Capítulo 24 (Parte 3)

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LUJURIA

Vicenta

Santiago me toma de la muñeca y lleva a un lugar alejado de la barra. Acá también hay mucha gente lo cual es perfecto para mezclarnos y no ser vistos pues no quiero que mis amigos noten como nuestros cuerpos se reconocen.

Diles de Bad Bunny, Ozuna, Farruko, Arcángel y Ñengo Flow empieza a resonar, y el rostro se me calienta porque es una canción tan sexual para bailar con él, aun así, no me acobardo y hago el mejor esfuerzo bajo su escrutinio dominante pues de alguna manera quiero impresionarlo.

Sutilmente sigo el ritmo, inyectándome de una renovada sensación que me enciende las entrañas porque confirmo que, en efecto, él sabe moverse bien sin importar el género musical.

Nos sumergimos peligrosamente en las estrofas y apenas estamos agarrando vuelo cuando la canción cambia drásticamente haciéndome soltar una risa porque igual me encanta. Sus manos van a mi cintura, me da la media vuelta y pega tanto a su cuerpo que una peligrosa electricidad se enciende en mi vientre para recorrerse a mis muslos, al interior de ellos y así enroscarse peligrosamente en mi clítoris que aclama su atención.

Animals de Maroon 5 retumba a lo largo y ancho del bar, las luces se tornan azules de modo que mi piel se mira de ese color. Las manos del coronel Bestia deslizan un poco a mis caderas para moverme al ritmo de la voz del cantante lo cual me gusta. Las ganas pedirle que me cargue para enrollar los brazos en su cuello me ganan, pero recuerdo lo del desodorante así que no lo hago y eso me frustra. En cambio, coloco mis palmas encima de las suyas para moverme mejor, eso parece gustarle porque intercambia conmigo. Deja mis manos sobre mis caderas y las suyas recubren las mías.

—Suéltate —me dice contra la oreja, dejando un lametazo que me pone a vibrar—. Cierra los ojos y suéltate, Sirena.

—¿Qué me harás?

—Nada que no quieras.

—Eso no responde mi pregunta.

Aflojo mi cuerpo contra él, le entrego mi confianza y me dejo embrujar por Maroon 5. Raramente la canción va disminuyendo, haciéndose más erótica, sensual y cachonda. Los dedos de Bestia empiezan a ascender lenta y tortuosamente por mi antebrazo, generándome un éxtasis jamás experimentado que me torna errática la respiración a la par que mi corazón se alebresta en una ávida necesidad de gritarme lo cuán agitada estoy. Un gemido se me atasca cuando nos hace girar y retroceder con una violencia deliciosa hasta que mi espalda golpea la pared.

Una de sus manos aprisiona ambas de mis muñecas sobre mi cabeza. Me debato entre la vergüenza por mi olor y la excitación que percibo cuando su verga colisiona contra mi abdomen mientras sus labios tocan la parte interna de mi brazo. Va dejando pequeños besos hambrientos que electrifican mi piel al grado de causarme escalofríos que me erizan la piel.

—Huelo mal... —vuelvo a repetirle, pero él gruñe y dice «hueles delicioso, Sirena» contra mi piel, generando así un latigazo en mi vientre que me pone a temblar—. Santi...

—Dime que pare y lo hago —jadea, succionando la suave y transpirada piel de mi brazo. Mis terminaciones nerviosas, las cuales están dejándose seducir por él, me hacen gemir—. Porque lo que voy a hacer es un fetiche poco común que seguramente no conoces.

Sin embargo, no lo detengo ni pregunto lo que es. Él toma eso como un pase libre por lo que aprieta más mis muñecas para mantener mis brazos bien estirados sobre mi cabeza. Me hago una idea de lo que hará cuando su boca sigue bajando hacia mi axila la cual olfatea como un depredador para entonces darle un suave pero firme lametazo a la par que Friends de Chase Atlantic empieza a resonar. Es tanta mi sorpresa que me quedo paralizada, no de miedo, sino de una incomodidad erótica salvaje que activa un perverso sentir en mi sistema, uno que ni en mil años habría pensado en experimentar. Su lengua en esa zona me genera algo de cosquillas que eventualmente me hacen medio moverme, pero él me retiene en mi lugar soltándome una mordida que me hace gemir. Su pelvis empieza a restregarse contra mí provocando que mi vestido medio se alce, pero no me preocupo ya que estamos en una zona muy alejada de todos.

Tempestad 1 (Libro 2)Where stories live. Discover now