capítulo 5

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El día del gran evento, llegó. Cuando Taehyung llegó a la casa de sus amigos tuvo que hacer esfuerzos para no reír al ver la cara de Jimin al verlo llegar con compañía. Esa misma mañana había tomado la decisión de divertirse un poco, así que había llamado a Jimin para preguntarle si era demasiado tarde para invitar a alguien más. Su amigo le aseguró que no había problema, pero cometió el error de no preguntarle a quién llevaría.
Hoseok era un alfa periodista que en otro tiempo había sido no solo amigo de Taehyung, también de Jimin. Un par de años atrás, la amistan tan ambigua entre ambos alfas terminó y fue por dos razones. Incompatibilidad de ideas y un lindo omega que había caído en los brazos de Hoseok y no de Jimin. Eso fue años atrás, y ese omega ahora tenía compañero e hijos. Claramente, para Hoseok fue solo sexo, tampoco para Jimin hubiera significado mucho, no estuvo enamorado de ese omega; sin embargo, la situación para Jimin fue como una traición entre camaradas. Además, ambos eran alfas, y gracias a su genética alfa vs. Alfa siempre creaba una tensión innecesaria por la lucha de territorio y propiedades.
Tras saludar y entregar la cesta con las botellas de vino, Yoongi invitó a Hoseok a entrar en el salón, pero Jimin lo sujetó del brazo y tiró de él hacia un costado.
—¡Te volviste loco, Taehyung! ¿Por qué trajiste a Hoseok a mi casa?
Taehyung rio y contestó:
—Sé que tú no lo soportas, pero yo si me llevo bien con él…
—Solo te llevas bien con él en la cama, Taehyung.
Interrumpió Jimin con una mirada asesina.
—No te pongas así, después de tu barbacoa tengo planes y necesitaba un alfa para eso. Así que compórtate, de acuerdo.
Jimin puso los ojos en blanco.
—De todos los alfas con los que jodes, ¿Tenías que escoger precisamente a Hoseok?
—Jimin … no empieces.
—Por dios, Taehyung, ¿Cómo te puedes divertir con ese idiota?
Él soltó una risotada.
—Si lo vieras en la cama no me harías esa pregunta.
Jimin frunció el cejo.
—Desde luego, sexo. No importa que el hombre sea un idiota mientras te guste su pene ¿No es así?
—¿Qué no es lo único que importa? Sé que no es el alfa más inteligente del mundo, así que su pene es la mejor virtud que tiene y eso debe aprovecharse.
—Pero joder, Taehyung, ¿Por qué lo tienes que traer aquí?
Muerto de risa, él abrazó, colocó un brazo sobre los hombros de su amigo.
—Lo he traído para hacerte rabiar, ¡Tonto! Pero tranquilo, se comportará si tú haces lo mismo.
Su amigo lo fulminó con la mirada.
—Y es tu castigo por regañarme delante de tu cuñado. Tú te lo buscaste.
Afirmó riendo. Eso causó que su amigo riera y negara con la cabeza. La tensión entre ambos se había esfumado.
—Eres imposible, Taehyung. No sé por qué te soporto tanto.
—Porque me amas.
Riendo, entraron a la casa, así de simple era su amistad. Ahora que Taehyung había hecho su jugada, podía esperar que su amigo hiciera la suya.
Sabía que tarde o temprano Jimin se vengaría.
La barbacoa era un evento íntimo, salvo por Hoseok, todos los presentes resultaron ser amigos cercanos y familia. Hasta los padres de Jimin estaban ahí. Y ese era el mayor de los problemas y un indicativo que algo importante estaba sucediendo para que Jimin invitara a los señores Park, ya que ellos no habían estado de acuerdo con la pareja elegida de Jimin. Era bien conocido que los alfas eran considerados el pilar de todo. En ellos iniciaba la supremacía y se creían mejores que los demás. Park Jimin provenía de una familia para la cual el linaje alfa era crucial. Fue hijo único y se esperó que él continuara con el negocio familiar y los siglos de tradición que siempre existieron en la familia Park. Sin embargo, Jimin rompió esa cadena desde temprana edad, no solamente desafió a sus padres al estudiar la carrera que a él más le gustaba, también rompió todo protocolo al independizarse y no seguir con los dictados de sus progenitores. Para los Park, fue todo un golpe a sus egos que Jimin se hubiera enlazado a una simple omega sin clases y sin estatus social. Por eso era sorprendente que Jimin los invitara. Seguramente para estar aquí Jimin les había leído la cartilla. Al padre de Yoongi ya lo había conocido en otra ocasión. Era un omega hermoso a pesar de la edad y una muy agradable persona. Nada que ver con el hijo mayor.
—¿Recuerdas a Jungkook?
Taehyung miró al alfa vestido vaquero y jersey negro.
—¡Hombre, pero si es el mismísimo Superman! ¿Dónde te has dejado el disfraz?
Se burló Taehyung. El alfa cambió el gesto.
—Cielos ¿Cómo me has reconocido?
Dijo Jungkook con sarcasmo. Ahora no estaban en el trabajo, por lo tanto, Jungkook ya no tenía que ser tan educado. El padre de Jungkook los miró sucesivamente sin comprender nada. Jimin le dirigió una mirada de advertencia que Taehyung, la cual por supuesto que ignoró.
—Fue algo difícil identificarte sin estar lleno de hojas y de tierras.
Sonriendo, Taehyung se dirigió al padre de Yoongi.
—Su hijo es un héroe, se dedica a salvar a damas en peligro y gatos de los árboles.
—Cálmate amigo, es mejor que no digas nada. Estoy de incógnito, pero siempre estoy listo.  Puedo salvarte en cualquier momento.
Jimin soltó una carcajada. Ver la expresión de Taehyung no era para menos.
No entendía qué le ocurría a ese par, pero lo divertían. Y era bueno ver a alguien plantarle cara a Taehyung. Por lo general su amigo seducía a los alfas hasta que cayeran rendidos a sus pies. Finalmente, sin muchas ganas de hablar, Jungkook beso a su padre en la mejilla y le dijo que iría a traerle algo de beber.
Después de su partida, Jimin le explicó a su suegro como era que este par se llevaban mal, aunque no entendía la razón.
El evento familiar se estaba desarrollando bien, a pesar de que, en su mayoría, Jimin evitó a Hoseok. Taehyung y Jungkook se evitaron mutuamente y Jimin intentó por todos los medios que sus padres fueran amables con sus invitados. Taehyung sintió pena por su amigo. Sus padres no eran las personas más sencillas de tratar, pero por alguna razón, su misión estaba resultando.
Al menos lo fue hasta el evento principal. El objetivo el evento.
Taehyung no pudo hacer otra cosa, más que sonreír auténticamente cuando Jimin, abrazando protectoramente a Yoongi, anunció con una sonrisa radiante de felicidad que su compañero omega estaba embarazado.
Aplausos, silbidos y felicitaciones se escucharon. Por supuesto que no esperó que Hoseok saltara de felicidad, pero por lo menos aplaudió. Cosa que no hicieron los padres de Jimin. Fue una suerte que Jimin no se diera cuenta de ello al estar ocupado abrazando y besando a su emocionada pareja.
Todo fue un desastre cuando todos se acercaron a felicitar a la feliz pareja. Entre la multitud de personas, pisotones, y empujones, la desgracia no se hizo esperar. Alguien empujó a Yoongi, el cual tropezó con su suegro, y este dejo caer la copa al suelo, pero en ningún momento hizo el intento de sujetar a Yoongi para que no cayera. No supo si fue intencional o una falta de coordinación, pero Taehyung reaccionó mejor que el padre de Jimin. Cayó sobre su rodilla con una mano en el suelo y logró sostener a Yoongi con su otro brazo y amortiguó su caída con su propio cuerpo.
