Capítulo Catorce

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Catorce - Escritos de mi diario


Salí de mi trance, parecía un mal sueño, una pesadilla, Liam, me estaba llamando, lo pude oír a lejanía, eso me trajo de vuelta.

—Erick, vamos despierta —dijo dándome algunos toquecitos en mi hombro

—Tu herida —dije sorprendido. Su ropa estaba limpia, y ya no había sangre en el suelo.

Me besó al verme despertar. Noté sus ojos llorosos.

—¿Qué pasa? —me preguntó.

—No se que me está pasando, hace unos minutos te habían apuñalado —dije, él rió acariciando mi rostro.

—Quizás tuviste un mal sueño —dijo.

—Te besaste con Mike.

La madre de Lisa entró a la habitación de nuevo, sus tacones altos resonaban con cada paso.

—¿Cómo pasaron la noche? —preguntó acariciando a su gato.

—Este lugar es miserable —dijo Liam.

—Miserable es lo que acaba de suceder —la mujer se acercó a ambos con preocupación en su rostro.

la miré confundido, sus ojos demostraban mucha tristeza.

—¿Qué ocurre? —preguntó Liam acercándose a la mujer por detrás de los barrotes.

—Algún sádico acaba de matar a Bianca —la mujer rompió en llanto.

—No te creo —dijo Liam. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

—¿Pero quién lo hizo? —pregunté.

—No lo sé, nos acaban de mandar fotos de su cuerpo sin vida.

—Mi abuela —dije recordando su voz.

—Ella está afuera, ya volvió a nuestra reunión —dijo la mujer suspirando.

—¿¡Qué carajos!? —gritó Liam golpeando con fuerza los barrotes de metal.

—Es imposible, mi abuela está enferma —dije.

—Tú abuela fue la que trajo las fotos,  ella te está buscando. Iré al patio, Lisa debe terminar su ceremonia.

—Mierda Liam, no entiendo qué está pasando.

—Ella la mató —dijo Liam llorando un poco.

—¿Qué?

—¡Tú abuela imbécil! ¿que no ves? —Gritó asustándome, me alejé de él. Estaba furioso.

—Liam, ¿en serio le crees eso? —pregunté, mi voz se entrecortó un poco.

—¿Por qué no lo haría? —se acercó a mi. Caminé de espaldas hasta que los barrotes frenaron mis pasos.

—Todos ellos, todo esto, no tiene sentido —dije, mi corazón se aceleró.

En eso escuché algunos pasos, ambos miramos hacia las escaleras.

—Muchachos, rápido salgan de aquí —dijo Lisa casi temblando, sus manos no coordinaban para meter la llave en la cerradura—. Cometí un grave error, cometimos un grave error Erick.

Me miró a los ojos, estaba llorando, su vista se notaba perdida y sin vida. La puerta rechinó al abrirse. Pero algo que no pude dejar de ver fue su mano, esa que se había cortado mientras decía frases raras, estaba sana, su piel estaba perfecta.

—¡Vamos Erick!

Sentí el jalón del brazo. Liam me sacó corriendo del sitio, la fuerte luz del sol me cegó. Volví a caer en un trance, mi cuerpo estaba débil, la luz del sol se convirtió en una gran lámpara de techo.

DETRIMENTO BL/+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora