• XIV •

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Estaba sentada en mí auto mirando al vacío, pensando si esto sería buena idea y tenía la respuesta. No, no era buena idea, mí entrenador me mataría y me daría de baja si me descubre aparte de que me haría sufrir en los entrenamientos, pero una gran parte de mí quería hacerlo, sentir esa adrenalina de la gente apostando, gritando con euforia por ver sangre, no es que sea una psicópata, pero no saben la adrenalina que se siente el no saber quién va a ser tu contrincante hasta el momento, que en la pelea todo sea posible, y que solo acaba cuando uno de los contrincantes este muy mal o noqueado. Así que solo tomé un gran bocado de aire, agarre mi bolso de la parte de atrás del auto y abrí la puerta para dirigirme a la gran puerta de hierro al final de una escalera. Al tocar, una pequeña rejilla se abrió y solo dejó ver los ojos de la persona que estaba del otro lado que al verme se notó que sonrió ya que sus ojos se achinaron.

-Jenn - Dijo el hombre - Bienvenida de nuevo - Sonreí y le di la mano para después abrazarlo.

-¿Aún trabajas aquí Big Boy? - Dije riendo y él me siguió.

-Aquí me ves, no de tiempo completo, solo de viernes a domingos - Asentí - ¿Vienes por dinero o por un poco de diversión? - Pregunto -.

-Sabes que dinero no necesito, y por algo de diversión pero de pelea - Aclare y el río negando.

-Cuando vi a tu amiga venir no me lo esperaba. Pasa, está donde siempre - Dijo haciéndose a un lado para dejarme y le di un abrazo, le dije un hasta luego y entre al lugar.

Mientras caminaba por un largo pasillo se podía escuchar el boom de la música a través de las paredes, al pasar unas cortinas negras pude identificar "High For This" sonando y el lugar lleno de personas de todo tipo, con tanto dinero como para comprar Alemania y aún así seguir comprando. Grandes políticos, empresarios, actores. El olor a marihuana, alcohol y sexo barato se podía oler apenas cruzar esas cortinas. Todo eso junto solo por una cosa. Peleas clandestinas, peleas ilegales, ya que las que sí son permitidas para ellos no tenían suficiente sangre o suficiente diversión. Increíble, lo se. Pero aquí es donde la mayoría de los entrenadores de boxeadores más grandes y famosos del mundo vienen buscando nuevos prospectos.

Bunny es un bar desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche, luego de eso, se convierte en uno de los lugares con las mejores peleas ilegales que podrás ver. Pase por el lugar donde estaba la fiesta, chocando con personas y esquivando otras hasta llegar a otra puerta y tocar varias veces. La abrieron un poco y un chico que nunca había visto me miró de arriba a abajo para después abrir la puerta por completo y cerrarla de inmediato ni bien pase. Al pasar en medio de esta sala el ring estaba vacío esperando ser ocupado, sonreí recordando aquellas veces que estuve en él y caminé hacia donde estaba Johnna. Al entrar la vi hablando con dos personas que se veían importantes debido a cómo iban vestidas. Ella volteo a verme y se despidió caminando hacia mí dirección.

-Apostadores - Dijo y asentí - ¿Cómo estás? - Pregunto.

-Nerviosa - Dije y comencé a reír, ella me miró confusa - Se me había olvidado de que eres tú la que habla para las apuestas -.

-Por eso hago el curso de negocios, soy demasiado buena en todo. Ponte cómoda, no te toca en un buen rato - Dijo dándome un apretón en el hombro - Iré a hablar con Robin para matar el tiempo, ¿Puedes creer que aún está aquí? - Dijo riendo mientras salía del cuarto y yo reía igual. Al escuchar la puerta cerrarse solté un suspiro tembloroso porque, aunque no lo demostrará, tenía miedo porque de aquí nunca nadie salía limpio, sea hombre o mujer. Y aunque aquí fue donde mí entrenador me encontró, se me prohibió estás cosas desde que él me representará junto con los patrocinadores. Y qué pasa si se enteraban de que estaba, fácil hoy me lo dieron libre. ¿Mí castigo?, no campeonato.

K.O. [Jemma]Where stories live. Discover now