Capítulo 12

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— Creo que ya debes irte. —el susurro de Enid sobre sus labios la hizo separarse un poco mientras la rubia miraba hacía su alrededor — Es muy de noche, además no quiero que tengas mas problemas por mi culpa.

— No tengo ningún problema por tu culpa, esta todo bien. —Merlina se abraza a Enid esperando que esta la deje quedarse para siempre en ese momento, pero sabe que no será así; suspira y se separa sin ánimos para luego dejarle un suave beso en la mejilla — ¿Nos vemos mañana?

— Hoy he pasado por muchas emociones, en menos de doce horas, ¿Prometes que mañana no será igual? —Enid en un tono bajo acerca un poco mas su mejilla hasta la morena para volver a sentir sus labios — Quizás debamos...

— Te prometo que mañana todo será perfecto. —la morena sonríe y la mira con unos ojos iluminados que Enid no sería capaz de rechazar — ¿Pasó por ti a las siete?

— Siete de la noche. —Merlina suelta una carcajada, pero al darse cuenta de la cara seria de Enid mantiene el silencio — ¿Quieres venir a recogerme a las siete de la mañana? ¿A dónde iremos? ¿A ver la aurora?

— ¿No te gustaría? Podemos tomar desayuno y luego almorzar...

— Y luego cenar. —termina diciendo Enid sin evitar reír — Punto uno, mi madre me mataría si desaparezco todo un día con alguien a quien ella no conoce de nada; segundo, suena muy lindo, pero de verdad tenemos que ir mas despacio, no apresuremos las cosas ¿Está bien? —Enid toma la cara de la morena y bordea con sus dedos el puchero que ha formado en su rostro.

— ¿Entonces solo a desayunar? ¿A las nueve?

— Ese es un gran plan.

— No es un plan, es una cita. —le recuerda Merlina mientras ambas se levantan y caminan para salir del lugar, la morena no sabe con certeza si debe despedirse con un acercamiento o si debe mantener la distancia, así que deja que Enid de el primer paso, para su sorpresa Enid prefiere mantener la distancia, se despide mientras camina de regreso a su casa — A las nueve. —la morena ve su reloj, era increíblemente tarde como para llamar a Divina o a Bianca para contarle. No sabía que hacer, nunca había tenido una cita.

Camino hasta unas cuadras donde había dejado su auto, se sube sin percatarse de la persona que esta recostada sobre el capote mirándola con una sonrisa.

— ¿En qué tanto piensas? —la voz de Tyler hace que la morena se sobre salte, el chico golpea el vidrio de la ventana y luego empieza a reír — Lo siento, saliste tan desesperada que se me hizo difícil no seguirte.

— Eres un tarado, ¿puedes subir? —la morena resopla mientras le abre la puerta de copiloto — Si te llegan a ver conmigo una vez más van a pensar que nos casaremos en febrero.

— ¿Qué haces aquí? —pregunta el chico mientras sube — No es los lugares por donde te mueves. —dice mirando alrededor.

— Estoy saliendo con alguien. —dice segura pero luego recuerda las palabras de la rubia — En realidad no, es decir, ni siquiera sé que estamos haciendo.

— ¿Con una chica?

— Si, se llama Enid. —la morena le resta importancia al tono de sorpresa que ha usado Tyler — Eso es lo que hago aquí, ¿ Quieres que te acerque a tu casa?

— Claro que no, quiero que me cuentes todo y sobre todo ¿Cómo es que estas saliendo con alguien?

— ¿Por qué te sorprende?

— Porque nunca has estado interesada en salir con alguien, y la verdad pensaba que te gustaban los chicos, como a tus amigas. —la morena hace una cara de asco y Tyler se ríe.

Serotonina Wenclair AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora