Capítulo 20

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Finalmente, sus últimos días se acercaban a pasos apresurados, Merlina ya tenía su maleta lista, y miles de mensajes de Bianca y Divina en su teléfono aguardando su llegada; ellas se fueron tan solo dos semanas después de que llegaron, no soportaron el inevitable bochorno de la gente demasiado social que vive en Los Ángeles.

Baja las escaleras con cuidado tratando de no despertar a los demás, no tenía intenciones de despedirse y mucho menos cuando no se marchaba ahora mismo, pasaría el día entero con Enid antes de macharse la mañana siguiente, era lo que habían planeado cuando la morena tuvo que contarle que se tenía que regresar a New York, hubo mucho llanto de parte de ambas, era un semestre completo el que no se verían, y en esos momentos tampoco Merlina contaba con la tranquilidad de ir a verla sin ser fotografiada.

Respiro hondo antes de darle un vistazo a su casa por última vez y se dispone a salir con la ayuda de uno de los guardaespaldas que descansaba sobre el umbral de la puerta.

— ¿No merecemos que te despidas? —la voz de su padre detrás de ella la hizo regresar la mirada, el hombre robusto de hace unos meses había quedado atrás, en su lugar estaba el mismo hombre pero mas delgado, decaído, su mirada se atrevía a decir que no era tan despiadada como antes — ¿Cuándo vuelves? —pregunta al darse cuenta que la morena solo alza los hombros.

— Para navidades papá. —dice sin mucha importancia — Sabes que el semestre que viene es pesado y las cortas vacaciones de medio año no las quiero desperdiciar.

— ¿Venir a casa es desperdiciar tus vacaciones?

— Seguro quedaré con algunos pendientes, no es necesario que seas melodramático padre. —resopla — Tengo que irme, voy algo retrasada. —dice señalando la puerta.

— Que tengas un excelente semestre, recuerda que no puedes fallar en ningún curso, tienes que graduarte lo antes posible. —dice, el hombre camina hasta ella y le sacude el hombro en forma de despedida, de repente Pericles aparece en escena, con una caja de cereal en la mano y con el cabello despeinado se acerca hasta ellos.

— ¿Qué pasa? —pregunta y baja su mirada hasta las cosas de la morena — ¿Por qué traes tu maleta? —pregunta confundido.

— Tengo que regresar a la universidad. —dice con falsa tranquilidad Merlina, de repente desde hace un par de meses atras, su hermano la ponía nerviosa — Volveré para navidades. —alza los hombros, Pericles solo asiente y hace el mismo gesto que su padre sobre tocarle el hombro y apartarse.

La morena sale de la casa en su auto, se niega a que ninguno de los dos la acompañe, y a que siquiera algún guardaespaldas la siga, maneja un par de minutos en círculos, tratando de zafarse a cualquier periodista o sus propios guarda espaldas que la estén siguiendo, cuando llega a casa de Enid esta ya la esta esperando, asomada por una de las ventanas con una sonrisa radiante en la cara como si la noche anterior no hubieran llorado hasta quedarse sin lagrimas.

— Hola. —saluda tímida mientras se baja del auto y acomoda su camisa antes que la rubia se acerque — Traigo mis cosas en el auto, ¿No te importa si me estaciono dentro? —pregunta con inseguridad, Enid asiente abriéndole el garaje.

— Entonces, hoy es el día. —Enid se muerde el labio con nerviosismo mientras no puede evitar que los ojos se le vuelvan a cristalizar — Vale, lo siento, prometimos que sería un día para divertirnos y pasarla genial. —se esfuerza por brindarle una sonrisa pero la morena solo asiente antes de pasar una de sus manos sobre los hombros de la chica y atraerla hasta ella.

— La pasaremos genial, traje el juego de mesa que te conté... —se detiene al ver la expresión asomándose en el rostro de la rubia — Estoy bromeando. —ríe al ver girar los ojos a la chica.

Serotonina Wenclair AuWhere stories live. Discover now