Tropiezo 11

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Paso la cabeza por el hueco de la camiseta, poniendosela correctamente, cubriendo su pecho; hace mucho no usa ropa de este estilo, juvenil; pero, hoy tenía un motivo...
Iba a salir de "fiesta" con Keisuke, y conocer a sus demás amigos, y a su amor imposible; quería lucir joven, ya que normalmente, siempre le dicen lo contrario.
Vestia una playera suelta que le llegaba arriba del ombligo, color blanca, y un pantalón de mezclilla, bastante holgado que caía sobre sus caderas a pesar de que intentará subirlo.

Se miraba detalladamente en el pequeño espejo que tenía; levantó los brazos, solo para fijarse si la ropa no era tan reveladora, y mostraba su sostén, afortunadamente, no era así.
Suspiro con agobio, viendo cada detalle de su ropa.
¿No estaba exagerando? Son amigos de Keisuke, no asesinos de la moda, seguro ni se fijarán en que zapatos trae puestos, ya que los pantalones rectos y hongados cubrían sus tenis.
Pero aun así... tenía miedo de saber que pensaban de ella; había conocido a tres de sus amigos y había dado una mala primera impresión, este era momento de redimirse.

Tocaron su timbre y su puerta; ya estaba lista, así que no se demoro mucho en salir; en el lumbral de su puerta había dos chicos.

-¿Lista?- Pregunto el pelinegro, viendo su teléfono.

Ella asintió -Mjm- dijo, cerrando la puerta detrás de ella -Chifuyu ¿Cómo estás? ¿No estás nervioso?- se coloco a la par del rubio, no ignorando a Keisuke, lo veía ocupado, así que no quería molestarlo.

-Un poco...- murmuro-Tengo la esperanza de que, Baji vea que me llevo bien con sus amigos, y me deje entrar por fin a la Toman-

Se acercó levemente a la chica, para susurrarle lo anterior, creyendo que él chico de ojos avellana no lo escucharía, aunque se equivoco.

-Eso no va a pasar-Gruño el pelinegro, bajando las escaleras detrás de ellos;aún en su teléfono, mandando un mensaje de texto.

Una pequeña risa burlona, apareció en la chica, cuando el rubio exhalo con agobio; desde que conoció a Baji, no había parado en molestarlo con ese tema, y Keisuke siempre se iba a quejar con la rubia, o a veces, ella escuchaba sus insistencia.

-Se esta haciendo el rudo, te aseguro que también quiere que te unas-Bromeo, dándole una expectativa al chico rubio, que rápidamente dibujo una sonrisa.

-No, No es verdad- Renegó el chico peliengro.

-Oh, claro que si-Soltó.

-Que no- dijo él.

-Que si- dijo ella.

-Que no- Continuo él.

-Que si- Continuo ella.

Y así, comenzó una pelea tonta, a ojos del chico rubio, quien iba divagando su mirada hacia los dos; Baji sin prestarle atención a la chica visualmente, pero, quejándose de las mentiras que decía; y Fumiko, con una sonrisa de oreja a oreja, siendo ella misma, molestando a Baji.
En el poco tiempo que llegaba a convivir con ellos, casi siempre era así... parecían sus padres y él, su hijo único.
A veces se preguntaba, ¿Ellos estarán saliendo?; pero nunca les preguntaba, porque le parecía una falta de respeto.

-Ya callate, por dios- Pidió el chico peliengro, por fin, mirando a la rubia, con cierto aire de molestia; hasta que la ojeo de arriba a abajo -¿Qué traes puesto?- Cuestionó, colocando otra cara completamente diferente.

-Ropa-dijo la chica.

El gruñó -¿Por qué traes puesto eso? Ni siquiera es lo que te pones usualmente- Comentó.

-¿Cómo querías que me fuera? En pijama o con mi ropa vieja- discutió ella, cruzándose de brazos enfrente al chico.

-¡No! Pero...- la miro de arriba hacia abajo; no estaba siendo malo; pero, le pareció extraño su elección de ropa, casi siempre, usaba ropa holgada o sin muchos colores, algo adulto.
Pero hoy, se vistió bastante bien, con un estilo joven, resaltando su figura y lo bonita que era.

HumoWhere stories live. Discover now