Como era de esperar, la preocupación de Jimin y de todos los demás fue que Yoongi no se hubiera herido, así que la contusión de la cintura de Taehyung no era algo tan importante. Como fuera, estaba agradecido de que al omega de su amigo no le hubiera ocurrido nada. Yoongi le agradeció entre un fuerte abrazo y un par de besos en la mejilla. Hasta que Jimin estuvo ahí y abrazo a su compañero y salió corriendo hacia la casa para asegurarse de que no estuviera herido.
Gracias al cielo alguien estuvo ahí para tenderle la mano y ayudarlo a levantarse. Y quien mejor para el papel que el mismo Superman.
—Gracias, pero puedo levantarme solo.
Refunfuñó. Pero Jungkook, no hizo caso, lo sujetó del ante brazo y lo ayudó a levantarse. Taehyung intentó apartarse, pero el alfa no lo permitió.
—Enséñame la mano.
—¿Para qué?
—Dame la mano –Insistió Jungkook–. Taehyung, al ver que todos lo miraban, claudicó y lo hizo.
—Te has clavado un pequeño vidrio. No te muevas y te lo quitaré.
Divertido por aquello, él se mofó.
—¿Por qué te preocupa? ¿Quieres tu segundo de héroe también hoy?
Jungkook lo miró.
—Salvaste a mi hermano de una gran caída. Mínimo te curaré la mano. Así estaremos a mano.
Sin dejarlo alejarse, Jungkook lo sujetó de la muñeca y lo guio hacia la cocina. Era obvio que Jungkook había estado con frecuencia ahí, porque supo inmediatamente donde encontrar el botiquín de primeros auxilios. Hizo que se sentara en el banco del desayunador mientras lo atendía. Taehyung observó como él, con delicadeza, lo limpiaba y le retiraba un pequeño cristal incrustado en la piel. Una pequeña gotita de sangre salió y Jungkook, sin pensarlo, agarró una tirita, se la colocó. Taehyung enarcó una ceja.
—¿Es necesario? Ni que me fuera a desangrar.
—Más vale prevenir. No queremos que manches las alfombras. Estoy en deuda contigo, pero no pienso ponerme de rodillas para limpiar tu desastre.  <<De rodillas>> Taehyung se lo imaginó de rodillas, pero no limpiando la alfombra. Un estremecimiento recorrió su columna vertebral.
<<Contrólate, Taehyung. ¡Contrólate!>> Sin embargo, su autocontrol no estaba en el mejor de los estados. Estos días Taehyung había sentido a sus feromonas fuera de control, lo cual indicaba que su ciclo de celo estaba cerca. Ese día, para poder asistir a ese evento donde habría varios alfas, había terminado por tomar varios inhibidores e incluso hasta tuvo que inyectarse. No quería correr riesgos.
—Verte de rodillas podría ser una visión interesante.
Aseguro Taehyung con una sonrisa pícara. Jungkook de tonto no tenía un pelo, estaba seguro de que había entendido la insinuación de Taehyung.
—Pues será algo que solo tendrás que imaginar, porque eso jamás lo verán tus ojos.  Jungkook cerro la cajita de primeros auxilios y caminó hacia la nevera, agarró una cerveza y, tras abrirla y dar un trago, preguntó:
—¿Cómo es que tú y Jimin son amigos? No creo haber conocido a un par tan disparejo como ustedes.
Taehyung frunció el ceño.
—¿Te refieres a que él y yo somos, alfa y omega?
—Ni de cerca.
Jungkook resopló.
—Su género no es el problema. Sus personalidades son completamente diferentes. Al menos Jimin me cae más o menos bien.
Replicó Jungkook. Taehyung sonrió.
—Es que yo soy la parte alegre del equipo. Jimin es quien siempre se preocupa demasiado. Eso da equilibrio a la ecuación.
Taehyung se burló.
—Es la lección del ying y el yan. Deberías leer un poco más, Superman.
Jungkook gruñó.
—Podrías dejar de llamarme por ese ridíc… —Por favorrrr… ¡Qué poquito sentido del humor tienes, amigo!
