𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈

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En medio del caos de la batalla, mientras todo se calmaba, humo cubría el campo de batalla, un soldado llamado Floch se abría paso entre el tumulto con determinación en su corazón. Con el ruido de los gritos de dolor ensordecedor sus oídos, sus ojos escudriñaban ansiosamente entre los escombros y los cuerpos caídos en busca de cualquier signo de vida. Ya había encontrado antes al comandante, pero quería buscar a más.

Entonces, en un lugar apartado del campo de batalla, divisó una figura tendida en el suelo, apenas visible entre el polvo y la tierra. Corrió hacia ella con el corazón, latiendo con fuerza en su pecho, temiendo lo peor pero aferrándose a la esperanza de encontrarla viva.

Cuando llegó a su lado, el alivio lo inundó al descubrir que la figura era la valiente teniente ____, quien yacía allí, respirando débilmente, pero aun con vida arrodilló a su lado, cuidadosamente, apartando los escombros y evaluando sus heridas con manos hábiles pero gentiles. Aunque herida y débil, los ojos de ____ se encontraron con los de Floch, y en ese momento, un destello de reconocimiento y gratitud brilló en su mirada. A pesar de la confusión y el dolor, le traía consuelo en medio del caos que la rodeaba.

—Por favor, no cierres los ojos aún.

Con cuidado y determinación, el soldado levantó a ___ en sus brazos, sosteniéndola con ternura mientras la llevaba hacia donde se encontraban los demás sobrevivientes, entre ellos, su enamorado Eren. A medida que avanzaban a través del campo de batalla devastado, podía sentir el peso de la responsabilidad sobre sus hombros, pero también la esperanza de que ____ pudiera despedirse de aquellos a quienes amaba.

Finalmente, llegaron al lugar donde se encontraban los demás soldados, entre ellos Eren, cuyo rostro se iluminó con un destello de alivio al ver a ____ viva, aunque su rostro se estremece de preocupación al ver que tenía una roca filosa enterrada en su abdomen. Sus ojos se encontraron con los de ella, y en ese momento, todo lo demás pareció desvanecerse mientras el amor y la preocupación brillaban en sus miradas.

Con gentileza, Floch colocó a ____ en el suelo del muro, permitiendo que estuviera rodeada por aquellos que la amaban y que habían compartido sus luchas y sacrificios en la guerra. Los soldados se reunieron en silencio alrededor de ella, cada uno ofreciendo palabras de aliento y apoyo mientras se preparaban para despedirse de su valiente compañera.

____ miró a cada uno de sus camaradas con gratitud y amor en su corazón, sabiendo que nunca olvidaría los lazos que habían compartido en la batalla.

—Ganamos, ¿verdad?—susurro con debilidad. —Por fin todos verán la verdad...

—Espera ___, no hables nosotros...—Eren fue interrumpido.

—Olvídalo, la herida es grave, no podrá resistir más— murmuró Hange.

—¡Debe haber otra forma! ¡Capitán! Usted debe tener otra jeringa, si corremos podemos ir tras esos enemigos y podemos hacer que _____ se transforme en titán y ...

—Eren—murmuró Mikasa.

—O quizá si me transformo y corro hacia el muro, puedan...

—¡Eren! ¡Olvídalo! Ya es tarde— se lamentó la asiática.

—¡¡No!! ¡¡Me niego!!—grito Eren.

Fue detenido por una suave y débil mano en sus mejillas, era aquella joven de cabellos (c/c) quien estaba débil, sin más. Con sus ojos llenos de determinación y su voz llena de serenidad, se dirigió a sus compañeros soldados reunidos a su alrededor. Con cada palabra que pronunciaba, emanaba una fuerza y ​​una calma que inspira a todos los presentes, incluso en su hora más oscura.

𝐋𝐄𝐓𝐑𝐀𝐒| Eren JaegerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora