Capitulo 48

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Ohm

La noche fue una auténtica pesadilla para mí. Decidí no compartir la cama con Singto, así que terminé durmiendo en el sofá. Me resultaba imposible conciliar el sueño, ya que constantemente revivía la discusión de anoche en mi mente. Cada palabra que salió de la boca de Singto seguía rondando en mis pensamientos, causándome inquietud y provocando una profunda tristeza. Sentía un nudo en la garganta y las lágrimas brotaban de mis ojos, deslizándose por mis mejillas una y otra vez, a pesar de mis intentos por enjugármelas.

Con precaución para no despertar a Singto, me bañé y me preparé para ir al trabajo. Como de costumbre, dejé dinero en el buró para Singto y, sin darle un beso en la mejilla esta vez, me fui.

Mi día no sería más que rutina. Aunque tengo compañeros en el trabajo con los que me llevo bien y paso el rato en momentos libres, se reduce a trabajar y regresar al departamento, donde se suponía que sería diferente. Sin embargo, hoy es día de compras y, aunque suelo ir con Singto, esta vez saldré solo después del trabajo.

):)🍹⚙️

Llegué al supermercado y tomé un carrito de compras para llevar lo necesario.

Se siente extraño venir solo. Me he acostumbrado a la presencia de Singto, quien siempre sabe exactamente a dónde ir sin tener que pensar demasiado. Siempre está en el departamento y sabe con precisión qué hace falta. Además, solíamos platicar de todo un poco y reírnos de nuestras equivocaciones al hablar, e incluso hacíamos bromas entre nosotros.

Entré a un pasillo donde sabía que estaban los frascos de café, ya que necesitaba uno para tomar por la mañana. Seleccioné uno entre varios y lo puse en el carrito. Continué con mis compras: verduras, frutas, legumbres, carnes, entre otros.

Luego, me detuve a mirar las cremas hidratantes para el cuerpo. Esta mañana me di cuenta de que tenía muy poca, así que sería bueno llevar una más.

— Deja veo... Jmjmjm — Escuché la voz y una risa familiar — si...

No había nadie más en el pasillo, por lo que resultaba extraño escuchar una voz y risa. Giré la cabeza en dirección a la persona responsable y me sorprendí al ver que era alguien familiar. Sentí una extraña sensación de familiaridad al escuchar su voz. Mis ojos parpadearon varias veces para asegurarme de que lo que veía era real y no una ilusión.

Al entrar al pasillo, vi a Nanon sonriendo, mostrando sus característicos hoyuelos. Parecía estar mirando en una dirección distinta, pero luego sus ojos se posaron en mí, lo que hizo que su sonrisa desapareciera y me observara de la misma manera en que yo lo hacía a él.

Ambos nos quedamos mirando, con expresiones serias y sorprendidas. Me resultaba difícil asimilar que realmente era él frente a mis ojos. El nerviosismo del momento me impedía respirar con normalidad y sentirme tranquilo.

Después de tanto tiempo sin verlo ni saber de él, había olvidado cómo era físicamente. A pesar de que nuestros ojos se conectaban, no podía evitar examinarlo detalladamente con la mirada. Por alguna razón, verlo de nuevo me provocaba una sensación dolorosa, aunque no sabía por qué.

Reuniendo valor y cordura, me preparé para acercarme y saludarlo, esperando recibir una respuesta amistosa. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de moverme, alguien que daba la vuelta apareció y se acercó a él.

— Lindo... ¿Esté te parece bien?—dijo el chico alto haciendo que Nanon volteara a verlo.

Reconocí al instante su rostro, ya que recordé las fotos que había visto en el perfil de Instagram de Nanon hace meses. Era el mismo chico, y ahora ambos estaban aquí.

POR CULPA DE UNA NOCHE [ OhmNanon ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora