Dioses entre los hombres -HIATUS-

Capítulo 44: Reyes Corruptos

Daphne se sentó en la sala común de Slytherin con su hermana cerca. Tracy también estaba cerca, sentada en el suelo junto al fuego con un libro de pociones en su regazo. Los tres se sentaron en silencio a la luz oscura, la chimenea apenas ardía como le gustaba a su casa. Ya no tenía ninguna razón para temer ser amiga de Potter mientras estaba en su casa. Después de que Draco y sus guardaespaldas fueron expulsados del castillo, el peligro que enfrentaba se redujo en gran medida.

De hecho, ahora era como si los partidarios de Potter y su lado salieran de la carpintería. Aún no se había visto si eran genuinamente partidarios de Harry y su causa o simplemente deseaban terminar en el lado ganador. Aún así, hizo las cosas mucho más fáciles y seguras para ella y sus amigos.

Algunos de los de Slytherin todavía se pusieron del lado de las ideologías de sus padres, abrazando la causa del Mortífago, especialmente porque la mayoría de dichos padres estaban muertos y sus descendientes deseaban venganza. Una guerra silenciosa había comenzado dentro de la casa y su cabeza había permanecido ajena a todo, o simplemente dispuesta a hacer la vista gorda. Era más probable que este último, Slughorn no fuera el tipo que se preocupaba por los estudiantes, solo él mismo. Cada noche había algún tipo de ataque, nada dañino donde atraería la atención de la directora, o peor aún, el propio Harry Potter a quien se temía sobre todo.

Estos ataques fueron bromas límite, pero nunca fueron divertidos, y casi siempre el lado de Death Eater terminó peor por el desgaste. Los ataques también se mantuvieron por encima de la marca del cuarto año, lo cual fue sabio ya que cualquier cosa a continuación atraería la atención de Harry, quien hizo saber sus intenciones que nadie más joven debería estar involucrado en algo tan estúpido como la lucha interna.

Cada noche, Daphne y Tracy planearon sus propios ataques, con la ayuda de los años mayores que se pusieron del lado de ellos. Estaban ganando la lucha y pronto, esperaban la victoria absoluta, habiendo traído a muchos de los partidarios de la DE a su lado.

Harry Potter ahora era realmente temido dentro de los pasillos de Hogwarts. El aliento mismo de su nombre envió un escalofrío por las espinas de muchas personas, pero no fue necesariamente por miedo, sino por reverencia y asombro hacia él. Entre los estudiantes era una leyenda, un dios con el que no se podía meter. Cada mañana se les recordaba la destreza de Harry con magia cuando el Profeta diario fue entregado, arrojando fantasías de sus batallas, verdaderas y falsas por igual.

Cuando caminaba por el castillo, era como un rey, un séquito de soldados lo seguía, todos mucho más viejos. Aurores, duendes y centauros caminaron con él, hablándole y aconsejándole en los caminos de la guerra. Incluso en asuntos del ministerio al que a menudo se lo miraba, su lugar se había elevado más alto que el propio ministro.

Daphne notó que con cada día, un resplandor comenzó a crecer a su alrededor. Era como si la magia misma comenzara a envolver a converger a su alrededor, adornándolo con una capa dorada de protección. Él realmente era el Elegido a los ojos de muchos pueblos. El profetizado. Para Daphne, sin embargo, Harry era más que el Elegido, o un guerrero, o un Rey. Él era un amigo y ella lo amaba como a uno. Su amor por él se había pacificado, sabiendo que él nunca devolvería el amor que una vez había sentido por él. Desde entonces, pudo seguir adelante, pero tenía la sensación de que ningún hombre sería como Harry.

Theo Knott entró por la entrada oculta y tomó su lugar junto a Daphne en el sofá frente al fuego. Era habitual que los tres quintos años y Astoria se vieran juntos, y si algún Slytherin deseaba enviar un mensaje a Potter, todos sabían por quién pasar.

Knott parecía un poco perturbado, como si hubiera recibido un mensaje desafortunado, acabando de regresar de la lechuza. Se inclinó y habló en un susurro, "Harry necesita saberlo. Voldemort planea reunirse con alguien." Esto inmediatamente llamó su atención y se sentó erguida.