Capítulo 13

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— Papá —dije asomándome desde la puerta de mi habitación —, dentro de un rato va a venir Héctor.

— Vale, ¿todo bien en el instituto? —se interesó —. ¿Qué tal el examen de filosofía?

— Fatal, suspendí —puse cara de asco.

Me frustraba mucho suspender, siempre fui muy exigente conmigo misma y más en los estudios. Sabía que en muchas ocasiones no sólo dependía de mí, pero me enfadaba conmigo misma si no obtenía los resultados que quería. Aquel examen me mató, suspendimos toda la clase y quizás eso me calmó un poco, pero aun así me sentí tan mal. Porque era consciente de que podía haber dado muchísimo más de mí misma.

— Bueno no pasa nada —me dedicó una amplia sonrisa —. Ya verás como consigues sacarla a la próxima.

— Cómo hemos suspendido todos nos va a hacer la recuperación la semana que viene. Voy a empezar a estudiar hoy —dije muy poco convencida. No me apetecía en absoluto ponerme a estudiar, pero no me quedaba otra opción —. El fin de semana se viene movidito.

— ¿Vas a ir mañana a ver a Marc jugar? —Marc, Marc y Marc, todo era Marc hasta en casa me lo mencionaban constantemente.

— A Héctor, voy a ir a ver a Héctor —ni yo misma me lo creí porque aunque mi vida en los últimos días giraba en torno al mencionado, única y exclusivamente pensaba en Marc, sobre todo en aquella noche en la piscina.

— Bueeeeeno —soltó mi padre y no rodó los ojos porque no quiso ser tan evidente. Hasta ellos lo sabían y yo seguía haciéndome la tonta con respecto a ese tema —. Ay, cariño. Así solo te engañas a ti misma.

— Y, ¿qué hago? Si no puedo hacer nada más. Intento olvidarme, pero no puedo —suspiré con resignación.

— Creo que el haberte liado con su amigo no ha ayudado —me abrazó y no se lo rechacé. De normal cuando hablábamos de algo que no me gustaba intentaba por todos los medios evitar cualquier tipo de contacto —. ¿Eres consciente de que le puedes haber hecho daño?

— Sí, pero tampoco le debo nada, papá. Además que bueno, han pasado cosas y ahora mismo creo que el tema Héctor está un poco olvidado. ¿No querías que me olvidara de él?

— Pero no con su amigo hija, es que eliges siempre fatal. Mira que Héctor es un amor de niño, pero los dos sabéis que no debíais —me separé de él y me encogí de hombros.

— Si es que no me gusta ninguno.  Héctor me llamó la atención desde el primer momento, pero...

— No es Marc —acabó la frase por mí.

— Exacto. Pero no sé, no me veo con ninguno a pesar de querer una cosa y hacer otra completamente diferente.

— A veces la vida es muy caprichosa cariño, no siempre todo sale como queremos. Valora lo que tienes y lo que quieres tener y lo que ya no te conviene tener. Elijas lo que elijas estará mal, pero por lo menos, piénsalo y hazlo de corazón —me dedicó una sonrisa preciosa.

Plaies d'amour ▪︎ MARC GUIUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora