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Las Hofferson se encerraron en la habitación de la mayor después de acabar con aquella reunión en el salón del trono, pues ella le pidió a su hija tener una conversación privada.

Ahora ambas estaban sentadas sobre su cama y Lagertha terminaba de contar parte de la historia de su pasado que Astrid no conocía, incluyendo por primera vez a Camicazi en los hechos.

-Todo está pasando como Cami lo predijo. Yo pensé que si prohibíamos la magia y desaparecía Heather Berserker, tal vez podríamos apartar al mal. Ella no estaba de acuerdo, ella creía que tarde o temprano el mal encontraría la forma de entrar y, cuando lo hiciera, la magia sería lo único que nos salvaría.- acabó con el lado de la historia que le contó, puesto que le ocultó ciertas cosas como qué le pasó a la salvadora- Pero hay más. No será fácil de escuchar esto, pero tienes que saberlo...- añadió jugando con sus dedos con nerviosismo, llamando más la atención de Astrid.

-¿Qué cosa, mamá?- cuestionó su hija incitándola a continuar.

-La sangre de Grimmel, su espíritu, sobrevivió. En mí, en tu hermano y en ti...- le dijo con seriedad tomándola de las manos- Camicazi tuvo una visión, nos dijo a Ragnar y a mí que un día ese espíritu regresaría para destruir Nuevo Berk, anoche yo también lo ví.- confesó mostrando su angustia en su rostro.

La princesa resopló antes de hablar y correspondió el agarre de su mamá.

-No permitiré que eso pase.- aseguró con determinación y luego apretó los labios con semblante lamentero- Lo último que Eret me dijo es que jamás iba a abandonarme y cuando lo dijo no me importó. Mamá, perdóname, por no escucharlos.- se disculpó, pero la aludida le sonrió.

-También perdóname, querida. Sólo ten mucho cuidado.- le pidió- Tenemos enemigos aquí y allá fuera.- terminó y la menor frunció el entrecejo.

Ir al rescate de su hermano, va a ser mucho más peligroso de lo esperado.

∞ ∞ ∞

Cuando el grupo estuvo en las puertas del castillo, listo para partir, Bocón se acercó a su muchacho, quien le daba los últimos retoques a las riendas de su caballo.

-Mandé a hacer esto como regalo cuando te fueras a entrenar para ser guardia.- le dijo cuando estuvo frente a él y le mostró una refinada espada- A un caballero lo define, no su habilidad en combate, sino los votos que cumple.- le recordó cuando Hiccup la tomó y la contempló maravillado.

-Espero que cuando nos volvamos a ver, sienta que merezco esta hermosa espada.- respondió mirándolo agradecido.

Sin embargo, antes de que su padre le conteste, la reina se acercó a ellos y, con una mirada, le pidió permiso a su Capitán para hablar con su hijo, por lo que Bocón retrocedió unos metros para darles algo de privacidad.

-El futuro del Nuevo Berk podría depender de su éxito o fracaso.- le dijo la ojiazul con diplomacia y Haddock la observó atentamente.

-No fracasaré.- afirmó con seguridad.

-Astrid es como su padre. Jamás dejará de buscar a Eret hasta encontrarlo.- aseguró la monarca desviando fugazmente su vista hacia su menor hija, quien estaba ya montada en su caballo a unos metros de ellos.

-No voy a dejar que le pase nada.- volvió a prometer el ojiverde y le sacó una leve sonrisa a la rubia.

-Tendrás que ser sensato cuando ella sea impulsiva. Confía en tu habilidad como en la de cualquier guardia.- aconsejó e Hiccup asintió con una sonrisa sin llegar a mostrar sus dientes, mientras que Astrid los miraba con cierta curiosidad desde su caballo, era raro esa interacción entre ambos.

∞ Protectors of Magic ∞Where stories live. Discover now