El Cuervo

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Trato de mantener los pies sobre la tierra,
pero me besas,
y comienzo a elevarme,
me siento en el cielo,
me vuelvo inalcanzable.

El mejor de los vicios

Camila

Axl.

Un perpetuo pendiente, un profundo anhelo y una fuente constante de estrés. El simple nombre de mi hijo es suficiente para llenar mi corazón de la más absoluta felicidad, pero también tiene el poder de robar toda mi tranquilidad.

Despierto sobresaltada, lista para correr fuera de la cama, mi reloj interno diciéndome que pasan de las nueve de la mañana y que yo ya debería tener listo el desayuno de Axl. Apenas y tengo tiempo para parpadear y acostumbrarme a la luz antes de que caiga la conocida y siempre entrometida culpa: por dormir tan profundo, por necesitar descansar, por permitirme estar tan cansada como me me siento... La lista es larga. Pero tan pronto como mis ojos se enfocan en la habitación, la comprensión me llena: estoy en el ático de Lex y Axl está con su padre.

Eso no me hace sentir mejor.

Me vuelvo a recostar, cierro los ojos y trato de regular los latidos acelerados de mi corazón. Mi primer impulso es llamar a Liam, preguntar por mi hijo, saber si ya ha comido, pero lo reprimo enfocándome en el techo pálido de la habitación y las sombras que dibujan las cortinas, que sin importar lo caras que con toda seguridad son, no son capaces de mantener completamente al margen todos los rayos del sol. Miro a mi derecha, Lex todavía duerme, boca abajo y con un codo apuntándome. El hombre es un loco en la cama, y no en el sentido divertido. Su cuerpo no tiene paz ni sosiego por las noches, al menos no lo tuvo en la que ha compartido conmigo recientemente; arriba, abajo, de lado, del otro, me abrazó unas cuantas veces, otras se conformó con únicamente dejar su pierna encima de mí sólo para después empujarme como si me percibiera como una intrusa en su colchón. De dormir de cucharita ni hablamos, él simplemente no se está quieto. Aún así, en algún momento de la noche logré pescarlo y lo abracé por un rato. No pude contenerme y fui dejando besos delicados por su espalda que es lo que tenía frente a mí en ese momento, dibujaba las plumas del cuervo que tiene tatuado en ésta; es negro y se ve tan realista que creí que sacaría la cabeza de su carne y me sacaría los ojos con su pico afilado. Al sentir mis labios traviesos y mis caricias suaves, se fue girando poco a poco y sustituyó su espalda por su boca. Me besó lentamente, devolviendo mis caricias pero siendo las suyas un poco más hoscas. Volvimos a tener sexo, pero por la adoración que mostraba en cada toque a pesar de lo ásperas de sus manos, juro que pareció como si me hubiera hecho el amor. Me gustó que tuviera la paciencia y las ganas de hacer que primero tuviera tres orgasmos antes de enterrarse en mí, de otra manera no podría haberlo acogido. Incluso creo que esta vez cupo más de él en mí. Al terminar, volvió a esconder su cabeza entre mis senos y me pidió disculpas nuevamente por no durar lo suficiente, aunque creo que aguantó un minuto más esta vez; y no es que haya hecho la diferencia, pues me volvió a dejar con ganas de más. No entiendo por qué dice que no puede tener otra erección nada más terminar, o simplemente mantener la que ya tiene, ¿no es algo que hagan todos los hombres? Quizá esto es como lo de los tamaños. Cuando vi el pene de Lex casi me atraganto con mi propia saliva. ¡Es enorme! Pero bendita sea su madre que lo parió, que bien se siente ese monstruo entre mis piernas, no importa que ahora mismo mientras me deslizo fuera de la cama para ir al baño sienta un ligero escozor en la entrepierna.

Luego de hacer mis necesidades y lavar mis dientes (más como tallar pasta dental sobre éstos con mi dedo), me dirijo a la cocina en busca de algo para llenar mi estómago. En contra de todo lo que me gritan mis instintos, he decidido que hoy no llamaré a Liam para saber de Axl sino hasta más tarde, debo ser un poco menos aprehensiva. Estoy ansiosa y un poco (muy) asustada por todas las cosas que están cambiando. Han sido meses intensos para mí, meses en los que pasamos de ser Axl y yo, a sumar un número importante de nombres en la vida de mi hijo, y uno solo en la mía. Pero qué nombre. Me siento conflictuada, irresponsable y egoísta. Vamos, un día cualquiera en mi rol de madre, y precisamente como madre, pienso que debería mantenerme lejos de Lex, mas como mujer, quiero darme una nueva oportunidad en el amor. Quiero vivir algo diferente, algo nuevo..., algo bonito.

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⏰ Cập nhật Lần cuối: Apr 10 ⏰

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