Capítulo 17 : Las estrellas regresan

53 5 0
                                    

No podía creerlo, es una de esas cosas que realmente no esperas, de esas cosas que crees que son demasiado buenas para ser verdad, ¿Nunca han tenido ese sentimiento de que algo malo podría pasar? Es decir algo tan bueno los espera, al final del camino, un destino perfecto, pero esa sensación de esperar o tener que cruzar el camino es aterradora, crees que algo malo va a pasar, que la vida hará algo para que no suceda eso que tanto esperaste, bueno eso estoy sintiendo en este preciso momento, me gusta creer en el destino, me gusta pensar que nuestro destino ya está escrito, que nosotros trazamos el camino, que la vida nos da las herramientas necesarias para caminar, para trazar el camino y que hagamos lo que hagamos, cada una de nuestras decisiones nos llevara al final a donde siempre teníamos qué estar y solo por esa razón trato de estar más tranquilo, si eres tú con quien tengo que estar, haga lo que haga, terminaré a tu lado y de verdad le ruego al universo que me entregue a ti, para poder ser siempre tuyo...

- Hay otra razón por la que te llamé... — dije nervioso —.
- Dime... no seas tan misterioso — respondió Emilia —.

Habíamos estado hablando por videollamada y era hora para darle la noticia, no tengo idea de como reaccionará, posiblemente no quiera verme aún o tal vez sí, tal vez ni siquiera esté en Chicago ese día, tal vez ella tiene que viajar ese día, repito, tal vez la vida no quiere que la vea.

- ¿Theo? Dime... — Emilia estaba confundida —.
- Mhmm, mi hermano cumple años este 10 de Noviembre y cada año hacemos este gran viaje familiar, a dónde él quiera ir.
- Oh, qué divertido...
- Iremos a Chicago...

Emilia abrió los ojos con un gesto de sorprendida, no dijo nada y colgó la llamada... quedé más sorprendido yo, por esa reacción, me dejo ahí, sin palabras, durante un par de segundos, para que después volviera a llamarme.

- ¿Emilia? — tal vez no le gustó la noticia — no tenemos que vernos, entiendo si necesitas espacio...
- ¡¿Vas a venir a Chicago?! — dijo con gran emoción —.

Bueno esto supero todo, me sorprendí aún más, no esperaba que le emocionara la noticia.

- Sí... ahí estaré en menos de 5 días, estaré en Chicago.
- Theo... no lo puedo creer, qué felicidad, me quedé sin palabras.

Yo también...

- Pensé que no te daría felicidad verme... — agregué —.
- Pensaste mal, claro que me alegra — Emilia empezó a bailar —.
- ¿Qué haces? — Pregunté —.
- ¡Me gusta bailar cuando estoy feliz! ¡Inténtalo!
- No — respondí muriendo de risa — ni muerto bailaría.
- Bueno — Emilia tomó asiento de nuevo — tenemos que planear todo ¿A dónde quieres ir? ¿Qué quieres hacer? ¿Dónde comemos? Olvídalo, te voy a sorprender, yo planearé todo, tú no hagas nada...
- Bueno, te lo dejo a ti entonces — dije sonriendo — ¿Estás feliz?
- ¡Claro! ¡Vendrá mi mejor amigo a Chicago! — respondió —.

Auch "Mejor amigo"

- Sí... qué emoción — agregué —

Recuerda, tenemos que respetar los términos de Emilia, ahora solo somos amigos, lo qué pasó ya está por ahora en el pasado, este viaje solo servirá para tenerla cerca de nuevo, primero tengo que arreglar las cosas, Emilia me contó todo lo que se puede hacer en Chicago, la verdad no esperaba nada de ahí, no me sonaba tan atractivo, dudo que pueda disfrutarlo tanto.

(Tissues - YUNGBLUD)

