capítulo 6

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Si Jungkook siempre fue un hermano sobre protector. Con su hermano omega embarazado, el modo superprotector plus estaba ahora desbloqueado. Les llamaba a todas horas y siempre estaba al pendiente de él. Además, casi todos los días se pasaba por la cafetería para asegurarse con sus propios ojos de que estaba sano y comía bien. Para un omega hombre era fácil embarazarse, pero no dejaba de ser un embarazo complicado.
—Tú y Jimin están igual. Si por ustedes fuera, no podría levantarme de la cama.
Alegó Yoongi cuando el mismo Jungkook se encargó de llevar el café a la mesa cinco. Jungkook rio.
—Eres el administrador de este lugar, para eso tienes empleados. ¿Por qué llevar tú mismo el café? ¿Qué tal si te mareas y se te cae encima?
—Hasta el momento el único que tiene los achaques del embarazo es Jimin.
Comentó Yoongi riendo y sirviéndole a su hermano un café.
—Sufre con las náuseas matutinas y no tolera los arándanos. Jungkook rio y sintió lástima por su cuñado. Era extraño cómo funcionaba la genética, y tal vez podría parecer hasta burla, pero no muchos podrían llegar a explicar cómo era que el alfa podría llegar a sentir los malestares cuando un compañero enlazado omega estaba embarazado. Los científicos tenían millones de explicaciones lógicas científicas comprobadas para explicar lo que la mayoría no comprendía. La explicación más lógica para los ciudadanos era creer que el enlace de parejas era verdadero. La mirada de Jungkook viajo hacia el cuello de su hermano. Su hermano estaba girado en ese momento hacia la izquierda, así que tenía una vista clara de su nuca, la marca de mordedura estaba ahí. La unión de un alfa con un omega. Este lazo es irrompible y unirá en un vínculo a los dos miembros de la pareja hasta la muerte del otro.
—¿Qué sucede?
Preguntó su hermano. Lo había pillado mirando su marca. Un poco sonrojado, Yoongi se llevó la mano al cuello.
—Solo me estaba preguntando si tú y Jimin pensaron en casarse también o simplemente continuaran como pareja enlazada que vive en unión libre.
En esta sociedad, solamente los alfas podían marcar un omega, el resto de relaciones eran noviazgos, relaciones en plena libertad o el matrimonio.
—Jimin me propuso matrimonio… Jungkook entrecerró los ojos al ver como su hermano agachaba la mirada.
—¿Pero…?
Insistió Jungkook.
—Tú sabes muy bien que se puede esperar que un alfa este casado con una persona, pero dado su genética puede tener a varios omegas de pareja.
La familia de Jimin …
—¡Olvídate de su familia!
Jungkook interrumpió a su hermano alzando un poco la voz, llamando así la atención de varios comensales en el local. Pero no le importaba. Alcanzó la mano de su hermano a través de la barra.
—A conveniencia de los ricos, siempre justificarán el hecho de tener a alto apetito sexual que una esposa o esposo no puede satisfacer, razón por la cual quieren tener un harén de omegas, pero eso son putadas.
Jungkook opinaba que esta sociedad clasista estaba loca. Alfa vs. Alfa no combinaba muy bien. El instinto de dominación era mucha. Pero los ricos siempre insistían en casarse entre su propio género. Hombre alfa no podría concebir con otro hombre alfa, razón por la cual los matrimonios eran con mujer alfa. De esa forma aseguraban de alguna manera por lo menos tener un hijo que fuera alfa. Era difícil para ellos concebir. Pero la medicina actual les permitía hacerlo, siempre y cuando estuvieran dispuestos a someterse a un tratamiento de fertilidad y tuvieran el dinero para ello. Tener un hijo alfa y un matrimonio poderoso ante la sociedad era el objetivo.
Detrás de cámaras, podrían tener a las parejas omegas que los satisficieran sexualmente y millones de bastardos si lo deseaban, Jungkook era un ejemplo de ello. Triste, pero cierto. Y como sociedad todos lo aceptaban.
—Jimin te ama. No todos los alfas ricos son iguales, estoy seguro que Jimin jamás te engañaría con alguien más.
