Capitulo 60

90 8 7
                                    

Nanon

Los rayos del sol se filtraron por la ventana, despertándome poco a poco. Al abrir los ojos, me encontré con el perfil del rostro de Ohm, aún profundamente dormido. Al verlo, no pude evitar sonreír. Después de tanto tiempo esperando este hermoso momento, finalmente estaba ocurriendo.

Habían pasado cuatro meses desde que le di la oportunidad de intentar formar una relación juntos. Para nosotros, se encendió una luz de esperanza, y aunque el miedo a que Ohm estuviera jugando con mis sentimientos persistía, él demostró que nunca tuvo esas intenciones. Habíamos esperado tanto tiempo para entregarnos mutuamente, debido al respeto que teníamos el uno por el otro y la seguridad que sentíamos en nuestra relación.

Siento que estoy en la mejor etapa de mi vida, y eso me llena de felicidad.

Ohm comenzó a moverse, indicando que ya estaba despertando. Abrió los ojos lentamente y cuando lo hizo, volteó a verme y esbozó una tierna sonrisa.

— Buenos días, Non... — Acercó su rostro y dejó un beso en mi frente.

— Buenos días, Ohm... — Sonreí, abrazando su cuerpo con cierta fuerza porque amo tenerlo entre mis brazos.

— Ouh! Jmjm — Rió bajito y detuvo mi brazo — Estás... Estás usando mucha fuerza. — dijo con una sonrisa adolorida.

Disminuí la intensidad de mi abrazo, sonriéndole apenado.

— Lo siento... Es que, no sé cómo expresar físicamente cuánto te amo...

— Yo entiendo... También me he sentido así contigo, solo quiero tenerte entre mis brazos y no soltarte nunca. — Dijo y pellizcó levemente mi mejilla sin lastimarme — Eres demasiado tierno y te conviertes en mi debilidad.

Me levanté ligeramente, apoyándome en mi codo. Llevé mi otra mano a su rostro mientras nos mirábamos fijamente. Ohm tenía el ceño levemente fruncido, haciendo un puchero con su boca. Era tan dulce verlo así.

— Tú también eres dulce... Te vuelves irresistible para mí. — Mencioné y sin más palabras que decir, me acerqué a él y con un roce intenso, nuestros labios se encontraron, haciéndonos cerrar los ojos como si estuviéramos soñando. Abrimos levemente nuestras bocas para jugar con nuestros labios, dejando que nuestras lenguas se besaran en su propio espacio, como si ellas mismas tuvieran su propia alma.

Jugué con mis dedos sobre su cuello, subiendo firmemente hasta la raíz de sus cabellos. Ohm, poco a poco y sutilmente, me hizo recostarme sobre la cama, acariciando mi cuerpo y concentrándose en cada paso que sus yemas daban por encima de la tela, seguramente imaginando tocar mi piel.

Nos separamos ligeramente, abriendo los ojos para mirarnos dulcemente y regalarnos una sonrisa, inhalando y exhalando lentamente.

— Te amo, Non... — mencionó y pude ver cómo sus pupilas se dilataban gracias a la luz del sol.

— Yo también, Ohm... — Dejé un beso corto en sus labios.

Ohm volvió a su lugar, acomodándose de nuevo para quedar sentado sobre el respaldo de la cabecera, y yo hice lo mismo.

— No te lo he preguntado... Pero... — Comenzó a hablar, mirándome mientras yo lo escuchaba con atención — ¿Te gustó la cena?

Desvié la mirada, pensativo, no sabía exactamente si se refería en doble sentido o hablaba de la comida.

— Me gustó... — Respondí, aún dudando de mi respuesta.

Suspiró con una sonrisa, sintiendo alivio.

— Me preocupaba que no te gustara, porque... Ya sabes... Fue la primera vez que te cocinaba algo.

Reí nervioso pero aliviado de que hablara de lo que había pensado desde un principio.

— Es cierto... Pero, ahora que lo mencionas, ¿Por qué nunca cocinaste algo? O al menos podrías haber intentado cocinar conmigo.

Ohm se acarició el cabello, sonriendo apenado.

— Es que... Una vez cociné para mis padres... A ellos no les gustó lo que preparé, aunque mi hermano me dijo que era bueno. Solo pensé que estaba siendo amable. — suspiró — Tenía miedo de que no te gustara, aunque creía que lo harías, pero decidí mejor dejar de creer y confirmarlo. Pienso que es importante hacerlo ahora que oficialmente, además de ser pareja, viviremos juntos.

Su rostro feliz expresó nostalgia al contarme una parte de su vida de la que no tenía ningún conocimiento. En ese momento recordé que ambos tenemos problemas familiares. Mi madre no volvió a buscarme desde nuestra última llamada y tampoco quise buscarla para no incomodarla, seguramente está mejor sin mí. Los padres de Ohm son homofóbicos y fueron de los típicos que niegan a sus hijos cuando estos salen de su burbuja. Me alegraba que ambos somos abiertamente gays, sin ningún tipo de miedo al mundo, enfrentándolo con mucho valor.

— Como nunca probé algo hecho por ti, creí que no te gustaba cocinar o simplemente no sabías, eso no lo consideré problema, pero ahora que sé la verdad, me siento igual de cómodo, tienes buen sazón para la comida — le sonreí y él me miró pero en lugar de sonreír por mi halago se miraba preocupado— ... Aunque... Te soy sincero, estaba tan perdido en terminar mi trabajo que no presté atención en qué habías cocinado a pesar de que lo comí. — dije apenado.

— Me alivia saber que lo comiste y te haya gustado... Pero, ¿Por qué estás triste?

Estaba tan concentrado recordando nuestras relaciones familiares y pensando cómo hacerle saber que la forma en que cocina es perfecta, como para alguien como yo. Que no me di cuenta que si me sentía triste, y era por eso que mis ojos estaban ardiendo levemente queriendo escapar una lágrima.

Le sonreí a Ohm tiernamente para que supiera que no era por nada malo el que estuviera triste, sino, el reflexionar sobre nuestras familias y nosotros mismos.

POR CULPA DE UNA NOCHE [ OhmNanon ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora