𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐈𝐈

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20 horas después del avistamiento del titán.

En una carreta, mientras todo había cambiado, la chica se encontraba con su uniforme de soldado mientras miraba al frente, nadie decía nada, solo se escuchaban las pisadas de los caballos, era un anochecer. La sargento miraba aquella piedra extraña, más bien cristal de una forma curiosa y sería, se estaban dirigiendo a una nueva posición.

—¿Qué se supone que haremos ahora?—se escucha la voz de Armin. —La muralla Rose fue violada repentinamente y ahora yo... Ya no sé qué podríamos hacer... Incluso sí llevamos a Eren a la frontera, dudo que eso pueda cambiar algo y... ¿Por qué llevamos al sacerdote de la secta del muro con nosotros?

—¡Ah! Eso... Bueno, desde ahora somos amigos con Nick, sabes, ¿O no?

Menciona la sargento mientras abrazaba de forma "amistosa" a aquel hombre que estaba quieto y tenso todo el camino.

—Él sabía de los titanes en el muro, pero aún sigue guardando silencio de ese hecho sorprendente... No tengo idea del porqué, pero parece firme en mantener su boca bien cerrada cuando se trata de los secretos que conoce del muro, incluso si tiene que morir, por ello, aparentemente, los integrantes de su secta conocían un montón de cosas acerca del muro.

Todo el mundo quedó en silencio o mejor dicho asombro, Eren intentó ir hacia él, pero su cuerpo dolía, así que fue detenido por Mikasa.

—Iba a preguntarle a los otros miembros, pero escogió venir con nosotros por su propia voluntad, si la situación ha cambiado, así que después de haber presenciado todo lo que sucedió, ha estado dudando de si debería seguir aquellas reglas, así que quiere ver el real estado del asunto con sus propios ojos.

—Espera, espera, espera, es extraño, ¿sabes? Si sabe algo, ¡Dígalo, por favor! ¡¿Qué puede ser más importante que prevenir la aniquilación total de la raza humana?!— exige Eren.

—Bueno, desde mi postura parece que tiene algo de agallas, pero ¿qué hay de los otros fanáticos de su pequeña secta? Dudo mucho de que ellos puedan jactarse de este tipo de fuerza de voluntad—habló el peli negro.—Ah, bueno, hay muchas formas para hacer hablar a una persona.

¿En serio? Porque no me lo aplico a mí. Pensó la joven a su lado.

El hombre tenía un arma oculta bajo su chaqueta, apuntando ligeramente al pastor, el cual seguía sin decir algo con una mirada baja, la de coleta se frustró un poco, las personas que no hablan tienen mucho que decir y las que pueden no dicen nada.

—Puedo ser inútil, ahora mismo en el combate... Pero estoy seguro, como el demonio, que soy capaz de mantener un ojo sobre el viejo, además la soldado a un lado mío puede dañarte si se lo ordenó, así que danos el favor de no inventar nada que pueda resultar un nuevo agujero en tu cuerpo.

Los ojos de Eren se dirigen a la chica, la cual solo miraba al frente sin decir nada.

—En otro punto... Hange, es nuevo para mí que tengas una extraña afición de jugar con las piedras.

—Ah, sí, bueno, lo tengo, pero... Esta no es una piedra ordinaria, es una de la dureza de la piel endurecida del titán femenino que dejamos atrás—comentó la de lentes.

—¡¿No desapareció?!— se sorprende Armin.

—Lo corté del cuerpo de titán de Annie cuando le atamos con cuerdas... ¡Increíble pero! No se evapora, y no desaparece, y ahora que tengo una epifanía... Cuando comparé esta pieza con los fragmentos del muro, la composición y estructura del cristal se vuelven realmente similares, en otras palabras, el muro mismo fue construido por titanes tipo colosal, quienes se convirtieron en sus pilares.

𝐋𝐄𝐓𝐑𝐀𝐒| Eren JaegerWhere stories live. Discover now