Capítulo 14

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Era otro día, la morena no volvió a casa el día anterior, en lugar de eso tomo la noche en un hotel tratando de relajarse sin mucha suerte, su celular no dejaba de sonar, y el nombre de Enid no dejaba de aparecer en la pantalla. ¿Por qué seguía insistiéndole? ¿De verdad cree necesario jugar con ella cuando tiene a su ex? Sin darse cuenta Merlina había apretado demasiado fuerte uno de los jugos que habían servido de desayuno, miro alrededor algunas miradas posadas en ella, fue mala idea tomar el desayuno en un hotel; corrió a uno de los lavabos y tiro lo que quedaba para enjuagarse, camino directamente a la salida sin importarle que todos parecían mirarla, asombrados, disgustados e incluso enojados; tomo su auto y lo puso en marcha hacía el aeropuerto, Divina junto a Bianca llegaban cerca del mediodía, la castaña se había encargado de convencer a Bianca sobre pasar unas minis vacaciones en Los ángeles.

Merlina pudo sentir como todo el aire que tenía reprimido en sus pulmones pudo salir cuando vio a sus dos amigas a lo lejos, empujándose la una a la otra por cargar una maleta; eran unas idiotas, sin pensarlo empezó a caminar hasta ellas, primero lento, luego un poco mas rápido, hasta que se encontró casi corriendo; cuando llego hasta ellas sintió una necesidad que no le había pasado antes, pero se contuvo, en lugar de abrazarlas como estaban esperando Bianca y Divina, les arranco la maleta de las manos y la cargo ella, ambas chicas rieron y caminaron detrás de ella.

— Divina y yo reservamos en este hotel. —Bianca le señala el gps a la morena — Ey, no estas tomando las indicaciones del GPS. —llevaban bastante tiempo andando sin mucho horizonte por la carretera.

— Ningún hotel, se quedarán en mi casa.

— ¿En tu casa? —preguntas las dos al unísono.

— ¿Ahora pertenecen a un coro? —pregunta divertida, la morena pasa las verjas a gran velocidad consiguiendo alertar al equipo de seguridad que luego de ver de quien se trataba bajaron la guardia — Si, si yo tengo que aguantar a mi padre y al estúpido de mi hermano como mis vacaciones, ustedes también.

— Siempre he tenido curiosidad por saber dónde vives.

— Esta en internet. —se escucha decir a Divina desde la parte de atrás del auto, Bianca regresa a mirarla — Su casa, esta en internet.

— ¿Me investigas?

— No, solo me dio curiosidad una noche y me metí a averiguar; es muy bonita. —dice alzando los hombros, la morena gira los ojos y vuelve a poner atención al camino.

Mientras tanto Enid estaba parada justo en el umbral de la casa de los Addams, Merlina no respondió ayer, y hoy no se quedaría de brazos cruzados, cuando una persona de servicio le abrió pudo ver detrás de esta a Homero, quien la esperaba con los brazos abiertos.

— ¡Enid! —el hombre camino con pasos fuertes hacia ella — Que bueno tenerte por acá, la gente de servicio ya le está avisando a Pericles para que baje a saludarte.

— No busco a Pericles. —quizás fue demasiado rápido, la expresión de Homero pronto se tornó seria — Busco a Merlina, la estoy buscando desde ayer.

— ¿A Merlina? —la voz de Pericles detrás de su padre la hizo temblar, la rubia pareció palidecer un poco mas cuando vio como el muchacho caminaba hasta ella — ¿Para que buscas a mi hermana? —su semblante no era bueno, tenía el ojo morado, y una de sus mejillas estaba magullada, parecía haber estado llorando, y cuando se acercó un poco mas pudo sentir un olor desagradable emanar de él.

— Ella iba a ayudarme en algo ayer... —estaba tartamudeando, la mirada de Pericles pareció enfocarse en eso mientras se acercaba mas a ella — Pericles, ¿Sabes dónde está?

— No viene a casa desde ayer en la mañana, suponemos que tomo un vuelo a New York. —habla Homero — ¿En que iba a ayudarte? Quizás Pericles y yo podamos hacerlo.

Serotonina Wenclair AuWhere stories live. Discover now