucionar lo ocurrido.
Pero Taehyung ni siquiera en su departamento lo encontró en las tres ocasiones que decidió ir a buscarlo ¿Dónde se había metido?
De pronto, Jungkook se había convertido en una especie de droga para él.
Necesitaba saber dónde se hallaba, con quién estaba… No saber de él lo estaba volviendo loco. Así que siendo un hombre práctico decidió recurrir a la única persona que podría ayudarle, aunque estuvo toda la semana evitando enfrentarse a él, Taehyung llegó a la conclusión que si deseaba arreglar las cosas necesitaba desafear a la fiera en su guarida.
—No sé dónde está, Taehyung.
Comentó Yoongi mientras limpiaba unas cosas en una de las alacenas de la cocina. Taehyung era inteligente y como Yoongi no hacía contacto visual con él, Taehyung supo que le estaba mintiendo.
—Necesito hablar con él, Yoongi. Quiero aclarar las cosas para evitar tensiones con mi amistad con ustedes.
Insistió Taehyung con calma.
—Te digo que no sé dónde está.
—Cariño… Intervino Jimin, sentado a la mesa de la cocina
—Taehyung quiere evitar más problemas. Jungkook es tu hermano y Taehyung mi mejor amigo, mi familia. Tienen que resolver esto. Si sabes dónde está, díselo.
—¡Que no lo sé!
Yoongi gritó molesto. Se giró para enfrentarlo.
—No te creo, Yoongi Insistió Taehyung, clavando sus ojos en él
—¿Cómo no vas a saber dónde está tu hermano? Si él no te lo dijo a ti, seguramente a tu padre se lo dijo. Él no simplemente se marcharía sin despedirse.
Taehyung vio un rastro de tristeza en los ojos de Yoongi.
—¿Y por qué razón tengo que ayúdate ahora después de lo que me hicieron? Ustedes se burlaron de nosotros.
—Cariño, cálmate… Jimin miró a su pareja. Yoongi hizo una mueca y se llevó la mano a su vientre, un poquito abultado. Después asistió con la cabeza.
—Te juro que no sé exactamente dónde está…
—¡Maldita sea!
Protestó de nuevo Taehyung, tocándose el pelo. Estaba tan irritado estos días y estas noticias lo empeoraban.
—Pero tengo una idea no tan alentadora de donde podría estar.
Taehyung entrecerró los ojos.
—¿Dónde?
Demando saber, estaba perdiendo la paciencia.
—Antes de que te cuente eso…
Yoongi hizo una pausa y después dio un paso en dirección de donde Taehyung estaba sentado en la barra de la cocina.
—Dime porque quieres saber. ¿Por qué te interesa? ¿Acaso te enamoraste de mi hermano?
Y ahí estaba la palabra prohibida para Taehyung. El silencio absoluto cayó sobre la cocina. Taehyung estaba soportando un par de miradas muy pesadas que demandaban respuestas. Una respuesta que ni el mismo Taehyung conocía. Sin poder soportarlo más se levantó y su instinto decía que corriera. Al levantarse tan deprisa sintió un leve mareo, pero lo disimuló.
—No sé qué me ha pasado con él, pero… Taehyung respiró profundamente.
—Necesito hablar con él y aclarar las cosas. Todo dependerá de eso.
Miró a Yoongi a los ojos. Esto era lo único que podía afirmar y era mucho. Taehyung no era de los que hablaban de sus sentimientos. Para su total sorpresa, Yoongi comenzó a llorar. Al instante Jimin estuvo a su lado, pero no parecía preocupado, al contrario, Jimin sonrió.
—Cariño, controla tus hormonas.
Ese comentario hizo que Yoongi y limpiara sus lágrimas y fulminara a Jimin con la mirada.
—Cariño, no me hagas enfadar más.
Replicó él, tocándose la barriga
—Aún estoy enfadado contigo. Tú sabías que este par nos estaban engañando y no dijiste nada.
Jimin rio y besó a Yoongi en la frente.
—Vamos, cariño Insistió Jimin.
—Dile a Taehyung dónde está Jungkook. ¿No te da pena?
Suspirando derrotado, Yoongi miró a Taehyung. Vio tristeza en su mirada.
—No sé exactamente dónde está, pero tengo una idea aproximada de la locura que quiere cometer.
Taehyung se tensó.
—¿A qué te refieres?
—Jungkook volverá a enlistarse en el ejército.
Al escuchar esa declaración, varias cosas sucedieron al mismo tiempo.
De un momento a otro, Taehyung paso de estar de pie a sentir que todo su cuerpo caía y después flotaba. Era extraño de explicar, pero él pudo verse a sí mismo de pie ahí en la cocina mientras sus rodillas cedían y el hermoso rostro cuadrado de Yoongi preocupado y Jimin maldecir mientras se apresuraba para sostenerlo. Taehyung no paraba de escuchar su nombre. Una y otra vez escuchaba decir su nombre, pero Taehyung no tenías las fuerzas para reaccionar. La temperatura de cocina subió de repente, hacía mucho calor.
Como un horno. Después todo se ralentizó. Taehyung parpadeó e intentó comprender que era lo que Jimin estaba diciendo y de pronto todo se volvió oscuro.
Cuando Taehyung volvió a abrir los ojos, lo primero que vio fue el techo color crema de la sala de estar de la casa de Jimin y Yoongi. No intentó incorporarse, ya que de nuevo sintió que su mundo se sacudía, seguido por las náuseas que sintió. Tal vez fueron unos pocos segundos, pero se sintieron como horas, mientras ahí recostado escuchó como Yoongi y Jimin hablaban de algo. No entendía mucho de la conversación, pero las pequeñas palabras que captó lo hicieron estremecerse. “Podría estar embarazado” dijo Yoongi. “Reconozco los síntomas” agregó al momento que Jimin negó esa afirmación.
Taehyung se incorporó de golpe al escuchar a Yoongi afirmar que apostaría su negocio a que Taehyung estaba embarazado. El peso de esa palabra de diez letras le comprimió el pecho hasta hacerlo jadear, Taehyung tomó bocanadas de aire. La necesidad de escapar era muy grande. Negó con la cabeza. Al instante Jimin estuvo ahí.
—Taehyung, ¿cómo te sientes?
Preguntó su amigo arrodillándose a su lado.
—No, Jimin. No estoy embarazado. Tomo mis inhibidores y píldoras todos los días, soy demasiado cuidadoso al respecto. Lo sabes ¿Verdad?
Su amigo Jimin no dijo nada, se levantó del suelo y tomo asiento a su lado sobre el sofá y colocó una mano en su hombro. Jimin lo conocía bastante bien, y Taehyung a él. Si Jimin no decía nada inmediatamente era porque efectivamente también sospechaba lo mismo que Yoongi.
—Tranquilo, respira profundo, Taehyung.
Su voz era firme pero también vulnerable. Taehyung pudo notar la preocupación en ella.
—Pero no estoy embarazado Insistió.
—Deja que me levante.
—Taehyung, tienes que hacerte un test y entonces lo sabremos con seguridad. Yo tengo algunos en la cocina, Jimin compró demasiados aquella vez que tuvimos la sospecha… Yoongi se sonrojó.
—Queríamos estar cien por ciento seguros, pero al final solo una prueba nos convenció.
Yoongi fue bajando la voz, parecía muy inseguro
—Tengo tiempo sospechándolo, tu olor, tu palidez… Taehyung empujó el brazo de Jimin.
—¡Suéltame!
—Taehyung, escucha…
—Suéltame. ¡Ahora!
Taehyung se levantó y cruzó los brazos sobre su pecho. Tenía tanto calor y sed y se sentía tan mal en aquel momento que no era capaz de pensar con claridad.
—Taehyung, cálmate. Es solo una suposición. Tal vez nos equivoquemos, pero tienes que hacerte el test. Taehyung apretó los dientes y fulminó a Jimin con la mirada.
—¿En verdad crees que podría ser tan descuidado?
Jimin no desvió la mirada de Taehyung. Y cuando eso ocurría era porque su amigo era el hombre más seguro de sí mismo.
—También he podido notar detalles en los últimos días que por las circunstancias pase por alto. Y aunque no puedo estar completamente seguro, considero que Yoongi tiene un punto válido.
