capítulo 18

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Pasaron los días y sus encuentros continuaron. Disimular ante Jimin y Yoongi cada día se le hacía más cuesta arriba. Jimin era observador y conocía bastante bien a Taehyung, por algo eran mejores amigos. Disimular para Taehyung era mucho más sencillo que para Jungkook. Estar con ellos y con los amigos tomando algo o cenando y no poder besar a Taehyung, o ver cómo otros hombres se le insinuaban en busca de una cita con él era una auténtica tortura. Sin embargo, la situación siempre cambiaba. El sexo entre ellos era colosal. Caliente y morboso. Ambos lo disfrutaban. Ambos eran dos fieras insaciables, aunque Jungkook seguía consiente que lo que tenían era solo sexo y que tarde o temprano Taehyung podría terminarlo.
Una tarde del viernes, Jimin invitó a Taehyung a tomar una cerveza antes de ir a casa, Taehyung había querido negarse, pero era claro que su amigo lo necesitaba. Todo ese asunto del embarazo de su pajera y las hormonas lo estaban sofocando y aunque aún no estaba relajado con respecto a su acosador, aceptó por el bien de la amistad con su amigo Jimin. Además, pensó que no podría vivir siempre con miedo, simplemente debería de estar alerta.
Cuando pidió su cerveza de botella, le pidió al camarero que la trajera cerrada y cuando la tuvo enfrente le ordeno destaparla. Por supuesto que el camarero lo miró raro, pero a Taehyung poco le importaba. Ahorita lo que más le importaba era que en el mismo bar, pero un poco más al extremo izquierdo había llegado Jungkook, el cual solamente los había saludado con la cabeza a la distancia. Jimin había manifestado que en ese bar venía con frecuencia con su cuñado, por eso estaba ahí y no lo había invitado, pero Taehyung sabía la verdad, a propósito el alfa los había seguido.
¡Maldito tonto! Y ahora por su culpa no podía enfocarse en escuchar los problemas de su amigo, porque sin querer queriendo su mirada constantemente buscaba a aquel alfa en el local.
Taehyung no era consciente de estarse mordiendo el labio mientras contemplaba a los dos alfas jugar sobre la mesa de billar. No era un mojigato virgen para no admitir que el hecho de ver a dos espectaculares alfas en pantalones vaqueros y camisetas ajustadas era un espectáculo que cualquier ser con sangre en las venas deseaba presenciar antes de morir.
Ambos alfas eran altos, de hombros anchos, con cinturas estrechas, piernas musculosas, con una vista así cualquier persona babearía.
Ciertamente en ese momento solo estaba acostándose con un alfa, Jungkook.
Pero aun así seguía admirando la fortaleza imponente de otros alfas y no le daba pena preguntarse vagamente como sería la polla del hombre que estaba con Jungkook. Los cuerpos de los omegas estaban diseñados para sentirse atraídos por los alfas. Pero admitía para sí mismo que solo tenía ojos para uno de ellos. Se decía a sí mismo que debía controlarse y enfocarse en lo importante, pero tener a Jungkook en la misma habitación le estaba fracturando en gran medida su concentración, ¿Y quién podría concentrarse con un alfa tan guapo como el infierno que siempre lo miraba como si fuera un dulce postre que debía comer? Taehyung no era de piedra.
—He de admitir, que te estás controlando super bién.
Dijo Jimin divertido.
—¿A qué te refieres?
Taehyung se obligó apartar la mirada de la mesa de billar. Jimin tomó un sorbo de su whisky.
—Me refiero que cuando salimos, por lo general no pasan ni cinco minutos cuando ya estás buscando con quien coquetear.
Murmuró Jimin enarcando una ceja.
—Tengo ojos, creo que te gusto el alfa que es amigo de Jungkook.
¿Te estás controlando porque está con Jungkook? Seguramente lo peor que puede pasar si te acercas es que Tú y Jungkook comiencen de nuevo con su guerra de palabras, pero seguro que ese alfa apostara por ti.
Taehyung rio ante el comentario de Jimin. Por lo general Jimin siempre lo reprendía por su estilo de vida sexual, y hoy que estaba controlado ¿Lo estaba reprendiendo?
—Estás alucinando, no me interesa el amigo de tu cuñado.
Jimin agitó la mano restándole importancia
—¿Seguro? Lo miras con ojos de querértelo cenar, te controlas muy bien, me tienes sorprendido.
Taehyung miró al cielo pidiendo paciencia, aunque era un hipócrita.
—¿O será que quien te gusta es mi cuñado?
—Amigo, opinó que ya estás ebrio, deja la copa.
Jimin rio.
—No seas tímido amigo, no sería la primera vez que me dejas plantado por ir detrás de un alfa para llevártelo a la cama ¿Desde cuándo te volviste tan puritano?
—¿Qué te pasa hoy? Siempre me das un sermón sobre mi comportamiento liberal y hoy quieres que me lance en cacería sobre un alfa como si fuera una puta ansiando un pene.
Taehyung estaba comenzando a irritarse. Su amigo enarcó una ceja.
—¿Aún sigues preocupado por lo que te sucedió?
—Por supuesto, ¿Tú no lo estarías? Fui drogado por quien sabe quién ¿Sabes lo que pudo haber pasado? Discúlpame por ser más cauto, pero te voy a decepcionar. No me voy a tirar a ningún alfa que no conozca.
—¿Y a uno que conozcas sí?
Jimin lo miró directamente. Taehyung luchó por mantener la mirada fija en Jimin, si desviaba la mirada un poco, él se daría cuenta.
—Tal vez llame a alguien.
Taehyung dio un sorbo a su botella de cerveza.
—¡Eres un hipócrita! Mira que estás hablando conmigo y no me puedes engañar, además sé de sobra que tu celo está cerca. ¿Lo pasarás nuevamente con una inyección inhibidora y tu mano?
Taehyung gruñó.
—Y según tú qué es lo que trato de ocultarte, ¿Eh? Y respecto a mi ciclo… Sabes muy bien que puedo controlarlo.
Jimin, gruñó y le lanzó una servilleta.
—Es obvio que de alguna forma existe una clase de tensión entre tú y mi cuñado, deseas arrancarle los pantalones con los dientes.
—¡Cielos! ¿Te estás oyendo?
Taehyung trató de aguantar la risa.
—Eres un pervertido. ¿Me quieres emparejar con tu cuñado?
—Anda, ríete, pero estoy diciendo la verdad, te follas a Jungkook con los ojos, no soy ciego. ¿Acaso fue tan malo cuando lo hicieron? Él te salvo el trasero.
Dijo molesto.
—Y si, tal vez es mi deseo de ver que mi mejor amigo se lleva mejor con mi cuñado.
Taehyung se cruzó de brazos, su amigo hizo lo mismo, era una lucha entre titanes. Un duelo de miradas, y por lo general siempre ganaba Jimin.
—No soy un omega que busca una pareja, lo sabes.
—Siempre he tenido la esperanza que con el paso de los años cambies de parecer, yo lo hice.
Taehyung rodó los ojos.
—Tú encontraste al amor de tu vida, eso es válido. Pero no es algo que yo quiera, además… Jimin lo interrumpió.
—No te estoy diciendo que te enamores ahora, pero que dejes de tener esas ideas en la cabeza sobre que todo en el amor es malo, dale la oportunidad a una persona de acercarse a ti.
Alegó.
—Ya para con esto, Jimin. No quiero complicarme la vida.
Dijo él levantando las manos en forma de defensa.
—Tú eres que te complicas demasiado. ¿Quieres un ejemplo de verdad acerca de tensión sexual? Tú y Jungkook en la misma habitación electrizan todo a su paso, ahogan a todos con sus feromonas, cualquiera con dos dedos de frente se da cuenta, menos ustedes dos...
—¡Jimin!
Taehyung dijo el nombre completo de su amigo antes de siquiera pensarlo dos veces, eso despertó al ogro, por alguna razón que nadie conocía, a Jimin no le gustaba su nombre completo, era como agitar una bandera roja delante de un toro. La reacción de su amigo no se hizo esperar, buscó alrededor algo que lanzarle, Taehyung tuvo tiempo de moverse justo antes de que esquivar un sobrecito de cacahuates.
—¡Eres un tonto! Lo único que quiero es que vivas un poco por ti, disfruta, goza ¿Qué tiene de malo? Te conozco mejor que a nadie, y he visto de primera mano cómo esa luz que tenías años antes se ha ido apagando entre trabajo y trajes caros.
Dijo Jimin sinceramente.
—Deseas a ese alfa y él a ti ¿Entonces qué hay de malo que lleves a Jungkook a tu cama?
—No soy un omega desesperado que se acuesta con cualquiera.
¡Ya lo sé!
Dijo Jimin exasperado.
—pero desde hace mucho tiempo no te había visto mirar a un alfa como lo miras a él.
Taehyung suspiró.
