Wildest Dreams [Omegaverse KookV]

XXI

Aunque no todos podrían dormir bien esa noche, en especial cierto alfa pelinegro que daba vueltas en su cama y estaba solo en su habitación. Quizá se había acostumbrado al calor de su omega, a ese aroma dulce y adictivo a durazno o quizá la preocupación y ansiedad porque las cosas salieran bien era más grande. Tal vez fue un poco de las dos, pues mientras su cabeza se hacía mil líos pudo ver los primeros rayos del sol entrar por su ventana, ahí supo que no podría estar en la cama. Tomó un baño más largo de lo habitual con agua fría para ver si con eso podía prepararse, se vistió y luego salió de la habitación, necesitaba hacer algo, cualquier cosa excepto encontrarse con Jimin.

La noche no fue mejor para Jimin, quién también dio vueltas en la cama buscando el calor de Yoongi. Estaba nervioso y las inseguridades del omega habían salido a flote. ¿Y si todo salía mal? ¿Y si a Yoongi le agradaba? ¿Estaba bien lo que estaban haciendo? Para nada, pero debía ser fuerte por Taehyung y su cachorro.

Necesitaba mantenerse ocupado o se volvería loco, por lo que el omega salió de su habitación para buscarlo y pasar el día juntos, algo le decía que él también lo necesitaría.

Jungkook despertó apaciblemente, abrazando a Taehyung y dejando besitos en su mejilla para que él abriera los ojos. -Tae, Kiwi, necesito salir de la habitación, debo ver a Yoongi. -Le dijo en un susurro. -Los veré más noche. Todo saldrá bien. -Prometió dejando un beso más largo en la mejilla del omega y una caricia en su vientre. - Todo saldrá bien. -Repitió y se levantó, si se quedaba un segundo más ahí, no querría salir.

Jungkook se aseó en otra habitación y corrió a su estudio, mientras esperaba que todo ocurriera como habían planeado.

El primer paso estaba dado y Haneul ya desayunaba en el comedor, Dohyun había salido al pueblo y la omega estaba ansiosa. No le gustaba la soledad. Mucho menos cuando se sentía desprotegida ahí.

La vida te da muchas señales y el aroma a cerezas le indicó que no estaba tan mal lo que hacía Yoongi pues tal como se previó la mujer estaba en el comedor, Yoongi respiró hondo y trató de poner su mejor cara y deshacerse de todos esos pensamientos que lo estaban invadiendo, sobre todo la culpa de estar ahí y tratar de seducir a otra omega cuando él ya tenía al suyo. Dejó atrás las posibles catástrofes y se concentró sólo en los beneficios que esa artimaña traería, incluso dejó salir un poco más su aroma y finalmente entró a la pieza como normalmente lo haría, observando a su alrededor. -Buen día, Señora Jeon.- saludó a la mujer e hizo como que trataba de retirarse para luego detenerse y regresar su vista a ella. Lo pensó un segundo y entonces habló. -No quisiera interrumpirla, pero ¿Puede regalarme un minuto de su tiempo? Creo que le debo una disculpa.

-¿Una disculpa? -preguntó Haneul incrédula. - Vaya, hasta que hay un alfa decente en este palacio. -dijo conteniendo una risita. -La aceptaré sólo porque es algo que no se ve todos los días aquí, pero quiero saber, ¿Qué te hizo cambiar de opinión? Estabas tan seguro de tus palabras que me cuesta creerlo.

Yoongi tragó con fuerza. -Es sólo que estuve pensando en nuestra conversación, no tengo por qué estar a la defensiva, pero lo estoy y quizá es porque usted tiene razón... sí me siento solo en este palacio, hay cosas que algunos omegas no llenan por completo.- dijo encogiéndose de hombros y escondiendo el pesar de sus palabras.

Haneul hizo esfuerzos por contener la sonrisa que quería formarse en su boca. Se limitó a alzar las cejas como si estuviera muy sorprendida. -No me digas. -Comentó con ironía. -¿Y cómo es que un alfa como tú llega a sentirse solo? ¿Tan insaciable eres? Platícame más. -Pidió la mujer acercándose a él. -¿Qué necesita alguien para satisfacerte, Min Yoongi?

Perdóname Jimin.

Fue lo único que pudo pensar el alfa antes de seguirle el juego a la mujer y achicar el poco espacio que los separaba observándola con atención. -Verá, hay necesidades que sólo las manos femeninas podrían cubrir, quizá más que sólo las manos.- dijo recorriendo el cuerpo de Haneul con sus ojos depredadores. -Usted me hizo cuestionarme si lo que tengo es suficiente y lo cierto es que no lo es. Una apariencia bonita no lo es todo, me gusta la emoción, el carácter y hasta cierto dominio. Los alfas del norte no somos tan fríos y hostiles como usted piensa, le sorprendería qué tan insaciables somos.