La cuenta regresiva empezaba, 5 días para llegar a Chicago, todos esos días estuve hablando con Emilia, a veces de tonterías y a veces del viaje a Chicago, para empacar no era el mejor, sabía que en Chicago la temperatura estaba para congelarse, pero como dije, nunca me da frío, bueno, a menos que algo me ponga nervioso... bueno, estos últimos días se sintieron tan solo como horas, pensé que serían eternos, pero en realidad todo pasó rápido, estos días parecía no estar vivo, pasaron los días y ya con la maleta en mano nos dirigimos directo al aeropuerto, repito todo pasaba tan rápido, mis padres ya habían aprobado que fuera a ver a mi "Amiga", no quería saltarme el cumpleaños de mi hermano, entonces solo pedí un día libre, solo necesitaba un día, en un par de horas ya estábamos en Chicago, pasaron por nosotros y nos llevaron a nuestro hotel, durante el camino podía ver la gran ciudad, era lo contrario de lo que esperaba, edificios enormes, gente por doquier, una ciudad muy activa, el frío era algo importante, pero la ciudad estaba cubierta por el sol, claro, mis padres aprobaron que fuera a ver a Emilia, pero con la condición de pasar los primeros dos días con ellos, llegamos el 5 de Noviembre, estuve con ellos el 5 y 6 de Noviembre viendo la ciudad, ya saben cosas típicas de turistas, mis padres tenían mucho dinero, pero eso no les quitaba ese espíritu turista, parecía agradarles mucho la ciudad, visitamos el frijol gigante, era algo tan extrañamente hermoso, recorrimos tan solo una pequeña parte de la ciudad, como dije las cosas más típicas de Chicago, todo lo que hacía lo documentaba para que Emilia lo viera, el 6.º día fuimos en la noche a un partido de los Chicago Bulls, el ambiente era increíble, me gustaba mucho ver deportes, pero nunca había visto a los americanos disfrutarlo tanto, nada como verlo en vivo, el último día fue una tortura para mí, los nervios me invadían, sentía frío bastantes veces en el día, hace mucho no veo a Emilia, no tengo idea de que haré cuando la vea, no quiero volver a arruinarlo, llegando al hotel hice una última videollamada con Emilia.

- Entonces ahí te veo ¿Sí? — dijo Emilia —.
- Ahí nos vemos — respondí —.
- Bien... descansa...
- Hasta mañana, adiós...
- ¿Theo?
- Dime ¿Qué pasa? — Emilia parecía estar preocupada —.
- Te quiero demasiado y espero de verdad que mañana sea un gran día.
- Oh, yo también te quiero y será un gran día, eso tenlo por seguro — agregué —.
- Bueno... descansa — dijo con una sonrisa —.

El día de mañana podría convertirse en el mejor día de mi vida o tal vez el peor, para nada estaba listo, pero la vida me permitió llegar hasta aquí, nada malo pasó, si tengo que estar aquí es porque ese es mi destino, mañana el destino hablará y veré de verdad que es lo que me espera, estaba muy ansioso por verla, pero necesitaba dormir, descansé lo que pude para estar al siguiente día con la mejor energía, quedamos de vernos en un punto cerca del centro de Chicago, ella vendría, ya que no vive en el centro, vive a las afueras de Chicago, pero estaba a tan solo 47 minutos de mí, no estaba listo para ti Emilia Hester, pero te necesito ya, necesito verte.

Despertando al día siguiente el desayuno supo a gloria, el sol brillaba tan fuerte, era el día perfecto, empaqué mis cosas, el día de hoy tendría el día completo para ella, solo tú y yo, a las 11 am exactamente estaba en donde quedé con Emilia, yo tenía la ubicación exacta de Emilia, podía verla en mi teléfono moverse desde su casa, hasta donde yo estaba y ella podía verme ahí parado esperando, dentro de un par de minutos te tendría aquí, cerca de mi, lo único que en verdad tengo en mente es no esperar mucho de hoy, es un día de reencuentro, pero ahora es mi amiga, tengo que respetar eso, lo mejor es no esperar nada, dejar que el día fluya, me senté en una cafetería, tome un capuchino, seguía viendo la ubicación de Emilia, ya estaba tan cerca y a menos de un kilómetro de llegar, su ubicación desapareció.

- No, no, no... — dije —.

Perdí la conexión, tengo que salir, afuera del establecimiento trate de recuperar la señal, pero no parecía tener, yo parado en la esquina de una calle, ansioso, esperando, desesperado por recuperar la señal, desesperado por recuperarte y justo a las 11:17 am recibí una llamada.

- ¿THEO? - era Emilia —.
- ¿Emilia?
- Puedo ver.... — la llamada se distorsionaba —.
- ¿Emilia? No te escucho ¿Dónde estás? — moría de desesperación —.
- ¡¿Theo?! Aquí est...
- ¡No puedo escucharte! No, por favor — la llamada se cortó — ¡No! Maldita señal.
- ¡Theo! — se escuchó a lo lejos —.

Mi cabeza se despegó del celular, buscando por todas partes esa voz, esa voz tan dulce, tan familiar ¿Me encontraste? ¿Dónde estás?

- ¡Aquí Theo! — se escuchó de nuevo —.

Mi cabeza giró ¿Recuerdan cuando dije todo eso sobre el destino? Parecía ser mi día de suerte, porque el destino tuvo piedad, el destino parecía darme una oportunidad más, porque el momento que más había esperado llegó, ahí estaba mi suerte, mi hogar, mi destino, ahí... ahí estaba mi dulce y bella...

- Emilia...

Hasta que la noche nos separeМесто, где живут истории. Откройте их для себя