K.O. [Jemma]

• XXXI •

— Bien chicos, cómo ya todos terminaron sus exámenes o su examen de este día, quise hacer esta pequeña reunión para decirles que no pondré examen — Algunos empezaron a celebrar — Al menos no escrito — Comencé a reír al ver que todo el curso se quedó en silencio — Les pondré un trabajo. Será sencillo y estará a su favor — Estaba sentada con mis piernas cruzadas y mí cuaderno abierto haciendo unos apuntes, una colita desordenada se encargaba de recoger mí cabello, y con mis anteojos me dedicaba a escuchar al profesor mientras explicaba — ¿Por qué estará a su favor?, fácil, porque escogerán cualquier monumento de cualquier país y lo harán a escala 3D, ¿Me explico? — Asentimos — Perfecto. No quiero monumentos repetidos así que piensen cuáles quieren y díganme uno a uno para anotarlos — Se sentó en su escritorio — Les daré unos minutos para que los piensen y no será en grupo, individual y las iglesias cuentan — Con esto dicho, saco una hoja en blanco, un la lapicero y espero a que respondiéramos.

— Señorita Myers, ¿Usted que trabajará? — Me miró esperando la respuesta y lo miré en silencio antes de responder.

— Palacio de Buckingham — Él asintió con una sonrisa y escribió en su hoja para seguir preguntando. Al terminar la clase recogí mis cosas  que eran pocas ya que solo fui para tomar el examen y venir a esta pequeña reunión. Mientras me dirigía a la salida saludaba a algunas personas que pasaban a mí lado y sonreí al ver a Jean pasar.

— ¡Jean! — Dije emocionada y él al verme soltó un grito ahogado de emoción y me abrazó dando uno que otro salto emocionado.

— Cariño, ¿Cómo te encuentras? — Me pregunto — Mírate, estás preciosa. Que sensual — Me agarró la mano y me dio una vuelta mientras yo reía.

— Gracias, igual tu, el tiempo te ha favorecido — Hace un tiempo que no lo veía porque aparte de que no estudia lo mismo que yo, estudia medicina y ya casi acaba su carrera, así que se la pasaba en hospitales. Aunque hablábamos por mensajes y llamadas.

— ¿Y cómo te va? He visto que muy bien porque por ahí vi que eres la modelo principal para el show de este año — Reí al escucharlo asintiendo — Y un pajarito me dijo que por fin has dejado al cara de niño — Y en ese momento solté una carcajada porque fui yo quien se lo había dicho.

— Si, digamos que alguien más tiene mí total atención — Él me miró sorprendido y enganché mí brazo al suyo mientras caminábamos a la cafetería que nos quedaba cerca — Te la presentaré cuando la vea. Debe estar en la cafetería a esta hora — El asintió y como si fuera adivina, en una mesa con un grupo de amigos se encontraba Jenna comiendo lo que podía ver de lejos que eran papas fritas — Allí está — Señale donde se encontraba y fruncí el ceño.

— Bueno, tu chica y su amiga son muy unidas — Y negué porque esa chica no era Johnna. Acababa de llegar una rubia, se sentó a su lado y recostó su cabeza en su hombro, pero Jenna es Jenna y estaba ajena al mundo mientras comía sus papas fritas, cosa que me hizo reír, pero desapareció inmediatamente al ver cómo la misma chica apoyaba su barbilla en el hombro de ella y le susurraba algo al oído, pero Jenna se separó de ella — Bueno pues que hacemos aquí parados, vamos. Eres la persona más caliente cuando estás celosa — Comencé a reír al escucharlo caminando en dirección a Jenna, riendo al ver cómo le dio un manotazo a Johnna mientras la miraba con su ceño fruncido, cuando su amiga quiso coger una de sus papas fritas.

Al pararme frente a su mesa, todo el mundo hizo silencio y los chicos que había en ella me miraban con sus bocas algo abiertas, como si fuera un ángel bajado del cielo. Sonreí al ver cómo Johnna le dio un leve golpe a Jenna que aún no subía su mirada de su comida y está la miró con su ceño fruncido acariciando la parte donde la golpeó, su amiga le señaló a mí dirección con su barbilla y mí sonrisa creció al ver cómo la suya se formaba al verme. Ella abrió su boca para hablar, pero un chico con piel bronceada y el típico prototipo de lo que sería un Fuckboy que aún se creía que estaba en la escuela y era el rey de todo, la interrumpió dándome su mano.