Octava

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(Entre universos y perversos)

Mientras la conciencia intentaba mantener su cordura, el todopoderoso usó su incalculable poder y traspasó las barreras que separan muchos universos hasta llegar a ese donde tomaría su víctima. Cuando llegó a su versión del planeta Tierra, la fecha era también el 31 de diciembre del año 1799. El lugar arribado por el supremo creador era un país llamado Prusia.

Sin tiempo disponible de contemplación, el Gran Ente buscó al primer ser humano en una casa. Se desencantó un rato porque no veía ninguno, pasó un segundo y justo halló dos en un lugar abandonado de escasa luz.

En él visualizó una pareja compuesta por un hombre de corta estatura que veía con inmensa lujuria a una pobre joven que emborrachó. Dándose cuenta de las intenciones del varón, provocó fuertes temblores en el piso.

— ¡Escapa ahora! —le gritó a la muchacha. Por más que no le entendió al máximo, comprendió que, si no salía del lugar, acabaría teniendo una experiencia fatal. Por un momento recuperó la conciencia y, en plena oscuridad, se marchó.

En tanto el ruin se paró, la entidad volvió a hacerlo caer. Seguido, arrebató el alma en su interior, el resto del cuerpo lo carbonizó con su poder. Creó una prisión en forma de burbuja que serviría de encierro para el alma. Con lo que no contó era con que Syvaksgloido, le había seguido el paso y se hizo con el alma de la muchacha. Decidió no enojarse con su Conciencia porque vio que sus intenciones distaban de ser malas.

Se encontraban listos para volver a su hogar. El Gran Ente, sin descuidar la escencia atrapada, se impulsó. Dejó una estela lumínica aceleró hasta de nuevo traspasar las barreras entre los mundos. Se movió con velocidad constante, en ciertos lugares trabados por materias poco amigables, actuó lleno de cautela.

Cuando poco les restó para volver a su universo, la entidad se detuvo, su creación también lo hizo. Antes de que siguieran el camino, le encargó a Syvaksgloido que tendría que regresar el alma a su universo de origen. Después aceleraron.

Stellaris: el epítome del destino (Stellaris 0)Where stories live. Discover now