Jungkook no confió en Jimin cuando lo conoció. Pero con el paso del tiempo fue testigo de cómo trataba a su hermanito y eso era suficiente para Jungkook.
—Es curioso que tú me des consejos de amor, cuando no quieres encontrar a una pareja.
—El amor no se hizo para todos.
—Jungkook …
—Ya hablamos de eso, Yoongi. Que tu amado Jimin sea un loco enamorado de su omega, no quiere decir que todos sean como él.
Ambos sonrieron.
—Confiar en el amor de Yoongi no fue fácil, pero el amor que nos profesamos pudo con todo y aquí nos tienes. Y antes de que digas nada más, creo que si le dieras la oportunidad a un…
—Yoongi Jungkook cortó el discurso de su hermano.
—Lo último que quiero hoy por hoy es complicarme la vida. Y el amor es la peor complicación.
—¿No te gustaría tener a alguien en casa esperándote todos los días?
¿Alguien que te abrace todas las noches? ¿Alguien con quien compartir lo bueno y lo malo?
—No.
Contestó sin dudar.
—Pero alguien a tu lado te daría una alegría infinita…
—No, Yoongi. Alguien a mi lado complicaría mi vida.
—Jungkook, me preocupo por ti, no me gusta verte solo y sé que aún estás considerando regresar al ejército. ¿Tú quieres que te maten? Aquí puedes tener una vida normal.
Jungkook tomó una profunda respiración. Esta era la típica conversación donde su hermano intentaba hacerlo razonar. O, mejor dicho, el plan de su hermano era casarlo para que se olvidara del ejército. En la cabecita de Yoongi tenía la seguridad de que, si Jungkook se enamoraba, eso impediría irse de nuevo.
—Hace años dijiste que no querías ser militar toda tu vida. Y lo que sucedió es un claro aviso de que es mejor que no regreses.
—Una cosa es lo que yo diga y otra la jodida realidad, Yoongi. No puedo estar dependiendo de trabajos mediocres que me den lo indispensable para vivir. ¿Quieres que me enamore? ¿Qué me casé? ¿Qué tenga hijos? Pues te aviso que con el miserable sueldo que percibo no lograría mantenerlos, ni de chiste.
—Podrías terminar la escuela y encontrar un trabajo mejor.
Cuando a Yoongi se le metía algo en la cabeza, era imposible persuadirlo. Cuando tenían este tipo de conversaciones, por lo general Jungkook encontraba la manera de cambiar el tema antes de que la alegata llegara a unos niveles altos de peligro. No era bueno para su embarazo que Yoongi se disgustara.
—Ok, será mejor que dejemos el tema.
Jungkook palmeó la mano de su hermano.
—Pero…
—Ya basta, Yoongi. Siempre que hablamos sobre el amor de mi vida, nunca podemos ponernos de acuerdo.
En ese momento, tras ellos se oyó una voz:
—¿Sigues pensando en mí? Por dios, cariño… sabía que te había dejado una buena impresión. No hay alfa en la faz de la tierra que se resista a mis encantos.
Al volverse, vieron que se trataba de Taehyung junto con Jimin.
—Idiota a la vista.
Murmuró Jungkook. Jimin, ni siquiera le prestó atención a su guerra personal.
Se limitó a rodear la barra y abrazar y besar a su compañero. Taehyung, por su parte, se sentó en el banco al lado de Jungkook, después de darle un beso rápido en la mejilla a Yoongi. Jungkook, resistió el impulso de levantarse e irse.
—A ti no te voy a besar, chico.
Dijo Taehyung arrugando la nariz.
—¿Y quién te lo está pidiendo, chico?
Jungkook se removió en el banco al percibir la esencia dulce del omega.
Demasiado dulce para su seguridad. Ese aroma enloquecería a los alfas. El omega debería de andar con cuidado. Los años de experiencia le aseguraban de que Taehyung estaba a nada de entrar en su periodo de celo. Sutilmente, intentó alejar el banco. Pero no fue tan sutil si el omega a su lado se dio cuenta.
—¿Tienes miedo de que te guste mi cercanía?
—¡Serás tonto! Tendrías que ser el último omega en la faz de la tierra para que yo pueda estar interesado en ti.
