∞ 11 ∞

133 20 164
                                    

Minutos antes...

Mientras que nuestro grupo de nuevos amigos llegaron al mismo abismo que se anteponía a la barrera, Spitelout los guío hacia la Gran Entrada, justo en el lugar donde sí se hallaba un hermoso puente de mármol para llegar al otro lado.

Todos cruzaron con calma sobre sus caballos y se creó un gran hueco en la barrera para dejarlos salir. Sin embargo, se llevaron una gran sorpresa al ver la base de vigilancia completamente vacía.

-Oye, Torsti viejito, creí que habías dicho que aquí habían guardias del castillo.- comentó Brutilda con desilusión.

-La armería está intacta, si escaparon fue rápido.- opinó Hiccup en cuanto entró a una de las pequeñas construcciones que estaban a los lados de la entrada.

-Oigan...- dijo cierto rubio, pero nadie le tomó atención.

-Jamás abandonarían su puesto.- defendió el más viejo del grupo a sus colegas ante el comentario de Haddock.

-¡Oigan!- los volvió a llamar Brutacio con más ímpetu y, esta vez, sí captó la atención de todos- Miren esto. Pintaron el muro con pintura roja y nos dejaron un mensajito, de repente ya no tenían más cartas para un correo.- les señaló un muro cerca de las construcciones.

-No creo que sea pintura, Brutacio.- musitó Astrid, quien al igual que Hiccup, había bajado de su caballo para inspeccionar el lugar.

-Nos paramos en el umbral...- intervino el príncipe aún sobre su caballo y la princesa lo vió sorprendida de que sepa dracónico, pero le asintió para que siga leyendo- Contemplamos el vacío, somos testigos de su gloria. Él es el eterno, el sanador de mundos...- se detuvo cuando un sismo los sacudió, pero luego se detuvo y continuó- Mientras despierta de su sueño inmortal en las profundidades, el heraldo vendrá.- terminó y, esta vez, un terremoto inició.

El grupo trató no tambalear, pero el movimiento fue demasiado fuerte, hasta que de un momento a otro, se detuvo.

-¡Dilo otra vez!- pidió el gemelo emocionado tras unos minutos de un intranquilo silencio y todos se miraban desconcertados.

Los demás suspiraron antes de seguir con su camino.

∞ ∞ ∞

-¿Estoy viendo bien?- cuestionó Hofferson al grupo cuando cabalgaban a campo abierto y vieron a cierta pelirroja caminar a unos metros de ellos.

-Hay que admirar que es persistente.- rió su mejor amigo.

-No, va a terminar muerta. ¡Hey!- refutó la rubia, antes de gritarle y apresurar a su caballo para llegar a ella- Oye, ¿qué te dije?- le preguntó en un tono severo.

-¡Tú no me mandas, princesa!- Helga se giró para encararla- Aquí afuera no.- aclaró ante la mirada de burla de los Jorgenson.

-Me cae bien. ¿Si nos la quedamos? Además, cocina delicioso.- intervino Patán con diversión.

-¡Cállate, Patán!- le gritaron ambas mujeres en dispuesta y su padre rió.

-No hay tiempo para sus peleas sin sentido.- habló un enojado Torsteinn- Eret no tiene tiempo, no me interesa si se caen bien o no, ahora todos estamos en esto y acá fuera, en el mundo más allá de la barrera, si no están despiertos en todo momento, ¡les juro que no sobrevivirán!... ¡Ahg!- justo cuando el mayor terminó su emotivo discurso, una flecha impactó en su espalda y la atravesó. El impacto fue directo en el corazón y murió al instante cayendo del caballo.

∞ Protectors of Magic ∞Où les histoires vivent. Découvrez maintenant