Tropiezo 5

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Donde el sol estaba oculto, y la sombra llegaba a todo su explender, un chico, de complexión mediana, con el cabello largo, reposaba ahí, tomando una siesta, creyendo que estaría bien, después de sus clases agotadoras.
Quizás estaba soñando algo lindo, algo con gatos, animales o con una joven rubia de ojos miel; porque una sonrisa, se pintaba en su rostro relajado.

Podía jurar, que estaba escuchando como ella, le decía su nombre de forma cariñosa, como sus brazos, que servían como almohada, eran reemplazados por los suaves muslos de la rubia, su cabello que se movía levemente gracias a la brisa, se intercambiaba con las delgadas manos de la chica, acariciando su cuero cabelludo.

-Oye...- la escucho susurrar, extrañamente, su frente era picada por el dedo indice de la chica -Kei... despierta- murmuro

-Mmm- se quejó, negando con la cabeza, hasta que escucho una risa; después, unos cálidos labios, se depositaron en su frente -En serio, despierta- Insistió.

-Emma... ya-Musito, con una voz ligeramente más ronca de lo usual; su respiración era tranquila, inhalado el aire puro, hasta que, de repente, las hebras rubias, del cabello de la chica, golpearon con su nariz, haciendo que le pícara.

Advirtió con estornudar, inhalando exageradamente, hasta que él estornudo salió de sus labios y nariz, moviendo su cabeza hacia el frente, chocando con otra cabeza igual de dura.

-¡Ah, Idiota!- Una voz distinta a la de sus sueños se quejó; abrió los ojos bruscamente, posando una de sus manos en su frente adolorida.

Se encontró con una cabellera rubia, que a pesar de estar atada, caía sobre su nariz, y unos ojos oscuros, que en este momento, estaban cerrados, mientras, acariciaba igual su frente

Él levantó rápidamente su torso, sentándose, viendo con sorpresa a la chica -¿Tú me besaste la frente?- Cuestionó preocupado.

-¿Qué?¡Claro que no!- Contestó ella, también estaba sentada en el pasto, pero unos centímetros lejos del chico.

-Entonces ¿qué haces aquí?-Sus cejas se fruncieron.

-Bueno, fui a fumar al gimnasio; te había visto dormir desde hace rato, cuando sonó la campana seguías aquí, así que intente despertarte- los ojos avellana del chico, se abrieron como platos.

-¡¿Ya empezaron las clases?!-Pregunto, y ella asintió, se levantó rápidamente de su lugar -¡Mierda!- maldició, alzando sus lentes del suelo, se hubiera ido corriendo, si no hubiera sido porque la rubia le habló.

-Yo creo que ya empezaron desde hace rato, no creo que llegues- Insinuó, viendo como su desesperación incrementaba; se relajo, recargando su espalda en el tronco del árbol, que le daba sombra al lugar, donde con anterioridad, el chico estaba recargado.

-¡¿Por qué no me levantas antes?!- Regaño, tomando algunos mechones de su cabello oscuro.

-Estabas soñando muy profundo, incluso, decías el nombre de una chica.... ¿Elena? o ¿Elsa?- las mejillas del chico se sonrojaron, mientras la rubia balbuceaba nombres.

-Callate- Pidió, aunque la chica continuaba.

-Ah no, creo que era ...¿Emma?- Dijo, atinando; hasta que él chico le grito.

-¡Callate!- Vocifero, apretando los dientes con rabia, aunque un gran sonrojo apareció en sus mejillas.-¿Por qué siempre vienes a molestarme?- acusó.

La rubia arrugó su entrecejo, y puso una mueca con los labios-¿Ah? Disculpa, pero, yo también estoy perdiendo mi clase, por intentar levantarte, lo que deberías de decir es "gracias" idiota- Renegó, levantándose a la par del chico, colocando una de sus manos en su cadera y otra señalandolo.

HumoWhere stories live. Discover now