capitulo 2

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Taehyung se concentró en su trabajo toda la mañana, era un día importante y logró completar una muy buena transacción en la bolsa, el cliente había quedado bastante satisfecho. Gracias al desahogo sexual que tuvo el anterior día, Taehyung estaba más relajado y concentrado en el trabajo. Su energía era tanta que toda la mañana la paso tan ocupado que ni siquiera salió a almorzar. Pero tuvo que hacer una pausa cuando su amigo y socio, Jimin, irrumpió en su despacho no tan sutilmente. Taehyung miró a su amigo. Los años de conocerse le daban la experiencia para asegurar que a su amigo le sucedía algo, lo podía adivinar por su mirada.
—¿Qué sucede?
Preguntó sin rodeos.
—Llevas encerrado en tu despacho casi todo el día ¿No tengo derecho a preocuparme?
Jimin se cruzó de brazos fingiendo molestia. Taehyung enarcó una ceja.
—Hasta donde sé, tú eres más obsesivo en el trabajo que yo. Así que no te extrañe cuando decido enfocarme en cerrar unos cuantos negocios.
Ambos rieron y Jimin negó con la cabeza.
—Este fin de semana haremos una barbacoa en casa, vendrás, ¿Verdad?
Taehyung entrecerró los ojos. Había algo que Jimin no le estaba contando.
Y eso era extraño, ellos se contaban todo, ¡Todo! <<Pero él ahora tiene una pareja, y ese omega es más importante que tu>> Dijo con irritación su voz interna. Taehyung no era egoísta; sin embargo, admitía que ahora era un poco irritante tener que compartir a su mejor amigo con alguien más.
—¿Irán alfas apuestos?
Preguntó con una sexy sonrisa. Jimin resopló.
—No te hagas muchas ilusiones, es un evento familiar.
Taehyung sonrió. Familia. Una palabra que nunca pensó en escuchar de los labios de Jimin. Su amigo y su pareja omega, eran como la noche y el día, pero se amaban, era comprensible que Jimin cambiara tanto por él.
—Y te lo advierto. Como se te ocurra no venir, mi compañero amenazo con buscarte y traer arrastrando tu cadáver.
Taehyung soltó una carcajada.
—Siendo así, no arriesgaré mi vida.
Afirmó Taehyung divertido. El omega de su amigo era una cosita adorable, pero Taehyung había sido testigo de su carácter en ocasiones. Le encantaba su personalidad, su decisión y su entusiasmo.
—Iré. Dile que allí me tendrá. ¿Llevo el vino?
—De acuerdo. ¿Vendrás con compañía?
—¿Hace falta llevar acompañante?
Taehyung enarcó una ceja, de sobra estaba decir que Jimin conocía muy bien su situación. Él no tenía una pareja estable y ni en un millón de años llevaría a una pareja de jodida a casa de su mejor amigo.
—No. Pero para asegurarme la cantidad de personas que asistirán.
Divertido, Taehyung murmuró.
—Dijiste que era una cosa familiar. Un desconocido pondría incómodo a tu pareja y a su familia ¿No crees?
—Tienes razón. Ahora te dejo, tengo una reunión en diez minutos.
Taehyung sonrió y vio marcharse a su mejor amigo. Él estaba contento, podía verlo en su mirada y en la forma en la que caminaba, ese omega lo estaba haciendo feliz. Taehyung de verdad estaba feliz por él. Ellos eran mejores amigos en lo bueno y en lo malo.

