Quinta

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(Entre los amagos y la ira de la vida)

Cada zodiaco se diferenciaba de los otros por sus apellidos y por sus modos de vida, influenciados por la lengua, las costumbres, la cultura y otros factores. Cumplían diversas funciones que tenían relación directa con sus pueblos, se sentían felices viviendo en compañía de los humanos; aunque lo hacían camuflados, no querían ni debían revelar su verdadera identidad por órdenes de sus superiores que deseaban el bienestar. Los últimos en nacer para esa fecha fueron aquellos del zodiaco de los Pueblos del Norte.

Su felicidad se vio interrumpida cuando a finales del último siglo antes de la Gran Mediación, Orodomvelor, Maishklyle y Karuraida; buscando venganza hacia Gran Ente, por no dejarles tomar más poder del universo; decidieron asesinar sin piedad a todos los padres.

Primero se deshicieron de los hombres, luego de las mujeres. Los signos de los zodiacos, en especial los de edades tempranas, sufrieron un gran impacto causado por la repentina muerte de sus progenitores. Las ambiciosas Conciencias se encargaron de causar daño irreparable en pasado, presente y futuro. Se valieron de su poder para convertir en infantes otra vez a los primeros zodiacos y a los del presente de ese tiempo, los convirtieron en piedra. Ni Gran Ente ni las Conciencias benévolas pudieron evitarlo porque las pares malignas de estas, pensaron bien cada movimiento.

El temperamento de los zodiacos que llevaban tiempo en la Tierra, se trastornó caótico tanto como para humanos como para ellos mismos, el respeto se volvió un asunto del pasado. Cometían crímenes contra aquellos que tenían que proteger.

Los conflictos y peleas no se dejaron esperar, conforme los años pasaban, tomaban mayor conciencia de sus poderes los cuales ocupaban más en la maldad que en la bondad. Su existencia se convirtió en un gran revoltijo propiciador de problemas e interminables peleas. Para remediarlo, fueron aislados del mundo o puestos en castigos como pruebas sin fin o convertidos en piedra por el creador; o mucho peor, por los sádicos que mataron a sus padres.

Ante tal situación, en los primeros años que transcurrieron del Siglo I después de la Gran Medición, mientras los humanos se ocupaban en sus asuntos, la Gran Ente tomó por decisión propia crear a los Arcanos o Arkanux: seres portadores de magníficos poderes y habilidades únicas capaces de llevar vida o muerte, según lo deseen. Su cantidad es desconocida, pero su principal misión es guiar a sus zodiacos, hacerles cambiar y cuidarlos de los males.

Los Arcanux cumplían su labor a la perfección, acabando con los principales problemas zodiacales. Uno de los primeros en nacer se llamó Arlam; el guardián del zodiaco de los Druidas.

No todos nacieron al mismo tiempo, tuvieron que pasar varios siglos necesarios para reestablecer las armonías. Ellos, al igual que los zodiacos, portaban semillas del alma con características propias que le daban las habilidades tan únicas que tenían.

Stellaris: el epítome del destino (Stellaris 0)Onde histórias criam vida. Descubra agora