—¡Ja! Idiota alfa. Ya te gustaría a ti estar entre mis sábanas.
Jungkook soltó una carcajada.
—Nada más lejos de la realidad… chico bonito.
—¡Eh, chicos!
Jimin intentó poner calma entre ellos. Pero esa guerra era de dos.
—Hum… ¡¿bonito?! ¿Estás intentando decirme algo… fortachón?
Porque si es así, tengo que aclararte que prefiero a los alfas rubios de ojos azules y no a los morenos militares brutos.
Jungkook sonrió burlón al recordar al alfa que lo acompañaba días antes en casa de su hermano.
—Prefiero ser un moreno bruto a un alfa rubio sin cerebro. Seguro que ese tipo la única cualidad que tiene es su polla. Interesante elección de compañeros tienes, amigo. Eres tan simple.
El omega a su lado lo fulminó con la mirada. Jungkook estaba consiguiendo su objetivo. Hacerlo enfadar.
—¡Por todos los dioses! ¿Por qué siempre tienen que atacarse? ¿No pueden ser amigos?
Preguntó Jimin en tono conciliador.
—No.
Respondieron los dos al unísono. Jimin golpeó la barra con la palma abierta. Mientras con la otra abrazaba a su compañero por la cintura. Yoongi simplemente observaba pasmado el intercambio de palabras entre su hermano y Taehyung. Nunca había visto a su hermano reaccionar de esa manera. De alguna forma, buena o mala, Taehyung afectaba a Jungkook y Yoongi, que era amante de las novelas románticas, comenzó a pensar en un sinfín de bonitas posibilidades. Jimin nuevamente iba a intervenir entre la alegata de este par, pero Yoongi lo detuvo. Sujetándolo de la mano, lo alejó de la barra. El alfa y el omega, que estaban en duelo de miradas delante de ellos, ni siquiera notaron su partida.
—Me vas a desgastar de tanto mirarme.
—Lo mismo digo, aunque entiendo que me mires, todos lo hacen.
El orgullo masculino de Taehyung brilló en sus ojos con esa afirmación.
Jungkook rodó los ojos. Sí que este omega tenía la moral bastante alta.
—¿En serio?
Preguntó con sarcasmo. Taehyung asintió y divertido.
—¿ Y no te has planteado que quizá te miren por la cara de tonto que tienes?
—Puedes afirmar lo que quieras, pero te aseguro que, con una sola mirada, puedo poner a los alfas de rodillas.
Jungkook enarcó una ceja.
—Tú sí que tienes alta la moral. Ándate con ojo, un día te vas a encontrar con un alfa que no se someterá a tus caprichos.
—el día que eso suceda, los cerdos volaran.
Jungkook decidió que la mejor estrategia era abandonar esta cruzada. Pero admitía que se divertía en esta guerra de palabras con el mejor amigo de su cuñado.
—Nunca digas nunca, amigo.
Taehyung se rio. Aquel alfa lo divertía, pero Taehyung era consciente de que poco a poco estaba comenzando a sentir el alza de calor que lo había molestado toda la mañana, por su seguridad era mejor llegar pronto a casa.
Quería continuar con esta guerra de palabras, pero Taehyung mejor que nadie conocía sus límites. Y si no se iba ahora, lo más seguro era que el que terminara de rodillas, era él. Y no precisamente delante de Jungkook. Puede que ellos no fueran compatibles sexualmente. Taehyung se levantó.
—Como siempre, no ha sido una tortura verte.
Dijo con sarcasmo.
—Lo mismo digo.
Contestó Jungkook. Sin mirar atrás, Taehyung se encaminó hacia la salida.
Sacó el móvil y le envió un mensaje a Jimin. El plan había sido pasar solo a ver a Yoongi rápidamente y pedir comida para llevar. Pero claramente ahora Yoongi estaba ocupado recibiendo los mimos de su compañero alfa. Que un alfa se ocupara de ti era el ideal de todo omega, pero era algo a lo que Taehyung no aspiraba a tener jamás. Aunque era una tortura que en momentos como ese que necesitara el apoyo de alguien para pasar su ciclo de celo.
¡Maldita genética de mierda!

un omega sin rival KooV Parte #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora