K.O. [Jemma]

• XXVI •

- ¡Emma! - Escuché a Naomi gritar abriendo la puerta de golpe. Me desperté exaltada y caí al suelo.

- ¡Ya, ya estoy despierta! - Dije pérdida.

- ¡Por Dios Jenna!, puedes tener un cuerpo increíble, pero trata de aunque sea ponerte ropa interior - Exclamó Naomi.

- ¿Estás bien cielo? - Preguntó Emma y asentí acomodandome en el suelo - ¿Vas a dormir en el suelo? - Asentí - ¿Desnuda? - Pude escuchar la risa de Naomi y la de ella. Negué cerrando los ojos para volver a dormir. No pensaba con claridad cuando tenía sueño o me acababa de levantar - Vamos cariño arriba - Sentí la mano de Emma tocar la mía, jalando me hacia arriba y asentí con los ojos cerrados subiendo me nuevamente a la cama mientras ella y Naomi reían.

- Debes cambiarte Emma, tu vuelo es a las diez, son las nueve y veinte - Abrí los ojos de golpe.

- Te vas Emma - Ella asintió mirándome extraña - Vamos que llegas tarde - Salí de la cama entrando a toda prisa al baño escuchando la estruendosa risa de Naomi y un "Tu chica tiene un cuerpo increíble" seguido de una risa de Emma.

Al salir del baño ya cambiada y todo, Emma estaba caminando por la habitación en puntillas entrando algunas cosas a su maleta - ¿Por qué siempre que estás descalza caminas en puntillas? - Pregunté curiosa y ella volteo su cabeza mientras estaba agachada frente a la maleta para regalarme una sonrisa.

- Cuando te acostumbras a usar tacones para todo, cómo me pasa a mí, caminas de esa forma - Dijo echando su cabello a un lado con un movimiento de cabeza - Si pudieras ir al lugar donde pasa "La magia" por así decirlo - Hizo las comillas con sus dedos - En el desfile de este año, verás que la mayoría de las chicas que andan descalzas caminan como yo - Finalizó levantándose después de cerrar sus maletas y ponerlas de pie - Ayudame con esto Jenna, llegaré tarde - Le ayude con sus maletas agarrando una y saliendo de su habitación para dirigirme a la puerta de su apartamento.

Al llegar al aeropuerto creo que he muerto y resucite en el infierno - Uhh... - Murmuré y sentí que alguien golpeó mí brazo y vi a Emma mirándome mal, reí leve - Johnna aquí hubiera llorado de felicidad - Dije viendo todas las modelos con las cuales Emma trabajaría, ella rió asintiendo. Emma dejó de caminar parándose frente a Naomi y a mí.

- Bien chicas, desde que llegue les avisaré - Asentimos - Naomi, no hagas nada estúpido en mí ausencia - Le señaló con su dedo índice y le dio un fuerte abrazo, duraron así un tiempo mientras se decían cosas que no escuchaba porque aún me sorprendía con todas las personas que iba a trabajar - Ahora tu - Me golpeó en el hombro y fingí una mueca de dolor - Te voy a extrañar cielo - Me tomo por sorpresa al enganchar sus brazos en mí y abrazarme tan fuerte que sentía que se me fue el aire por unos segundos - Quiero que hablemos todos los días que podamos - Me susurro al oído y asentí - Trataré de estar aquí para tu cumpleaños - Negué.

- Emma no tienes que... - Me interrumpió.

- Jenna, enserio quiero estar aquí para esa fecha - Susurró, asentí rendida y ella se separó de mí agarrando mí cara con cada una de sus manos, pasó sus pulgares por mis cejas mientras sonreía tiernamente y acercó su boca a la mía. Solté un suspiro de satisfacción al sentir su lengua hacer contacto con la mía, haciéndola sonreír y su sonrisa me hizo sonreír a mí. Terminando el beso por unos momentos mientras soltábamos una risita, ella beso la punto de mí nariz y cerré mis ojos disfrutando el contacto al sentir sus labios en el puente de mí nariz - Te llamaré está noche Jenna - Asentí - Te quiero mucho - Dijo suave y sonreí para después besarla de manera tierna.

- Te quiero más - Le respondí, ella me dio un último beso y comenzó a caminar donde las chicas, las cuales la saludaron con abrazos y besos para luego comenzar a entrar a bordo. Ella se volteo unos segundos para agitar su mano en dirección mía y de Naomi, nosotras hicimos lo mismo mientras ella desaparecía detrás de la puerta del avión - Bien - Mire la hora de mí celular - Tengo entrenamiento - Me voltee a Naomi - ¿Necesitas algo? - Le pregunté de manera educada y ella negó con una sonrisa.