—Estás loco, yo no lo miro de manera diferente a los demás.
—¡Porfavooooooor!
Dijo Jimin furioso.
—Si tus ojos se iluminan como un moribundo muerto de hambre que ve un pedazo de carne después de meses sin comer.
—Jimin …
—¡Necesitas sexo!
Gritó.
—Con urgencia he de añadir.
—Valeeee… Taehyung rodó los ojos.
—Sé que mi vida sexual está un poco olvidada, pero no me voy acostar con él, no es tan fácil.
—¿Por qué no? Ya lo hiciste una vez, solo invítalo a un hotel, dudo mucho que se niegue.
Taehyung entrecerró los ojos.
—¿Tienes problemas sexuales con Yoongi? Creo que el que le hace falta sexo es a otro. ¿Acaso ya te arrepentiste de emparejarte? ¿Encontraste a otro omega que te atraiga?
Ciertamente, Jimin y Yoongi estaban enlazados, pero era bien sabido que eso no aplacaba el apetito sexual de los alfas, conocía a tipos que se jactaban de decir que tenían un harem de omegas para servirlos. Su amigo le dio una mirada de esas que podían matar.
—Amo profundamente a Yoongi, jamás lo engañaría.
Su amigo miró hacia otro lado. Taehyung lo estudió, conocía demasiado bien a Yoongi, y esa contestación que acaba de darle lo alertaba. No era lo que Jimin decía, sino lo que no decía. Sutilmente, estaba contestano a su última pregunta con una afirmación de convicción. Taehyung se aclaró la garganta.
—Sé que jamás lo engañarías. Eres un hombre de palabra y lo amas.
Taehyung hizo una pausa y elogió sus palabras con cuidado.
—No obstante, ciertamente nuestros cuerpos en ocasiones no concuerdan con lo que nuestros corazones sienten y lo que nuestros cerebros piensan.
Jimin le dedicó una dura mirada.
—Yo controlo a mi cuerpo, no al revés.
Taehyung asintió con la cabeza. Jimin era de carácter fuerte, y ciertamente aunque una docena de omegas lo tentaran, él jamás engañaría a su pareja.
Era ahí donde radicaba el verdadero amor, la fortaleza para comprometerte a pesar del instinto que te impulsaba.
—Sé que sí.
Taehyung miro su reloj
—Termina tu bebida, tengo trabajo y debo prepararme para una reunión mañana.
Jimin apretó los labios, Taehyung hizo nota mental de salir más seguido con su amigo, era claro que Jimin estaba pasando por una etapa complicada y tenía que estar ahí para su mejor amigo. En esos últimos diez minutos, Jimin le contó sobre que sus padres siempre le presentaban a un omega diferente cada dos por tres, era la razón por la que Jimin estaba un poco inestable, amaba a Yoongi, pero las hormonas de otros omegas lo estaban afectando.
Era parte del instinto del género. Pero simplemente era imposible. Taehyung había llegado a la conclusión de que dejarse llevar por lo que deseaba era peligroso. Su cuerpo siempre se sentía atraído por los alfas, no podía evitarlo. ¡Maldita genética de mierda! Pero el problema era su relación sexual con Jungkook, estaba sobrepasando sus límites. Estaba seguro de que de alguna manera él podría traspasar las barreras que Taehyung había forjado y mirar más allá de lo que nadie más debería de ver.
Para cuando salieron del bar y se despidió de su mejor amigo Taehyung llegó a la conclusión de que no podía vivir con miedo y que gracias a ese miedo era la razón por la que pensaba que su extraño arreglo con Jungkook era aceptable en ese momento. Taehyung subió a su auto y lanzó el móvil sobre el asiento, estaba tan cansado, él no era de los que tenían miedo. Ese accidente estaba dictando su camino a seguir en ese momento, un camino que años atrás se negó a vivir. Follar con solo un alfa era cómodo para muchos, pero se estaba complicando la existencia, no quería que Jungkook se hiciera falsas esperanzas.
Miró por la ventanilla, necesitaba recobrar energía, tenía mucho que hacer todavía, según afirmaba una teoría de Jimin, “Cuando tienes el vaso medio lleno, tienes que vaciarlo” Necesitaba un momento para él y por una sola vez durante semanas decidió ser egoísta, aunque fuera solo por un par de horas, ¿Qué malo podría pasar?

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Cada vez falta poco para terminar y recuerda eres valiosa/o no dejen que te opaquen brilla a tu manera 💜

un omega sin rival KooV Parte #1Where stories live. Discover now