Jungkook dio un paso amenazante en su dirección. Taehyung saltó del banco.
—Ya basta, me estás colmando la paciencia.
—¿Acaso me estás amenazando?... Superman.
—¿Quieres dejar de tratarme como a un imbécil?
—¿No eres un imbécil?
Preguntó Taehyung. Jungkook, enfadado y con ganas de estrangularlo, siseó.
—Por supuesto que no lo soy. Y más te vale que vayas con cuidado o …
—¿O qué?
Taehyung se estaba divirtiendo.
—Me estás sacando de mis casillas como poca gente lo consigue en este mundo. Solamente te lo voy a decir una vez más antes de irme, me llamo Jungkook y es mejor que no me sigas haciendo enfadar.
Taehyung sonrió. Le encantaba sacar de quicio a los alfas y hacer enfadar a este, le estaba encantando.
—¿Me estás amenazando? Te acusaré con Jimin.
Taehyung se pasó la lengua sobre sus labios en una clara insinuación.
—Adelante, alfa. Muéstrame lo que sabes hacer.
Jimin apareció en la cocina a mitad del duelo de miradas de ambos titanes.
—¿Es que no puedo dejarlos ni cinco minutos solos a ustedes dos?
La interrupción de Jimin hizo que la tensión entre ambos se cortara. Jungkook maldijo. Aquel omega era insufrible y decidió darse la vuelta y pasar de él, pero Taehyung lo llamó:
—Eh, Superman… tienes la cremallera del pantalón abierta.
Rápidamente, él hizo ademán de subírsela y al darse cuenta de que era mentira, lo miró, pero el maldito omega estaba riendo.
—¡Has picado, tonto!
Al ver que iba a entrar de nuevo en su absurdo jueguecito, Jungkook se dio la vuelta y, con su cerveza en la mano, salió de la cocina a grandes zancadas.
Una vez se quedaron a solas, Taehyung comenzó a reír a pesar de la reprimenda que Jimin estaba a punto de darle.
—¿Por qué eres tan malo con él?
—¿Yo…?
—Es mi cuñado, Taehyung …
—El hermano de tu pareja… Agregó Taehyung divertido prediciendo el sermón de Jimin.
—Y el tío de mi bebé. No quiero tensiones entre ustedes.
Taehyung sonrió ante el comentario del orgulloso padre. ¡Jimin seria, padre!
¿Quién lo hubiera pensado?
—Felicidades, por cierto. Serás un padre estupendo.
Taehyung abrazó a su amigo. Jimin emocionado correspondió al abrazo.
—Sabía que te alegrarías por mí, no como mis padres.
Se separaron, y Taehyung no pudo hacer otra cosa que ofrecerle una sonrisa tensa.
—Ten paciencia. Sé que tu intención es unir a tu familia, por eso los invitaste, pero ellos siempre han sido así.
—No quiero que mi hijo crezca sin abuelos, pero si es algo que tengo que hacer, lo haré. Mi compañero y nuestro futuro hijo son lo más importante para mí.
Taehyung suspiró dramáticamente. 
—Sé que perdí mi lugar a favor de tu compañero y ahora por culpa de un bebé voy a caer al tercer puesto. No es algo con lo cual estar contento.
Taehyung hizo un puchero. Jimin le dio un golpe en la cabeza.
—El drama no te queda. Confórmate con saber que de momento eres mi segundo omega favorito.
Taehyung le dio un codazo a su amigo, pero este lo esquivo y lo sujetó del cuello aplicándole una llave de lucha libre.
—Pero te advierto que si vuelves a traer a Hoseok a mis eventos te voy a desconocer como amigo.
Y así comenzaron una pequeña lucha, la cual sirvió para que Jimin se relajara un poco. Comprendía lo preocupado que estaba su amigo, tenía a su omega embarazado y muchos problemas familiares. Aligerar un poco la tensión era su deber como mejor amigo .

un omega sin rival KooV Parte #1Kde žijí příběhy. Začni objevovat