Capítulo 18.

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Abro los ojos lentamente, sintiendo una punzada de dolor en mi cabeza. Mi visión está borrosa al principio, pero poco a poco comienza a aclararse. Me encuentro tumbada en una cama desconocida, rodeada por paredes que no reconozco. La habitación está iluminada por una suave luz que emana de una lámpara en una mesita de noche cercana.

Una sensación de confusión se apodera de mí mientras intento recordar cómo llegué aquí. Mi mente se esfuerza por reconstruir los eventos previos, pero todo es un torbellino borroso de emociones y recuerdos fragmentados.

De repente, una figura se mueve en el borde de mi campo de visión. Levanto la cabeza con precaución y veo a una chica joven de cabello oscuro inclinada sobre mí, con una expresión preocupada en su rostro.

—¿Estás bien? —pregunta con voz suave, sus ojos oscuros fijos en los míos.

Me esfuerzo por asentir débilmente, todavía aturdida por la situación.

—¿Dónde estoy? —mi voz sale ronca y débil, apenas un susurro.

La chica me mira con compasión antes de responder.

—Estás en mi casa. Te encontramos desmayada en el bosque y te trajimos aquí para que descansaras.

Un escalofrío recorre mi espalda al escuchar sus palabras. Intento sentarme, pero un mareo repentino me obliga a recostarme de nuevo en la cama. La chica se apresura a sostenerme y me ayuda a reincorporarme con cuidado.

—Descansa un poco más. Te prepararé algo para comer —dice con amabilidad, antes de desaparecer de la habitación.

Mientras me acomodo en la cama, me invade un sentimiento de gratitud hacia esta extraña que me ha cuidado. Aunque todavía estoy llena de incertidumbre y preguntas sin respuesta, sé que estoy en buenas manos. Y con esa certeza, dejo que el sueño me envuelva una vez más, pensando en Boris y Alexey.

Cuando la chica regresa con comida caliente y medicina para el dolor, me ayuda a sentarme y me da la medicina antes de ofrecerme la comida. A medida que como, la conversación fluye entre nosotros. Me cuenta que le dicen Fry, le gusta el arte y cazar. Es una mujer lobo. Sus ojos grises  me suenan familiares. Dejando a un lado su apariencia fisica, me encanta la energía positiva que transmite. Es como una sacudida de brillo.

—¿Cómo es que llegaste a Tierra Sangrienta? —pregunta, su voz llena de curiosidad mientras me observa con atención.

—¿Tierra Sangrienta? ¿Aparecí en otra parte del bosque Allen?

Mi salvadora parpadea confundida.

—¿Allen? Espera...¿De dónde vienes, Leyra?

Ahora la confundida soy yo.

—¿Está no es la manada de indeseados?

Fry frunce el ceño, evidentemente sorprendida por mi respuesta.

—¿La Manada de Indeseados? ¡Oh, Dios mío! Cariño, la manada está muy lejos de acá —sus ojos están sorprendidos— Cruzaste un portal.

—¿Portal? Fue la luz que ví. Dios.

Tapo mi boca sorprendida. Esto si que no me lo esperaba.

—No hueles a cambia forma. ¿Quienes son tus compañeros?

—Soy la compañera de Boris y Alexey—susurro aturdida.

Cruce otro portal.

Jodeme.

Es que yo, busco los problemas.

—¡Eres tú! Estan buscándote. Me llegó noticias, pero....que tonta. Debí darme cuenta. Soy Freya, Boris y Alexey... los conozco. Boris es mi hermano.

LeyraWhere stories live. Discover now