Capítulo 33

1.9K 142 6
                                    

•••

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

•••

— ¿Habéis vuelto? —Ilenia me miró fijamente, negué con la cabeza siendo consciente de que la situación se estaba malinterpretando.

Les parecía raro que quedara con Marc, durante dos semanas, no puedo decir que nos veíamos a diario, porque no fue así, pero no vimos mínimo tres veces por semana. Quedábamos y pasábamos el rato juntos, volvimos como a la rutina de compartir nuestro tiempo, él venía a por mí a clase o al acabar los entrenamientos y yo iba a verle jugar y hasta llegué a dormir en su casa. Fue como volver a la rutina de antes, pero sin llegar a ser nada. Intentamos ser amigos, volver a retomar la relación, pero de forma diferente. A mí me rayó bastante el tema, y sabía que a él también, pero no le daba importancia porque al final siempre supe que todo era cuestión de tiempo. La tensión estaba, las ganas también, simplemente teníamos que ir poco a poco, sin forzar nada y mucho menos sin precipitarnos. No sentí que la primera vez lo hiciéramos mal, nos dejamos llevar por el momento, por las ganas que nos teníamos y por lo que estábamos empezando a sentir. Aquella vez fue tan distinta, teníamos todo el rato en mente lo que ya había pasado, sabíamos a que nos enfrentábamos y preferimos poner el freno y dejarnos llevar poco a poco. A él se le iban los ojos, conforme pasaban los días me miraba con más deseo, le noté las ganas y aunque suene mal, el juego del rechazo me gustó. Porque así éramos nosotros, cuando uno quería, el otro no y viceversa. Entramos en un bucle un tanto peculiar que solo nosotros entendíamos, pero que lo estábamos disfrutando muchísimo. Volvimos al vacile y al tonteo del principio, pero con la única diferencia de que sabíamos que ya nos teníamos el uno al otro.

— No —respondí con frivolidad —, supongo que todo será cuestión de tiempo —me encogí de hombros, Ilenia sonrió.

— No te cierras, eso me gusta. Te lo dije, nunca digas nunca —comentó antes de que saliéramos a la calle —. Volver sería lo más sensato, pero vamos, haz lo que quieras, al final la última decisión la tienes tú.

— Me precipité diciendo que no volvería con él. Lo dije en un momento en el que estaba dolida y joder Ile, en estos momentos estoy tan confundida —me tapé la cara con las manos, mi amiga me acarició la espalda —. No creía en las segundas oportunidades y ahora me muero por volver a estar bien juntos.

— Pues no te rayes, fluye y ya está. Haz lo que te nazca al momento. Piensa que vuestro destino ya está escrito y que pase lo que pase, él siempre va a estar ahí. Ya te lo ha demostrado, no tengas miedo en fallar a tus palabras, a veces nos equivocamos y no pasa nada —asentí dándole la razón. De todas mis amigas, Ilenia fue la que mejor me entendió en ese aspecto, ella acababa de dejarlo con su novio y supongo que los consejos que me dio fue eso que ella siempre quiso aplicarse, pero nunca pudo hacer.

— Te quiero, gorda —le di un abrazo y un beso en la mejilla. Pasaba menos tiempo del que quería con ella, poco a poco nos volvimos más íntimas, pero nuestras vidas personales no eran tan compatibles como nos hubiera gustado —. Acaba de llegar Marc —comenté al visualizar el coche.

Plaies d'amour ▪︎ MARC GUIUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora