Wildest Dreams [Omegaverse KookV]

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Mientras caminaba por el palacio el aroma de Taehyung se hizo más intenso, pero también lo era el de Seojoon y el de su mujer. ¿Qué estaban tramando con el omega? Su corazón empezó a latir con prisa y la necesidad de saber de él se hizo más grande, de pronto ya no caminaba: corría por los pasillos hasta llegar a donde la curandera, la escena que se encontró de Yu Mi sedando a su mujer de nuevo con una infusión y a Seojoon sujetándola con fuerza pasó a segundo plano cuando entró a la habitación donde estaba Taehyung recuperándose de su desmayo, el alfa exhaló aliviado y se acercó con prisa para sentarse en la cama a su lado y acariciar su rostro. -¿Estás bien? -preguntó revisándolo con la mirada. - ¿El cachorro está bien? -Esa pregunta salió de su boca sin siquiera poder procesar lo que acababa de decir. Había un cachorro en el vientre de Taehyung y él lo sabía porque era suyo, el omega no tuvo que decirle nada mucho menos la curandera, el llamado que sentía Jungkook era ese instinto de alfa procurando a su omega y a su cachorro. 

Taehyung aún se sentía mareado y la pregunta de Jungkook sólo logró descolocarlo más, tembló con sólo sentir sus manos y se sobresaltó. Así que él también lo sabía, todas esas atenciones y prendas olvidadas no eran una coincidencia. Jungkook podía sentirlo como él mismo lo hacía. Porque claro que Taehyung lo sentía, no había pasado mucho tiempo desde que supo que ya no estaba solo, pero lo cierto es que estaba demasiado asustado para decirlo en voz alta, a pesar de que era su deber. 

El rubio se alejó casi de inmediato del tacto de Jungkook y luego observó hacia la puerta con terror. -No se los diga.- pidió en voz baja. -No deje que Yu Mi me revise o ella se lo dirá.- habló con preocupación. 

Jungkook conservó su distancia con el omega para no alterarlo más, sin embargo su aroma se hizo más penetrante para ayudarlo a calmarse. -¿Tú crees que yo dejaría que alguien te pusiera un dedo encima sabiendo esto? -le preguntó con una media sonrisa. Jungkook se levantó de la cama para buscar a Yu Mi y pedirle discreción. -Descansa. Le diré a Jimin que venga a hacerte compañía. 

Yu Mi sí debía revisar a Taehyung para asegurarse de que todo estuviera bien con el cachorro. Cuando Jungkook salió de la habitación y dejó de percibir el aroma del omega se dio cuenta de lo que había dicho y un escalofrío recorrió su espalda. No. 

No. 

El alfa salió en busca de la curandera, Yu Mi estaba esperando al líder para platicar con él sobre algunas cosas. 

-Todo este asunto de los cachorros está afectando la salud mental de la señora Jeon. -Reconoció con pena. -Estos episodios agresivos no son normales, señor. Lamento mucho tener que decírselo. 

-Lo sé. Lo sé perfectamente. -Suspiró el alfa. 

-Sobre el estado del joven Kim…

-Está encinta. -Terminó Jungkook la idea de la curandera, la mujer se sorprendió, pero guardó la compostura y le dio la razón al líder. -Sé cuidadosa al revisarlos. Lo mantendremos en secreto, Yu Mi, al menos hasta que Haneul esté lista para la noticia. 

-No puedo asegurar que lo vaya a estar, señor Jeon. -Contestó la curandera. 

-Bien, entonces ni una palabra a nadie hasta que yo lo diga. ¿De acuerdo? -Pidió Jungkook. 

-Sí, señor. -contestó la omega haciendo una pequeña reverencia con la cabeza. 

-No lo dejes solo y asegúrate de que tenga todo lo que quiera y necesite. -Ordenó Jungkook. Yu Mi asintió con la cabeza de nuevo. La curandera estaba preocupada por el estado mental de la señora y las locura que pudiera cometer si se enteraba que el joven Kim estaba encinta. El pelinegro supo que ya no tenía nada más que hacer ahí y caminó de regreso a su estancia para, por fin, permitirse procesar lo que había ocurrido con Taehyung. Suspiró sintiendo un escalofrío. ¿Cómo supo él que Taehyung estaba encinta? ¿Cómo reconoció a su cachorro sin siquiera escucharlo del omega? La situación se le estaba saliendo de las manos, si no es que nunca lo estuvo. Lo único que podía hacer era evitarlo al menos hasta hablar con Haneul y si Taehyung tenía que pasar su embarazo fuera de ahí, él mismo sería quien lo sacaría del palacio para ponerlo a salvo.