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Era oficial, el teniente Jungkook ahora tenía un empleo de ocho a cinco, de lunes a viernes, con turno variado los días sábado o domingo. Aunque se había resistido a aceptar el empleo, las condiciones laborales que le ofrecieron fueron bastante buenas y él no estaba para andarse poniendo sus lujos. Además, el encargado de seguridad de ese edificio, lo atendió amablemente, aunque pensaba que esa actitud era más en atención a su cuñado que al propio Jungkook. Odiaba tener un trabajo por influencia del compañero de su hermano, pero mientras no pudiera regresar al servicio activo, no le quedaba más remedio que buscar opciones de trabajo que le permitieran pagar el alquiler a tiempo.
—¡En hora buena por nuevo empleo!
Dijo su hermano sirviéndole una malteada de fresa. Jungkook enarcó una ceja ante una bebida tan… Inocente. Pero así era su hermano de extraño.
—Gracias. Y también dale las gracias a tu compañero.
—Mi compañero, aparte de sexy, es genial ¿No es así?
Jungkook arrugó la nariz al contemplar como a su hermano se le iluminaba la mirada al hablar de su alfa.
—No creo que tu compañero sea el hombre más feo del planeta, pero tampoco es para tanto.
Ciertamente, Jungkook no podría encontrar a otro alfa atractivo. Alfa con alfa no se podía combinar. El instinto siempre los obligaba a luchar por la dominación. Había escuchado historias que afirmaban que algunos alfas les gustaba ser dominados, pero no era algo que a Jungkook le gustaría experimentar. Y el compañero de su hermano, no le caía mal. Era su predisposición a odiarlo por el simple hecho de estar al lado de su hermanito. Jungkook pensaba que no existía nadie suficientemente bueno para él. Pero aceptaba las decisiones de Yoongi.
—Mi compañero es el hombre más guapo de la tierra, y es genial también. Por supuesto que lo sabrías si tuvieras la disposición de convivir más con él.
Jungkook arrugó la nariz.
—Sin duda estás enamorado. Eso te hace creer que tu compañero es Superman o algo así.
Jungkook rio. Pero no su hermano. Le dedico una mirada firme.
—Enamorarse no es malo, hermano. Deberías de intentarlo. ¿Por qué no buscas un compañero?
—No es como si pudiera ir a buscar una pareja a la vuelta de la esquina, pequeño. Tú tuviste suerte al conocer a tu pareja, Sin embargo, por lo general no es así de fácil. Tarde o temprano aparecerá el elegido para mí, no te preocupes.
—¿Cómo no me voy a preocupar, Jungkook?
Protestó, Yoongi —¿Crees que no sé qué estas deseando volver al ejército? El ejército corre por tus venas y ante eso nada puedo hacer. Pero tienes que pensar en el futuro. En ti. ¿No quieres enamorarte? ¿Tener hijos? ¿No te da miedo morir en una de esas incursiones? Jungkook contempló la mirada dolida de su hermano. Recordó el día en que su hermano entró llorando en el hospital cuando le avisaron que había regresado herido.
—Escucha, hermano, me gusta lo que hago y…
—Ya sé que te gusta lo que haces. Pero deberías de verte en el espejo de esos soldados que hoy en día tienen las secuelas de la guerra. Algunos con mutilaciones y otros con heridas tan profundas que no les permiten ser felices, mucho menos dormir por las noches. Sé que tienes pesadillas.
Jungkook apretó los dientes, cuando lo dieron de alta en el hospital miliatar, estuvo quedándose en casa de su hermano unos días, en lo que encontraba un departamento apropiado. Jungkook sufría de insomnio y cuando lograba dormir, siempre se despertaba agitado y sudoroso. Las pesadillas siempre le pasaban fractura, pensó que fue cuidadoso para que su hermano no se enterara, pero era obvio que dentro de su casa nada se le pasaría a Yoongi.
—Creo que deberíamos dejar esta conversación, no quiero que te alteres más. Y está claro que jamás podremos estar de acuerdo.
Jungkook se levantó, era mejor marcharse antes de que comenzaran a discutir en serio.
—Yo quiero que no corras peligro, hermano. Quiero verte con una vida normal. Deseo verte enamorado, con pareja. Que seas feliz con una familia.
¿Por qué no piensas lo que digo?
—¿Te has puesto a pensar que tal vez ese panorama de vida no es lo mío?
Jungkook no era que se negara a tener una vida normal como cualquier otra persona, pero era cierto, que tal vez el amor no se hizo para todos.
—Yo sé que serías un excelente compañero. Eres el mejor. La prueba está en como siempre nos cuidas y proteges a papá a mí. Eres divertido, amoroso, atento, protector… Jungkook negó con la cabeza. Rodeó la barra y abrazó a su hermanito.
—Tienes altas expectativas en mí, hermanito. Pero era obvio que protegería a mi padre y hermano. Cualquiera hubiera hecho lo mismo.
—Sabes que no es así.
Su hermano lo rodeó por la cintura.
—No muchos protegerían a sus hermanos o padres. No siempre nuestra sociedad hace lo correcto.
Era cierto, muchos suponían que el género era lo importante, aquellos que nacían alfas pensaban que eran mucho mejor que todos los demás, y en ocasiones hasta despreciaban a sus propios familiares por ser betas u omegas. Para Jungkook era sencillo. Amaba a su padre y hermano con todo el corazón. Eran su familia, jamás les daría la espalda.
—Escucha, Jungkook. No quiero que tu vida sea sólo el ejército. Quiero que tu vida se normalice y puedas ser feliz con una pareja que…
—No tengo intención de emparejarme con nadie.
—Pero ¿Por qué? Tengo varios amigos que puedo presentarte, estoy seguro de que podrás encontrar a alguien que te llene por completo el corazón.
—Por el momento no necesito una pareja, Yoongi.
—Pero… Yoongi alzó la cabeza para continuar discutiendo. Jungkook le tapó la boca con la mano.
—Mira, Yoongi. De momento quiero seguir con lo que hago. No hay ninguna pareja en mi vida y soy feliz. Tengo lo que necesito y… Su hermano apartó su mano y lo fulmino con la mirada.
—¿Cómo que tienes lo que necesitas?
—Yoongi … —Tú necesitas estabilidad emocional, Jungkook. Necesitas una pareja que te ame, que te abrace, que te quiera, que te mime…
—Creo que jamás podremos ponernos de acuerdo, Yoongi.
Negando con la cabeza, Jungkook besó la mejilla de su hermano.
—Mejor me voy, tengo que preparar todo para mañana presentarme a trabajar.
—Pero…
—Tu tranquilo, Yoongi. Hasta el momento mi vida va bien. Ya acepté el trabajo que tu pareja consiguió. Así que, por favor, ya déjame tranquilo de momento ¿Vale? No quiero escuchar más.
Su hermano frunció la nariz y refunfuñó.
—Tú y yo volveremos a hablar de esto.
Amenazó.
—Espero que no.
Jungkook se burló, mientras le revolvía el cabello.
—Y más te vale no tener una fila de omegas esperando en tu barbacoa de fin de semana o te juro que me daré la vuelta y no volveré en lo que resta del mes.

un omega sin rival KooV Parte #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora