Capítulo 14: 1968

105 15 38
                                    

Capítulo 14

1968



ALESHA

—Nueva Orleans en el 68 —Mizhar les dijo en videollamada. Nora no estaba tan clara en los detalles, fue la mejor manera de salir de dudas con Jaehyeon ausente.

—¿Y ahora qué? No podemos viajar en el tiempo con Tae ocupándose de Jaehyeon —bufó—. Si nunca se los hubiera robado, en primer lugar-

—Tú se los robaste a Jaehyeon, Alesha —la cortó Mizhar.

—¿Qué? —no solo sonaron las voces de Alesha y Nora, sino la de Taesung y todo el grupo que estaba en la habitación de Jaehyeon.

—Ese día hubo una redada de la que escapamos. Yo te conocí esa vez, te estabas proyectando astralmente, me contaste tu verdad y... te los di. Jaehyeon aún piensa que se perdieron en la mudanza.

Así que las actitudes de Mizhar con ella sí tenían un motivo. La conoció en el 68, joder, ¿Cómo los Kwon no se confundían con todo esto?

—Yo... pero yo nunca antes he hecho eso. No tengo idea de cómo hacer una proyección astral.

—Yo te puedo ayudar —dijo Lúmina desde su sofá.

Y así terminaron como estaban ahora. Ezhno y Nora juntaban cosas que Lúmina mandó a buscar: velas, sal, cristales e incluso Markus.

Alesha en la cocina bebía una infusión de valeriana con manzanilla que la ayudaría a relajar su cuerpo. Lúmina le explicó cómo sería el procedimiento, y Alesha confío, porque era lo único que podía darse el lujo de hacer dada la situación.

—Debo decir, Alesha, que me... sorprende y ofende que estés con esa puta.

Y a ella le ofendió que se refiriera a Nora así —¿Perdón? Con todo respeto, también eres un vampiro, por si no lo has notado.

—No lo decía por su especie.

Dejó su taza vacía sobre el mesón —Escuche, sé que ella es difícil. Créame, lo sé. Y no conozco la historia que tienen en medio ustedes dos, pero me gustaría que frente a mí no la llame así.

—Nada de lo que digo es mentira, son hechos. Fue una puta y siempre será una puta. Y es mi casa, Alesha, que no se te olvide —la miró de arriba abajo para luego negar con la cabeza—. Hasta suenas como él.

—¿Como qui-

—¿Alesha? —Nora la llamó desde el pasillo. La magoi se apresuró a su encuentro, tomando la oportunidad para escapar de la conversación con Lúmina. No le gustó el comentario hacía Nora, las formas en las que la llamaba, ella no era nada de eso. Al llegar a la sala, la encontró apartada del círculo de velas y sal. Velas encendidas— ¿Estás segura de esto?

—No, pero no hay opción tampoco —se sinceró.

Nora torció los labios y tomó sus manos. No era como el tacto de Lúmina, fuerte y firme, como si Alesha fuese un tesoro que temiera soltar. Las manos de Nora eran suaves y delicadas, con anillos fríos y caricias que le decían que se preocupaba por ella.

—¿Y si sale mal?

—No son las palabras de aliento que busco ahora, Nora.

La otra asintió y se acercó, afianzando el agarre y con su otra mano acarició su mejilla. Alesha se permitió reposar en su tacto, tenía miedo, miedo de quedar atrapada en el plano astral sin regreso, de caer en el limbo y arruinar todo. Arruinar la posibilidad de arreglar las cosas y darse a sí misma una mejor vida. No, una vida.

Zemblania: Máscara de sangre y colmillos [LIBRO #2]Where stories live. Discover now