Daba la sensación de que Jimin y su semblante, estaba seguro de que su amigo preferiría tragarse un puñado de cristales antes que tener esta conversación con Taehyung en este momento. Hizo una mueca.
—Están locos, no puedo estar embarazado.
—¿Puedes simplemente hacerte el test? Por favor.
Insistió Jimin.
—¡No, Jimin! ¡No voy a hacerme un test simplemente porque ustedes piensan que debería!
La irracionalidad que Taehyung sabía que debía controlar estaba atravesando la barrera de seguridad. El pánico subió otro escalón.
—Entonces, si no estás embarazado, algo malo sucede con tu cuerpo, podríamos ir al médico…
Taehyung ya no quiso seguir escuchando a Yoongi. Se giró. Pudo haber corrido, pero sentía sus rodillas inestables. Caminó dos pasos hasta la pared más cercana y pegó su acalorada frente contra la fría pared. Enterró las manos en mi pelo y se quedó allí parado sin más, mirando la pared mientras intentaba procesar la información. Yoongi lo llamó, pero  intervino y le pidió que lo dejaran solo un segundo. Algo muy bueno porque Taehyung quería casi asesinarlos por simplemente haber planteado esa horrible posibilidad de diez letras. Ni siquiera quería decir la palabra.
Síntomas… Taehyung consideró todos esos pequeños detalles que pudieron hacer pensar a sus amigos en esa horrible posibilidad… Ciertamente, él no era como otros omegas y siempre cuido su cuerpo. Sus inhibidores eran de buena calidad y caros y por esa razón también los efectos secundarios lo afectaban. Además, tomaba píldoras anticonceptivas y píldoras de emergencia. En sus encuentros sexuales, Jungkook siempre uso preservativos.
Sabía que sus medicamentos eran seguros, nunca se preocupó por ello. A decir verdad, nunca tuvo que preocuparse, porque nunca tuvo sexo tan constantemente como en las últimas semanas. Ciertamente, su vida sexual siempre fue buena, manteniendo relaciones sexuales con distintos alfas en diferentes intervalos de días semanales. Pero con Jungkook … Joder.
Con Jungkook tuvo relaciones casi todos los días y varias veces por día, eso se traducía en montones y montones de oportunidades para que esos pequeños nadadores encontrasen la forma de entrar. De pronto, las náuseas, los mareos, los dolores de estómago, las ogruras, todo tuvo sentido. Todo se iluminó y tomó forma en un instante de entendimiento y apareció una terrible ansiedad.
—No puede ser cierto. No puede ser.
Dijo a nadie en particular. Cerró los ojos y escuchó movimiento a su espalda.
—Te apoyaré en lo que decidas hacer, Taehyung.
Escuchó la voz de Jimin. Taehyung tragó con ansiedad. La acuosa saliva se empezó a acumular en su garganta. Taehyung supo que iba a vomitar otra vez.
Se esforzó por controlar los efectos de las náuseas, pero perdió esa batalla.
A trompicones, corrió hacia el baño más cercano con la mano sobre la boca, entró en el cuarto de baño y se lanzó sobre el inodoro. Vomitó hasta que ya no quedó nada que expulsar.
Quería huir.
Jimin a su lado lo ayudó. Lo sostuvo, le dio una botella de agua, le entregó una tolla para que se limpiara el rostro. Su leal y fiel amigo, siempre a su lado. Taehyung sabía que las últimas palabras de Jimin eran ciertas. Él lo apoyaría sin importar lo que Taehyung decidiera y no lo juzgaría por ello. Un montón de ideas locas inundaron su cerebro y…
—¡Hola! ¿Hay alguien en casa?
Todo el cuerpo de Taehyung se estremeció al escuchar esa voz. No podía ser cierto. Todos estos días buscando e intentando solucionar las cosas y para colmo ahora aparecía en el peor momento de su vida. Un nuevo ataque de náuseas lo atacó y no tuvo más remedio que volver a abrazar el retrete. Y mientras terminaba de vaciar sus entrañas en lo único que Taehyung pudo pensar de nuevo es huir y desaparecer.

un omega sin rival KooV Parte #1Where stories live. Discover now