DxD: Mazmorras y Demonios

Capítulo 22: Demonios Ahora con 75 más pervertidos

"pensamiento"

"Discurso"

Texto del sistema.

'Ddraig Mental'

"Ddraig vocal"

"Televisores, radios y mensajes de texto a través de libros o periódicos... cuando esos están cerca..."

Miro a las dos mujeres sentadas frente a mí, la madre de Ravel tiene una sonrisa contenta y ligeramente complacida en su rostro, mientras que Ravel es un desastre sonrojado.

Mis ojos se deslizan hacia Rosaline, deteniéndose en su pecho por un momento antes de levantar la vista para encontrarse con sus ojos. "Entonces. ¿Cuál es tu juego aquí?

Parece acicalarse ante el hecho de que no los estoy mirando tan sutilmente a los dos. "¿Juego?" No entiendo lo que quieres decir con eso.

"¿Por qué obligaste a tu hija a desnudarse y meterse en la bañera conmigo?" —pregunto mientras hago un gesto con el pulgar a la chica en cuestión.

"Ella... no me obligó". La rubia bajita protesta débilmente, tratando de apartar sus ojos de mí.

—Entonces... ¿querías desnudarte conmigo? —preguntó con una pequeña sonrisa burlona.

La muchacha hace una pausa. "Bueno, cuando lo dices así, me parezco un poco pervertido, ¿no?"

—Eh. Me encogí de hombros. "Eres muy atractiva, así que no me importa si me perviertes demasiado." De hecho, si alguna vez quieres volver a hacer esto, estaría totalmente a favor.

—¿En serio? —pregunta—.

—Por supuesto. Sonrió. "Vamos a casarnos eventualmente, ¿verdad?" Estaríamos haciendo este tipo de cosas todo el tiempo, ¿verdad? Pero, ¿quién dice que tenemos que esperar hasta entonces para empezar?

—Supongo que tienes razón.

Miro a la madre de Ravel y la veo un poco más cerca de mí que antes.

Ella ha estado haciendo esto durante la mayor parte del tiempo que ha estado aquí. Acercándome cada vez más, con la esperanza de que no me dé cuenta.

Eso no es muy apremiante en este momento, lo que sí lo es es el hecho de que los ojos de Ravel siguen siendo atraídos por el agua, o más bien, por lo que hay debajo del agua.

"¿Ves algo que te guste?" —preguntó con una sonrisa cómplice.

La visión de Ravel se clava en la pared mientras su sonrisa flaquea. —Supongo que yo.

"Sé que lo soy". La madre de Ravel entona con una sonrisa sensual. "Eres bonita... grande".

—Por supuesto que sí. Resoplo mientras cruzo los brazos. "Estoy sentado al alcance de la mano de dos mujeres extremadamente atractivas y muy desnudas. "Es una reacción natural".

"Escuché que no es bueno que lo dejes así, así que tal vez podría... ¿Aliviarte?" La madre de Ravel, absolutamente sedienta, comienza.

"¡Madre?" —exclama Ravel—.

"Por muy divertido que suene, lamento informarte que no puedo perder mi virginidad a menos que esté tomando la suya". Digo con el ceño fruncido mientras le hago un gesto a Ravel, la chica retrocede brevemente al ver lo cerca que mi mano roza su pecho sin tocarlo.

Cuando me vuelvo hacia la madre de Ravel, noto que la niña más joven se acerca un poco más a mí, casi protectora.

"En primer lugar, esa parte del contrato fue disuelta por el consejo del diablo por ser un intento mal oculto de supresión de la línea de sangre que solo estaba en el contrato debido a numerosos sobornos, en segundo lugar... hay bastantes maneras en que puedo aliviarte sin ir hasta el final, y en tercer lugar, somos tuyos, soy tu concubina y Ravel está casado contigo en todo menos en la ceremonia, ¿por qué no deberías usarnos como quieras?"