Dioses entre los hombres -HIATUS-

Capítulo 27: Tiempos Desesperados

El Gran Salón estaba lleno hasta el borde con estudiantes y reporteros por igual. Todos habían venido a presenciar la ceremonia de finalización del Torneo de los TriWizard. La directora McGonagall le presentó la copa a Harry, quien, aunque técnicamente no reapareció con la copa, todavía fue declarado ganador. Debido a que la última copa se 'perdió', se encargó una nueva. La historia oficial era que la llave del puerto había sido hecha incorrectamente y envió a Harry al Océano Atlántico, donde Fawkes lo salvó de las aguas heladas.

Harry se paró frente al Gran Salón con los sonidos de vítores y gritos de sus compañeros de clase y las luces intermitentes de las cámaras de los reporteros que se apagaban. Fleur se sentó en la primera fila, animando más fuerte que todos a su alrededor. Ella le dio un beso cuando se le miró, haciéndolo sonrojarse ligeramente.

Sostuvo la copa en la victoria a más vítores antes de comenzar su caminata de regreso para sentarse junto a Fleur, quien lo besó profundamente en los labios, provocando más vítores. Los gemelos fueron los más ruidosos de todos y dejaron salir varios de sus whizbangs que obtuvieron muchos aplausos.

¡Minerva levantó las manos para guardar silencio, "Esto concluye el Torneo de los Tres Magos! Una vez más, debo agradecer a nuestros compañeros de escuela que se unieron a nosotros este año, Beauxbatons y Durmstrang." Los aplausos sonaron de nuevo por el pasillo. Los estudiantes de Hogwarts fueron fácilmente los más bulliciosos en el Salón, emocionados de que fueran ellos los que se fueron con la victoria.

"Muchos de ustedes han hecho grandes amigos este año de las otras escuelas." Aimee, que se sentó junto a Harry y Fleur, se pellizcó la mejilla cariñosamente haciendo que Harry frunciera el ceño a la bruja de pelo azul. "Estas relaciones que has hecho ahora te definirán en el futuro." Harry besó el templo de Fleurs y la apretó más cerca de él.

"Disfruta de la fiesta por última vez!" La comida preparada por los elfos de Hogwarts apareció de una vez en las cuatro mesas. Muchos de los reporteros habían estado parados en la parte posterior del Salón y archivados cuando comenzó el festín. Harry miró alrededor del pasillo y colocó sus ojos en todos sus amigos que estaban reunidos a lo largo de la mesa de Gryffindor. Mucho bueno y malo sucedió este año, y lo entusiasmó por el futuro. Había hecho muchos amigos y estaba por una vez, perfectamente contento con su vida. Dumbledore y Voldemort están condenados, por el momento a Harry le importarían menos. Estaba feliz de estar todavía aquí en el momento.

Los ojos de Harry se asentaron en Tracy, que estaba hablando animadamente con Susan y Hannah en la mesa de Hufflepuff. Hoy fue el día en que Andrew vendría a la escuela para poder ir con Tracy en el Expreso de Hogwarts. Luego irían con Harry de regreso a Grimmauld Place por seguridad.

Daphne, el verdadero Daphne también regresaría esta noche y Harry estaba un poco nervioso por eso. Habían pasado muchos meses desde que había hablado con el verdadero Daphne y, según Banshee, ya no era una adolescente normal. Sintió pena por ella y no pudo evitar sentirse culpable por no saber que era Bellatrix en lugar de su mejor amigo. El resto de la escuela pensó que estaba en St. Mungos para Dragon Pox la semana pasada, pero ella estaba realmente en el cuartel general de Ghost recuperándose del abuso mental y físico que sufrió. Aparentemente estaba tomando un suministro riguroso de pociones y todavía necesitaba dormir mucho.

Su mente había sido repetidamente entrometida por Bellatrix, quien trató de aprender cada pequeño detalle sobre Daphne. El anillo no fue suficiente para que ella lograra adecuadamente un convincente Daphne Greengrass durante tanto tiempo y había pasado por su mente para aprender mejor sobre la chica a la que se hacía pasar. Tales cosas tenían sus consecuencias y la mente de Daphnes se había atraído por completo a sí misma para su propia protección. Ella estaría en un largo camino de recuperación, pero Harry estaría allí en cada paso del camino. Aparentemente, ella no había estado pidiendo a nadie que se detuviera con él, lo que le dio la esperanza de que ella saliera de su caparazón hacia él.