• XVII •

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Jenna POV

Estaba frente al espejo mirando mí cara y solo quedaban las cortadas, los moretones básicamente ya no existían gracias a una crema que me ponía para este tipo de golpes. Solo tenía las cortadas de mí boca que ya estaban casi desapareciendo, la cortada del pómulo y la que estaba al lado de mí ojo. Me estaba terminando de cambiar cuando vi que mí celular sonó anunciando la llegada de un mensaje de Johnna, solo pude ver parte del mensaje y fue suficiente para ir la llamara. Emma.

- ¿Qué le ha pasado a Emma? - Dije desde que contesto la llamada.

- Hola Jenna, ¿Cómo estás?, ¿Bien?, que bueno, me alegro. Yo también estoy bien por si te interesa - Contesto.

- Johnna - Dije en tono de advertencia y ella soltó un suspiro.

- Emma… Emma no irá a la universidad hoy - Dijo en un susurro y fruncí el ceño.

- ¿Por qué? - Pregunté.

- Tuvimos que llevarla al hospital ayer después de la fiesta - Al escuchar aquello deje de ponerme los tenis ya que iba a ir directamente al gimnasio desde que terminara las clases.

- ¿Por qué?, ¿Ella está bien? - Pregunté preocupada.

- Oh sí, todo salió bien - Dijo.

- La razón por la que tuvieron que llevarla - Dije y escuché cómo volvió soltó otro suspiro.

- Jenna, primero que todo, necesito que cuando te lo diga no hagas nada estúpido, por favor - Suplico.

- No prometo nada - Dije con el ceño aún fruncido.

- Uhm… Cuando fui a la fiesta hubo un tiempo en que ella se desapareció de mí lado y comencé a buscarla, Travis y yo - Decía mí amiga y yo solo tenía los ojos cerrados - La… La encontramos en una habitación, desnuda, con Sebastián, sino me equivoco, ella llorando y el, bueno, el - No termino de decir y apreté mí mandíbula.

- ¿Dónde están? - Pregunté entre dientes.

- Emma está en casa, la dejamos hace unos minutos y el, bueno lo vi hace unos momentos aquí en la universidad - Dijo - Jenna, por fav- No escuché más porque había colgado la llamada.

Termine de ponerme los zapatos, cogí mis llaves del auto y de la casa e hice mí camino a la universidad. Creo que rompí todas las leyes de tránsito habidas y por haber, pero no me importaba, iba a matar a golpes a ese hijo de puta enfrente de todo el mundo. Al llegar a la universidad, que debo decir que fue en tiempo récord, ni siquiera me fijé si parquee bien o mal, solo se que apague el motor del auto y salí de él como alma que lleva el diablo para comenzar a buscar a ese maldito. Está universidad podía ser grande, gigante, pero sabía que todo el mundo sabía de todo el mundo, sin excepción. Así que al acercarme a un chico y preguntar dónde él se encontraba, comencé a hacer mí camino al campo de fútbol americano y al llegar mire alrededor hasta ver una camiseta que tenía escrito “Castro” en la parte trasera con el número 5 abajo del apellido y caminé con paso decidido, mientras más me acercaba más podía sentir como mí respiración se hacía pesada.

- ¡Sebastián! - Grité con todas mis fuerzas al estar a unos centímetros de él, llamando la atención de todos los que estaban en el campo.

- ¡Hey! Jenna - Dijo animado y sonreí de forma sarcástica. No espere ni dos segundos frente a él cuando mí puño chocó con su nariz y sentí que algo se desbarataba en el impacto, solo hizo falta ese golpe para verlo inconsciente en el pasto verde, pero veía todo rojo, así que me hinque en su pecho y conecte mí puño de forma pausada pero fuerte en su cara, tres veces, tres veces lo golpee y cuando deje de hacerlo me sentía caliente, sentía que podía producir fuego, respiraba demasiado pesado y me podía sentir la nariz inflada de lo enojada que estaba. Su cara estaba llena de sangre al igual que mí mano, me pare y mire alrededor, una gran masa de estudiantes universitarios se había reunido y nadie, absolutamente nadie, se atrevía a meterse porque sabían muy bien el deporte que práctico. Miré a un Sebastián inconsciente en el suelo y dirigí mi vista al equipo - ¿Quién es su mejor amigo? - Pregunté de forma fría y todos abrieron paso para ver a un chico algo huesudo para pertenecer al equipo de fútbol americano - ¿Cómo te llamas? - Le pregunté matándolo con la mirada.

- Ben - Dijo tartamudeando.

- Cuando tú amigo despierte - Dije apuntando a Sebastián - Dile - Comencé a acercarme a Ben - Que su único jodido error fue haber abusado de la chica de una boxeadora profesional. Y dile que hablaré con él después - Dije - ¿Me has entendido? - Pregunté y vi como trago saliva pesadamente y comenzó a asentir de forma frenética.

-  Ss… sí - Contestó.

-  Perfecto - Termine diciendo, dándome media vuelta y viendo cómo todos hacían espacio cuando pasaba, camine a mi auto y de manera más tranquila hice mi camino al departamento de Emma.

° ° ° °

Toque de forma rápida al estar frente a la puerta del apartamento y escuchaba como decían en el otro lado que ya venían pero aún así no dejaba de tocar, Milagros abrió la puerta y me vio con ojos grandes, pase por su lado sin pedir permiso de entrar y ella me detuvo. La mire con el ceño fruncido.

- Jenna, llévala despacio, ha estado todo el tiempo desde que llegó hecha un ovillo - Dijo en un tono suave y asenti. Camine a su habitación y su puerta estaba cerrada, di dos golpes y no escuché nada, los di de nuevo y al no recibir respuesta fui abriendo la puerta lentamente y al ver su habitación por primera vez, todo estaba oscuro, solo una pequeña luz del baño iluminaba un poco de su habitación y como Milagros dijo, estaba ella del lado derecho de la cama dándole la espalda a la puerta, hecha un ovillo. Me quité los zapatos dejándolos al lado de la puerta y entré de puntillas a la habitación, me subí a la cama y ella ni se movió, puse mi mano en su hombro y pude sentir como su cuerpo se tenso y abrazaba más sus piernas pegando las más a su pecho - Por favor… - Escuché que susurro y cerré los ojos de forma leve.

- Shh… soy yo Emma - Dije dándole un suave beso en su mejilla y ella inmediatamente volteo rodeando mi cintura con sus brazos, apretándome a su cuerpo y escondiendo su cara en el hueco de mi cuello. Pude sentir algo húmedo en el y supe que estaba llorando, comencé a acariciar su cabello con un movimiento suave y despacio - No te preocupes bebé, estoy aquí contigo, no iré a ninguna parte - Dije dándole un beso en la sien y me apretó más contra ella.

- No dejes que se me acerque - Dijo con voz temblorosa - No lo dejes Jenna - Volvió a repetir en un susurro.

- Me aseguraré que nunca vuelva a ponerte un dedo encima cielo, nadie te lastimara de ninguna manera, no mientras yo respire - Murmure. Poco a poco pude sentir como su cuerpo dejó de temblar y su respiración se hizo pausada y ligera, también su agarre se aflojó y supe que estaba dormida. Me levanté sin despertarla, la acomodé mejor en la cama y la arropé con las sábanas hasta su cuello. Le hice una caricia a su pelo y escuche como soltó un ligero y pequeño suspiro, sonreí - Te quiero Emma - Susurre bajo, besando su frente para después apagar la luz del baño y salir de la habitación sin hacer ruido.





K.O. [Jemma]Where stories live. Discover now