Capitulo 51

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~ Semanas después ~


Krist

He estado manteniendo mi distancia de Singto. Contraté a unos hombres para que lo cuidaran desde fuera del edificio y me mantuvieran informado de cualquier anomalía. Sin embargo, desde la última vez que lo vi en el hospital, las cosas han ido bien. Él sigue con su vida, lo cual no es normal. Sin embargo, he notado que después del trabajo no sale en absoluto, excepto un día a la semana, que es cuando sale a hacer las compras de alimentos.

Las fotografías que me han enviado las he adquirido una por una con mucho cuidado. En cuanto al drástico cambio, se ha descuidado demasiado y ha dejado crecer su cabello, llegando levemente por debajo de la oreja. Además, su forma de vestir ya no es la misma. Ahora simplemente se pone cualquier ropa, sin importar si va a trabajar o si es solo un día sin importancia.

Era evidente que algo le estaba sucediendo. Esto me preocupaba bastante, e incluso aquellos que lo cuidaban desde afuera lo notaron y me comentaron que debería ir a visitarlo o hacer algo por él. Y eso era precisamente lo que planeaba hacer.

):)🍹⚙️


Toqué la puerta de su departamento, esperando a que me abriera. Mis ayudantes llevaban consigo bolsas llenas de alimentos, bebidas, medicamentos y otras cosas que podrían serle útiles en algún momento.

Singto, con una expresión de cansancio, finalmente abrió la puerta, y su mirada cambió a sorpresa al verme allí.

— Buenos días... Lamento venir sin tu permiso... Sé que tal vez no quieres verme, pero necesito aclarar las cosas contigo.

Él no dijo nada y me permitió entrar, indicando a mis ayudantes que dejaran las cosas sobre la mesa.

Observé el lugar y era un auténtico desorden. Había basura de todo tipo esparcida por todas partes, aunque no era exagerado, era muy notable. La mesa estaba sucia con restos de comida y los platos no estaban limpios, ya que el fregadero estaba lleno de ellos.

— Siento el desorden... La verdad es que no he tenido tiempo de limpiar...

Obviamente, no le creí, ya que conocía sus horarios y sabía que pasaba la mayor parte del tiempo en su departamento. Lo observé detenidamente y, como era de esperar, lucía descuidado. No sabía cuándo fue la última vez que se había bañado, pero parecía que habían pasado dos o tres días.

Al ver todo eso, llegué a la conclusión de que Singto estaba experimentando un grave deterioro de su salud mental, posiblemente depresión. Todos los signos apuntaban en esa dirección. Además, los compañeros de trabajo también habían notado que estaba constantemente distraído, cansado o, en ocasiones, muy activo y concentrado, incluso, dijeron que lo han visto llorar de la nada al ir al baño o en su hora de comida. Singto pasaba por un momento difícil y estoy dispuesto ayudarlo.

— No... No te preocupes... No vine a juzgarte... — lo miré preocupado. — Yo vine a verte... Ver cómo estás... Y no es nada bueno... Quiero ayudarte.

Singto me miró con expresión triste e indignada a la vez.

— No necesito ayuda, estoy bien. Vino a aclarar algo ¿No? Solo dígalo.

Suspiré.

— ... Si... Tus amigos me habían pedido ayuda para encontrarte porque según ellos querían ser tu apoyo por tu ruptura. Confíe en ellos, aunque el chico que nunca había visto no me dio confianza... Lamento mucho si fui el motivo del que te golpearan.

— No lo lamenté... Fue mi culpa... Usted solo ha querido ser de ayuda para los demás. Yo hice algo mal, pero al menos no insisto en ser perdonado... Muchas veces no sirve de nada.

POR CULPA DE UNA NOCHE [ OhmNanon ]Where stories live. Discover now