K.O. [Jemma]

• XXII •

(Este capítulo contiene +18, leer bajó su propia responsabilidad)

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Estaba saliendo de mí habitación, cuando veo a Naomi viendo televisión y Milagros en la cocina. Al salir Naomi se dio la vuelta para verme - ¿Dónde vas? - Preguntó con una ceja en alto.

- Iré a la casa de Jenna, cenaré allá Mili, lo siento - Dije con una mirada de disculpa al ver que cocinaba y ella me sonrió tiernamente.

- No te preocupes cariño, espero que la pases muy bien, mándale saludos a Jenna de mí parte - Dijo y sé volteo de nuevo a la estufa.

- Claro que la pasará bien, usa protección Emma..., Olvídalo, los dedos no embarazan - Dijo Naomi riendo y rodé los ojos - ¿Me imagino que no dormirás aquí? - Preguntó.

- Probablemente no - Dije con una sonrisa saliendo del apartamento - Nos vemos mañana chicas en caso de que no vuelva - Dije cerrando la puerta y caminando hacia mí auto mientras veía la dirección que Jenna me había enviado y con eso me dirigí a su casa.

Después de unos veinte minutos llegué frente a una casa de dos pisos bastante grande para ser sincera y no podía creer que viviera completamente sola aquí, esta casa a pesar de tener solo dos pisos era enorme. Salí del auto y al ponerle seguro caminé a la entrada de la casa y espere unos minutos después de haber tocado el timbre para ver cómo Jenna abría la puerta con una sonrisa, estaba sexy aunque tuviera una ropa bastante sencilla. Tenía unos pantalones chandal grises, estaba descalza, una camiseta negra cortada a los lados de "The 1975" de forma que se le veía su sostén deportivo del mismo color y parte de sus costados, su cabello negro amarrado en un moño descuidado, sus anteojos negros cuadrados en pasta, su aro en la nariz, sin maquillaje y con esa sonrisa se veía extremadamente sexy - Hola - Dijo y la abrace para luego darle un casto beso en sus labios - Hola - Le respondí y ella se hizo a un lado haciendo un ademán con su mano de que pase, al hacerlo abrí ligeramente la boca, su casa era hermosa, el piso era de madera. No me dio tiempo a ver más cosas cuando ella se puso delante de mí.

- ¿Quieres ver el resto de la casa? - Preguntó ladeando un poco su cabeza hacia la derecha, reí suave al ver el gesto y asentí.

- ¿Y la comida? - Pregunté - ¿No tienes que estar al tanto? - Volví a preguntar.

- No te preocupes, está en horno, ¿Te gusta la lasaña? - Preguntó y asentí - Bien, hice Nidi di rondine - Dijo con el acento italiano más sensual que he escuchado en mí vida, pero fruncí en ceño porque en ningún momento en ese nombre escuché lasaña, ella me llevó alrededor de la casa enseñándome la cocina, la sala, una habitación que había en el primer piso, para luego llevarme a una vitrina grande que daba vista al patio trasero y se podía ver una piscina que básicamente le faltaba poco para ser olímpica, salimos al patio trasero. Era hermoso, la piscina estaba iluminada por unas luces suaves, había una pequeña área con mesas y sillas y dos hamacas, el pasto sé que lo cuida porque estaba corto y al seguir mirando vi una mancha negra recostada en el pasto - ¿Que es eso? - Dije apuntando a la mancha y ella rió.

- Esa es la princesa de esta casa básicamente - Dijo riendo - ¡Loli! - Grito e inmediatamente lo que se veía como una mancha, al levantarse era un gato completamente negro con excepción de su pata izquierda que al final era blanca pero de lejos se veía hermosa, caminaba como una diva y yo reía viéndola caminar con toda su calma, al ella llegar donde Jenna se estrujó en sus pies ronroneando y ella se agachó un momento para cargarla - Loli, Emma, Emma, Loli - Dijo enseñándome a su gata, tiene sus ojos extremadamente azules, el pelo sedoso y suave con un collar rosa pálido y una plaquita redonda donde el nombre "Loli O." Se veía en ella, mire a Jenna con una ceja alzada por el ollar, pensaba que no le gustaba el rosa y ella se encogió de hombros - Es una diva - Dijo de manera simple y reí mientras acariciaba al animal, ella lo puso en al suelo y con el mismo aire que camino a nosotras, camino para entrar a la casa de Jenna, ella y yo reímos - Gatos - Dijo y entramos a la casa - Ven, te enseñaré mí lugar favorito -.